Aprobadas de forma definitiva las cuentas del próximo ejercicio

Servimedia / Ical

El Pleno del Congreso de los Diputados dio luz verde definitiva este martes al proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016, que será remitido al Boletín Oficial de Estado (BOE) para su publicación y entrada en vigor el próximo 1 de enero.

De esta manera, culmina la tramitación parlamentaria de las cuentas del Estado de 2016, después del debate y votación en el Pleno del Congreso de los Diputados de las enmiendas introducidas en el Senado.

Los PGE de 2016 se aprobaron en la Cámara Baja entre las críticas de la oposición, que los tildaron de electoralistas y poco creíbles, y los aplausos de la bancada del PP.

Una vez aprobados definitivamente los últimos Presupuestos de esta Legislatura, con un adelanto en el calendario habitual de dos meses, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, podrá hacer oficial la convocatoria de las elecciones generales para el próximo 20 de diciembre.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, defendió el proyecto de Presupuestos del Gobierno para 2016, para asegurar que “dan estabilidad y credibilidad”, además de ser “realistas” y “factibles” como han señalado organismos como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).

Críticas

Por el PSOE intervino en el debate su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, quien dijo que los PGE de 2016 son “muertos vivientes” y “nacieron ya liquidados”. “El certificado de defunción se ha expedido en Bruselas; descansen en paz los últimos presupuestos de Mariano Rajoy”, agregó.

Dentro del Grupo de Convergencia i Unió en el Congreso, María Concepció Tarruella, de UDC, valoró que se hayan incorporado enmiendas propuestas por su formación en el Senado, aunque criticó el conjunto de las cuentas proyectadas por el Gobierno.

Del mismo grupo pero por CDC, Pere Macías valoró también las aportaciones de su formación en el Senado, aunque subrayó que no puede compartir la política del Gobierno porque ha tenido un carácter “recentralizador” y son “anti economía productiva”.

El diputado de La Izquierda Plural Joan Coscubiela dijo que los PGE de 2016 “nacen muertos porque no son creíbles”, son “esperpénticos” y tienen “también el rechazo” de Bruselas.

Según Rafael Calduch, de UPyD, estos presupuestos tienen “escasa viabilidad desde el punto de vista político, porque se presenta antes de unas elecciones de futuro incierto para el PP, y técnico” por las dudas sobre las previsiones que recogen.

El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, señaló que su aprobación es un “fraude democrático” que se cuela en los “minutos de calderilla” de la Legislatura, para agregar que el “objetivo principal” de los PGE “es anunciar a bombo y platillo” algunas medidas para pescar en el “revuelto río electoral”.

Desde el BNG, Olaia Fernández Davila acusó al Ejecutivo de “pretender edulcorar su oferta electoral” y apuntó que “se han inventado un optimismo tan fuera de la realidad que le han llamado la atención” desde la Comisión Europea.

El diputado de Geroa Bai, Bizente Serrano, acusó al Gobierno de actuar como “tratante de ganado sin escrúpulos” que trata de vender que su “mercancía es sana” por “intereses del mercado electoral”.

Mientras, Enrique Álvarez Sostres, diputado de Foro, criticó las “vejaciones” del Gobierno en estos PGE porque no se ha aceptado ninguna enmienda de su formación. “¿Tan malas eran como para no aceptar ni una?”, preguntó al ministro de Hacienda.

En la misma línea se pronunció el diputado de Coalición Canaria, Pedro Quevedo, quien dijo que la tramitación era muestra de “anti parlamentarismo e imposición”, para poner en duda la credibilidad de los PGE y considerarlos “electoralistas”.

Joan Baldoví, de Compromís, hizo referencia a la “marginación” de la Comunidad Valenciana “legislatura tras legislatura y presupuesto tras presupuesto”, y denunció que son unos PGE “electoralistas”.

Para Mikel Errekondo, de Amaiur, dijo que éstos son unos Presupuestos “trucados”, además de ser “antisociales” y un “viaje al abismo”.

Por su parte, el diputado de UPN, Carlos Salvador, no se refirió a los Presupuestos en su intervención, pero subrayó que hay que “seguir siendo ambiciosos” con el potencial de la economía española y ser “riguroso” con el déficit público.

Proyecto

El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016 recoge el compromiso de reducir el déficit público de la Administración Central al 2,8 por ciento del PIB, una cifra de cuyo cumplimiento ha manifestado dudas la Comisión Europea. Estas cuentas se han elaborado sobre la base de un límite de gasto no financiero que alcanza los 123.394 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,4 por ciento con respecto al techo del presente ejercicio.

El Gobierno prevé que los ingresos no financieros, tras las cesiones a los entes territoriales, alcancen los 134.773 millones de euros, un 0,8 por ciento más. En línea con este aumento, los ingresos tributarios crecen un cuatro por ciento, hasta 193.520 millones, con una recaudación por IRPF que alcanzará 75.432 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,4 por ciento. Por su parte, el gasto social crecerá un 3,8 por ciento, lo que representa el 53,5 por ciento del total del presupuesto.

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