¿Piensan cobrarnos también por pasear?

El Ayuntamiento de León permite que las plazas se vean colapsadas por las terrazas de los bares.

Si fuese broma, sería una broma de mal gusto, pero el caso es que hablo en serio. El ayuntamiento de Sevilla ha planteado al Estado la posibilidad de cerrar la hispalense Plaza de España para que sea accesible sólo mediante el pago de una tarifa que, prometen, sería moderada. Los nacidos y empadronados en Sevilla estarían exentos de pago y se permitiría también la entrada libre a los coches de caballo. Informó de ello ABC con todo detalle.

El motivo, no se cortan, es que se trata de un espacio que tendría buena demanda y podría generar importantes ingresos. Vale, genial: tenemos una plaza que gusta y se nos ocurre la idea, maravillosa, de cobrar a la gente por acceder a una plaza.

¿Qué más nos falta para convertir nuestras ciudades en espacios temáticos al servicio de los turistas? ¿Cómo puede llegar más lejos el menosprecio al concepto de ciudad como espacio común de vida y desarrollo?

Y el caso es que por aquello de la barbas rapadas del vecino y las propias en remojo, me pregunto yo si no habrá ya por aquí en León alguna mente brillante pensando en hacer lo mismo. Por ganas no va a quedar, seguro, y tampoco quedaría por lugares emblemáticos susceptibles de vallar e instalar una taquilla.

¿Qué nos cuesta aislar con tornos la plaza de la Catedral, la plaza de San Marcos, la de San Isidoro o incluso la plaza del Grano? Todo es cuestión de organizarse bien, generar accesos de carga y descarga para los establecimientos del lugar, y pases sin caducidad para los vecinos. Luego, por ejemplo, se podrían cobrar doce Euros por todas las visitas o cinco por cada una, para mayor comodidad y conveniencia de los visitantes. 

¿Pero cuánto dejaría eso?

Dejadme hacer la cuenta, porque seguro que ya hay alguien pensándolo.

Como ya dije una vez, el Ayuntamiento es un gigantesco estómago en busca de nuevos ingresos que deglutir, y como puede sacarle ya muy poco más a los residentes, tiene que buscarse la vida para sacarle algo a los visitantes. Por eso, hasta ahora, privatiza las calles y las plazas a trocitos con terrazas gigantescas y achica cualquier espacio común, porque el espacio vale dinero.

Así que ahora, en cuanto vean que se puede privatizar todo de un golpe y sacarle dinero contante y sonante, temo a alguien se le pongan los dientes largos y nos aparcelen aquello que sea monetizable.

Aunque los datos son de aquella manera, León recibe medio millón de visitantes al año que pernoctan en la ciudad, y probablemente otro millón y medio que no lo hacen. Es una estimación propia, por datos recogidos por ahí. Si consigues sacarle, de media, cinco euros a cada uno, y no cinco euros en general, sino cinco euros que vayan a parar directamente a las arcas municipales, son diez millones. Y no se trata de una estimación muy ambiciosa, ¿verdad?

¿Sabéis la cantidad de amigos que se puede enchufar con eso en forma de empleados públicos y funcionarios municipales, contándonos además que es para mejorar los servicios públicos? ¿Os hacéis idea de las milongas que se pueden sufragar con ese dinero, aunque sólo sean para comprar votos y lubricar las cuentas corrientes de los afines?

Ya veis que no hablo del actual equipo municipal, ni del anterior, ni del siguiente. Hablo de cualquiera. Vayamos poniendo las barbas en remojo después de lo de Sevilla porque, como se abra la veda, va a ser una tentación demasiado fuerte como para que la clase política la pueda resistir.

Y será como siempre, a nuestra costa.

Etiquetas
stats