“El bipartidismo se está agrietando y da signos de agotamiento”

Ana Muñoz Guijarro Unificación Comunista de España.

Marta Cuervo

Ana Muñoz es la candidata de la Unificación Comunista de España al Congreso de los Diputados por León. En su entrevista a ileon.com desvela algunas de las claves de su partido para hacer frente a la crisis.

¿Cuáles son los puntos que destacarías del partido Unificación Comunista de España?

Acabar con el paro y salir de la crisis en beneficio de la mayoría, es necesaria una política de redistribución de la riqueza. No es verdad que nuestro país no tenga riqueza o recursos para salir de la crisis, el problema es quién se la queda. En segundo lugar, como ha puesto de manifiesto el 15-M, necesitamos más democracia, no puede reducirse a depositar cada cuatro años una papeleta y mientras tanto los ciudadanos no tengamos ninguna capacidad de controlar a quienes hemos elegido ni ningún otro mecanismo de participar en las decisiones políticas que afectan a nuestra vida. En tercer lugar, la defensa de la soberanía nacional que hace nuestro programa.

¿Alguna propuesta para León?

Lo que necesita León es lo mismo que necesita toda España en su conjunto. Estas son unas elecciones generales, donde lo que está en juego es el rumbo que va a tomar nuestro país los próximos cuatro años, y eso nos afecta igual a los leoneses que a los valencianos, a los catalanes o a los madrileños. Un gobierno que haga uso de la soberanía nacional para defender los intereses españoles en Bruselas y no se pliegue permanentemente a los intereses de París que dicta la PAC. Lo que los parados y los trabajadores de León necesitan es una política de creación de riqueza y empleo, de inversión productiva, de apuesta por la I+D+i, invertir drásticamente el camino de rebaja salarial que estamos sufriendo y el recorte de derechos laborales. Hay que poner fin a los abusos de la banca y que la política fiscal en vez de privilegiar a las grandes empresas y las multinacionales se ponga al servicio de quienes crean más del 85% del empleo de nuestro país. Los pensionistas, los usuarios de la sanidad y la enseñanza pública de León, como los de cualquier otro rincón de España, necesitan mejoras y no recortes ni congelaciones.

¿Qué resultados esperáis obtener?

Obtuvimos 3.400 votos en las europeas de 2009 y cerca de 15.000 en las pasadas autonómicas y municipales. Sin embargo, nosotros no somos una candidatura que, como PSOE o PP, dispongamos de enormes subvenciones públicas o de créditos “gratis total” de la banca. Somos independientes y ni las tenemos ni las queremos. Así que no podemos costearnos, como ellos, encuestas y prospecciones diarias para conocer las tendencias de voto. Pero estamos convencidos que el voto más útil en estas elecciones es el voto a nuestras candidaturas. Porque somos los únicos que decimos que si nos unimos sí podemos cambiar las cosas y porque es necesario que la alternativa de unidad y el programa de redistribución de la riqueza, ampliación de la democracia y defensa de la soberanía nacional con el que nos presentamos a las elecciones se abra paso, se difunda, se extienda y gane fuerza política. Y confío en que lo haremos el próximo domingo.

¿Qué opina del movimiento 15M? ¿Cree que modificará de alguna manera los resultados electorales?

Sin duda. Ya se vio en las pasadas autonómicas y municipales, donde el bipartidismo perdió 3 millones de votantes. Y ahora están haciendo esfuerzos desesperados –como la nueva y discriminatoria ley electoral, los abusivos repartos de espacios electorales...– para impedir que les pase otro tanto. No creo que lo consigan. El 15M ha tenido, entre otras, la virtud de canalizar en un movimiento no partidista el rechazo de millones de personas a las políticas que estamos viviendo. Y eso tiene indudablemente repercusión electoral. Incluso aunque los mecanismos distorsionadores del modelo bipartidista impidan que se manifieste con la amplitud real que tiene este rechazo.

Alguna idea concreta para salir de la crisis...

En primer lugar una redistribución salarial. Que nadie gane menos de 1.000 euros al mes, pero tampoco más de 10.000, que ya da para vivir estupendamente. Esta medida de redistribución salarial que proponemos no es sólo una medida de justicia, es también un motor económico para salir de la crisis. Aumentar el salario mínimo a 1.000 euros significa elevar el poder adquisitivo de millones de personas, lo que automáticamente se traduce en un aumento del consumo y la demanda interna y por tanto la reactivación de la inversión productiva y el crecimiento económico.

En segundo lugar, una reforma del impuesto de sociedades, para que las empresas paguen de acuerdo a los beneficios que tienen. Sólo con que estas grandes empresas pagaran realmente de acuerdo a su beneficios, se calcula que Hacienda recaudaría más de 50.000 millones de euros extras anuales. Más que suficiente para poner en marcha un plan de choque de empleo público que cree trabajos productivos y de utilidad social para los 5 millones de parados.

Por último, una reforma fiscal progresiva de verdad, donde pague más quien más tiene.

¿Quién ganará las elecciones?

Según dicen las encuestas, el PP. Pero habrá que esperar a ver el mapa político que surge del 20N. La pasada semana escribía un artículo en El País el sociólogo Ignacio Sotelo donde afirmaba, literalmente, que nos estamos acercando “peligrosamente al sistema de partidos, caciquismo y corrupción, que ya hundió la Segunda Restauración”. También entonces el régimen bipartidista de conservadores y liberales parecía eterno y que lo tenían todo bajo control: el 90% de parlamento, las instituciones, los ayuntamientos. Pero era una falsa apariencia, porque bajo la superficie, el pueblo, sus sectores más vivos y dinámicos, se estaba moviendo en una dirección opuesta, aunque este desplazamiento no se reflejara durante bastante tiempo en las instituciones representativas. Algo similar se está empezando a vivir en España. El modelo bipartidista se está agrietando visiblemente y da signos visibles de agotamiento.

¿Qué cambiaríais de la actual legislación?

Todas aquellas relacionadas con los puntos principales de nuestro programa del que le hablaba antes y que tienen que ver desde el sistema fiscal hasta la ley electoral.

Existen más partidos comunistas en España, ¿Cuáles son las diferencias?

La principal diferencia, por el que nacimos como un partido independiente hace ahora 40 años, siempre fue nuestra firme posición de denuncia de lo que se había convertido la Unión Soviética desde los años 50: una superpotencia imperialista con un régimen de dictadura fascista en el interior. Mientras que la mayoría de los partidos comunistas la defendían a muerte y seguían sus consignas a pies juntillas. No era una diferencia sólo política, sino con unas implicaciones ideológicas enormes acerca de lo que es el socialismo, la democracia, la independencia de los países, las relaciones entre el Estado, el partido y el pueblo... Y, aunque hoy la URSS haya felizmente desaparecido, esas diferencias siguen existiendo.

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