¿Quién puede tener un teléfono móvil?

La ley es para todos, se supone. Pero nos enfrentamos a un tema curioso: cuando la ley determina ciertas cosas desagradables, entonces debatimos exigiendo empatía, humanitarios, o lo que sea. Pero si la ley perjudica a la gente que no nos gusta, entonces que se jodan. Funciona así, y es deplorable, a nivel intelectual y a nivel práctico.

Si cualquiera de nosotros va a comprar un teléfono móvil, o una simple tarjeta SIM, nos van a pedir que nos identifiquemos y hasta es posible que hagan una fotocopia del DNI (cosa cuya legalidad no tengo clara) antes de poder activar la línea. Sólo los mayores de edad pueden tener una línea, porque es necesario ser mayor de edad para celebrar ese contrato. Todo el que tiene un hijo menor sabe que no puede poner la línea a su nombre.

Si el teléfono es de contrato, nos pedirán también los datos bancarios para la facturación, como es obvio. Y si es de prepago, además del DNI puede que, en determinados casos, nos pidan que verifiquemos nuestra identidad a través de alguna aplicación o similar.

Como en todo, habrá maneras de saltarse estos pasos para tener una línea anónima, pero la cosa se ha complicado mucho en los últimos tiempos por el empeño que ponen las autoridades en controlar las comunicaciones. Y porque todo el mundo lleva siempre el móvil encima, que es como llevar una diana en la espalda para que disparen contra tu privacidad.

Y entonces, dicho esto: ¿Cómo es posible entonces que la gente que entra ilegalmente en España, vía patera, o del modo que sea, no tenga documentación pero tenga móvil? Puede que lo hayan traído de su país, no lo dudo, pero una vez se conectan a la red española, son tremendamente fáciles de localizar.

¿Cómo es posible, más aún, que los menores no acompañados (MENA) no tengan padres, ni patria, pero tengan móvil? ¿Cómo pueden tener un móvil siendo menores de edad? ¿Quién es el responsable de esa línea y quién la ha contratado?

¿Por qué se permiten estas irregularidades cuando el simple cumplimiento de la ley que se nos aplica a todos frenaría o dificultaría la llegada de estas personas? ¿O es que hay alguien interesado en que el flujo no se detenga?

Con frecuencia, lo más importante es hacer las preguntas correctas.

Ahora que nos van a pedir a todos el número de teléfono móvil cuando vayamos a alquilar un coche o a alquilar un alojamiento vacacional, quizás sea el momento de preguntarse por qué son tas estrictos con unos y se lo ponen tan fácil a otros.

Pero ya veréis: a nosotros nos lo piden para cumplir la ley y a ellos no, por razones humanitarias.

Habrá que reírse.