Mismo escenario y campeón de la XXVI Copa ASOBAL
Las gradas del Palacio de los Deportes de León se inundaban de ilusión y balonmano de la mano de la XXVI Copa ASOBAL, unas gradas que empezaron a acoger a los miles de aficionados desde el sorteo de la Copa del Rey donde se conoció al Benidorm como rival a batir por el ADEMAR en Cuartos de final.
Pero lo que de verdad dió inicio a la Copa fue el partido y la primera Semifinal que enfrentó al Frigorificos Morrazos contra el Barça Lassa y de donde salio el primer finalista; un placido partido para los catalanes que superaron al Cangas por (34-21) reservando incluso a parte de sus jugadores.
Abarrotadas las gradas del Palacio de los Deportes a las 18:30 empezaba el partido más esperado e ilusionante para la afición y el renovado equipo de Guijosa, el ADEMAR se debía enfrentar a un Naturhouse que venía con bajas muy importantes pero con ganas de competir (Aunque se tanteó el no participar). Aunque las bajas no fueron suficientes para batir a los de “J” que llevaron la batuta durante todo el partido, ayudados por un partido lleno de errores del conjunto leones y del duo arbitral, apeando a los leoneses de su final por 32-30.
La afición dolida por la derrota del día anterior se diluyó en cuanto aforo en la final que enfrentó a un Barça que quería revalidar título y un Naturhouse que quería seguir soprender al Barça y al público que en su mayoría animaban al conjunto riojano. Un animo que quiso devolver el Naturhouse parando en seco al Barça y llevando el ritmo del partido y el marcador hasta los últimos minutos de la primera parte, donde los de Xavi Pascual consiguieron igualar el marcador gracias a una exclusión al borde de un descanso que termino (18-18).
En la segunda parte se quedó consolidado el dominio y el banquillo del conjunto catalán, con constantes cambios ataque-defensa y un gran juego ofensivo gracias a sus cañoneros Lazarov y Jalouz, el Barça poco a poco se despegaba en el marcador ante un Naturhouse que no quería decir adios a la Copa aunque el cansancio provocó varias perdidas y fallos que dieron el estoque final poniendo el marcador final en un 35-31.
Los momentos anecdótico de la final fueron ver a Ruesga de corto, según Xavi Pascual por temas pasionales, y ver bajar la copa desde lo más alto del Palacio de los deportes.
