Podemos-IU fuerza un pleno en Villablino para repescar mociones antiguas que se salda sin resoluciones concretas

Pleno del Ayuntamiento de Villablino.

Luis Álvarez

El Ayuntamiento de Villablino acogió un Pleno insólito, porque por primera vez se celebró en las últimas legislaturas una sesión convocada por un grupo político de la oposición, Podemos-IU (PIU). Y fue poco verosímil porque, de los quince puntos abordados, en ninguno se adoptó o voto una resolución concreta, lo que no da mucha apariencia de verosimilitud.

El pleno extraordinario fue convocado por el grupo de Podemos-IU, a través de una solicitud presentada en registro el 16 de septiembre al amparo de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local que establece la celebración de una sesión extraordinaria si es solicitada al menos por la cuarta parte de la Corporación

Como ya habían anunciado en la rueda de prensa celebrada a principios del mes de agosto, en la que hicieron su balance político del primer año de esta legislatura, Podemos-IU fijó el orden del día de la sesión que incluyó 15 asuntos; todos ellos referidos a mociones presentadas por PIU en sesiones plenarias de esta legislatura y aprobadas todas, la mayoría por unanimidad, cuya ejecución se encuentra en tramitación o no se ha iniciado.

La portavoz del grupo convocante, Silvia Mozo, defendió la iniciativa en la necesidad de activar los acuerdos de esas mociones, “por la situación de urgente necesidad que atraviesa el municipio”, porque las consideran positivas para los habitantes, “y no estamos para perder otra legislatura más, porque entonces quizá ya no haya solución”.

Por su parte, la portavoz del PSOE argumentó que la convocatoria del pleno a su grupo no le parecía bien, “es innecesaria, porque todos estos asuntos se hablan y tratan en comisiones”, y reafirmando sus argumentos explicó que los concejales del PSOE “renuncian a cobrar las consignaciones por asistencia al pleno”. 150 euros por cada concejal sin dedicación, lo que hacen un total de 600 euros.

Uno a uno se fueron abordando los asuntos incluidos en el orden del día, que la portavoz de PIU y sus compañeros fueron defendiendo en la necesidad de su realización. Mientras que de la otra parte el equipo de gobierno del PSOE en boca del alcalde, la portavoz y algunos de sus concejales fueron explicando las razones de los retrasos en la ejecución de las propuestas o las de la no ejecución de estas.

El PP, mero espectador

Al final la sesión se convirtió en un continuo debate de falta de “voluntad política y desidia en la ejecución”, muy utilizado por la oposición, contra las explicaciones del Gobierno local (que defendió en algunos casos “no poder asumirlos legalmente, otros por gastos inasumibles y otros por simples trámites administrativos”) como argumentos más usados. Convirtieron el pleno en un partido de tenis argumental entre oposición PIU y Gobierno local PSOE, al que el PP asistió como mero espectador durante las casi tres horas que se prolongó la sesión.

Finalmente, no se votó ningún acuerdo o propuesta de acuerdo. Los convocantes no los propusieron y, por lo tanto, la sesión plenaria perdió todo su contenido ejecutivo y solo fue un debate público sobre cómo se hacen y cómo se deben hacer las cosas en la administración local, más propio de un debate electoral que de un órgano de gestión y gobierno. 

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