Mercedes G. Rojo: “No siempre los mejores son los que más trascendencia pública tienen”

Mercedes G. Rojo

Manuel Cuenya

Maestra de formación y vocación, como ella misma diría de sí misma, Mercedes G. Rojo ha obtenido diversos premios con la publicación de poemas y relatos, tanto en antologías como en obras colectivas y aun en revistas y blogs, siendo ganadora con 'Teleno' en el Certamen 'Voces de Mujer', que convoca el Ayuntamiento de Astorga, o finalista en dos ocasiones, con 'Los ojos de la noche' o 'Bajo las aguas', en el concurso de relatos convocado por el Diario de León.

Recientemente, ha publicado 'Días impares', que el próximo jueves día 30 de junio presentará en la Casa de León en Madrid, el 3 de julio en la Feria del Libro de La Bañeza y el 9 de julio en La Comunal del Val de San Lorenzo.

Un libro que incluye no sólo poemas sino relatos escritos en prosa poética, en los que expresa sus sentimientos y una parte de lo que es ella misma, además de lo que piensa y siente sobre lo que acontece a su alrededor, las vivencias de quienes la rodean, lo que ocurre en la sociedad, en definitiva.

Una obra publicada a través de LápizCero, cuyo editor, Xavier de Tusalle, fue quien le propuso la idea del formato del libro, algo que le agradece, “una combinación entre poemas y relatos en cuya elección me dejó, sin embargo, total libertad”, reconoce Mercedes: “creo que la decisión fue muy acertada, pues dicho formato permite que el público lector conozca esta doble faceta mía que camina totalmente de la mano. Quizá si él no hubiese aparecido e insistido tanto en publicarme, aún estaría revisando textos”. Asimismo, agradece que la escritora y pensadora Marifé Santiago Bolaños le prologara su libro de creación. “Admiro muchísimo su obra literaria, con la que me siento hondamente identificada, sobre todo en aquellas que están ligadas a una tierra, la maragata, cuyas raíces nos unen... Para mí ha sido todo un honor contar con una madrina a la que cultural y literariamente admiro tanto”, señala esta autora multidisciplinar, que elige diferentes formas de expresión según el momento y las necesidades de aquello que quiere compartir.

En su faceta como docente, desde la Educación no formal, con población de todas las edades –aclara ella– ha creado libros como 'Vamos a jugar juntos' sobre los juegos tradicionales. En este mismo ámbito, ha tenido la ocasión de actuar y crear guiones propios y adaptaciones para teatro.

Cuenta que en su momento le marcó muchísimo el teatro de Lorca, especialmente el protagonizado por mujeres como Yerma, 'La casa de Bernarda Alba' o 'Bodas de sangre'. Todo un descubrimiento –reconoce–, que hasta entonces estaba habituada a un teatro de corte mucho más tradicional. Posteriormente, descubriría el teatro de Shakespeare y el teatro griego. Ya en la ciudad de León, a resultas de sus estudios y coincidiendo con una buena época, recuerda haber asistido a montajes teatrales realmente espectaculares e innovadores. “Para mí el teatro supone una forma diferente de expresión, de reflexión y de acercamiento a la vida a través del diálogo de los otros”. El teatro ha sido, en su opinión, una herramienta pedagógica a través de la cual vencer las limitaciones de expresión, pero también un enriquecimiento estético, una apertura hacia mundos artísticos diferentes donde la literatura se hermana con la música, con el arte plástico en sus más variadas expresiones. “Una forma de divertimento que me permitía llegar a los demás, mientras lo practiqué, también desde mi propio disfrute... El teatro es algo así como un nexo de unión entre la realidad y la creación artística, que favorece tu capacidad expresiva y de comunicación cuando lo practicas y que te abre nuevos campos estéticos cuando lo disfrutas como espectador/a”, sintetiza Mercedes, quien también colabora con varias editoriales de Literatura Infantil y Juvenil, ente ellas Alfaguara o Macmillan, en proyectos de Animación a la Lectura, dirigidos tanto a población infantil y juvenil como a profesorado, entre otros, en propuestas que tienen en cuenta la lectura, la creación literaria, la expresión.

Para mí el teatro supone una forma diferente de expresión, de reflexión y de acercamiento a la vida a través del diálogo de los otros.

En el apartado de sus propias lecturas, si bien no reconoce una influencia directa y clara en su forma de escribir –aunque sea consciente de que le han abierto nuevos caminos hacia la literatura, hacia la forma de entenderla o hacia la forma de tratar los diferentes temas, que sin duda han ido cambiando con el tiempo–, sí cree que es poco influenciable, en lo referente a su “estilo”, como también le ocurre en otras muchas facetas de su vida, porque su capacidad de imitación ha sido siempre muy limitada, “quizá porque la he coartado conscientemente”, asegura ella. En todo caso, sí le gusta hablar de sus lecturas preferidas, según el género, o según los intereses del momento. Y ahí está la obra en general de su madrina literaria Marifé Santiago Bolaños. O bien Roalh Dalh y Julio Verne en relación con la literatura juvenil; Antonio Pereira y Manuel Rivas en el relato breve; Antonio Gamoneda y de Wislawa Szymborska en poesía, además de algunas poetas jóvenes leonesas como Raquel Lanseros y Julia Conejo, por ejemplo. En este sentido, Mercedes cree que León es ahora mismo un lugar donde se escribe mucho, “aunque no sé si todo se puede calificar como literatura”. Y que seguimos contando con nombres de referencia internacional como Antonio Colinas, recientemente reconocido con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, o como Gamoneda, nuestro Premio Cervantes, y otros muchos, que forman parte de la nómina de escritores/as reconocidos a nivel nacional y que son de León o se sienten muy unidos afectiva y literariamente a la provincia leonesa. “Nombres ya muy consolidados, que han llevado muy alto el nombre de León y aún lo siguen haciendo, aunque creo que precisamente en su provincia no se les conoce tanto o tan bien como se debiera. También hay otros muchos nombres que emergen en este mundo, con mejor o peor fortuna. De éstos solo el tiempo, la crítica y, sobre todo, el público lector, determinará quienes permanecerán, como ha venido ocurriendo siempre... Como suele ser habitual, no siempre los mejores son los que más trascendencia pública tienen”, manifiesta esta poeta y narradora astorgana, que se siente marcada por la tierra que la viera nacer, y sobre todo por esas personas que han influido en su etapa formativa y que la acercaran al mundo de la literatura, al mundo del teatro. “Todo eso sucedió en Astorga. Por lo que hoy soy lo que soy tras mi paso por ella. Aunque no sea precisamente allí donde más se conoce mi trabajo... 'Nadie es profeta en su tierra', y más aún si no se encaja en los esquemas mentales e ideológicos de quienes se consideran los padres de la cultura o del mundo literario”, matiza Mercedes, que se siente sobre todo muy próxima a la Maragatería, el Bierzo y la Cabrera, cuyos paisajes le calman el alma y le ayudan a escribir, lugares a los que puede volver siempre, donde siente que están sus raíces y donde puede crecer.

Nadie es profeta en su tierra, y más aún si no se encaja en los esquemas mentales e ideológicos de quienes se consideran los padres de la cultura o del mundo literario

La poesía en las tradiciones leonesas

En cualquier caso, le entusiasma el rico pasado histórico de la provincia, que, unido a la riqueza plástica de sus paisajes, son elementos capaces de crear una rica posibilidad de argumentos literarios y poéticos, y de personajes para protagonizarlos, según esta creadora, para quien la poesía no está sólo en el verso escrito, sino en la prosa, en la música, en lo plástico, en muchas de las tradiciones de la tierra leonesa, cuyos largos inviernos, con sus noches eternas, han obligado a sus gentes “a buscar distracciones en el interior, a recrear con la mente espacios y momentos con realidades más amables o a conjurar lo negativo sacando al exterior a través de la palabra primero, de la escritura después, todo lo negativo. Pero también lo más hermoso”. También la difícil orografía leonesa ha contribuido, a lo largo de la historia, a que “los pueblos mirasen siempre hacia dentro –por las dificultades de accesibilidad– pero siempre soñando con lo que había más allá de las montañas”, agrega Mercedes, que concibe la poesía, la literatura como “una forma de protegernos contra la dureza del día al día, de suavizar las duras condiciones de vida a las que las circunstancias geográficas nos empujan muchas veces”.

Coautora de la guía 'El Canal de Castilla. Agua y piedra en el paisaje', de la colección “las guías del Duero”, publicadas por el periódico 'El Mundo' y colaboradora como articulista en distintos medios, Mercedes llegó a crear incluso una revista, 'La Panera'. Y mantiene activo un blog: Entre paleras y encinas. http://entrepalerasyencinasmercedesgrojo.blogspot.com.es/

Por otra parte, cabe señalar que Mercedes G. Rojo fue Concejala de Cultura (aparte de encargarse de otras concejalías) en el Ayuntamiento de Astorga durante algunos años. Una labor, la suya, encomiable, no sólo en el ámbito cultural propiamente dicho sino en el educativo y el social. “Un reto muy enriquecedor a la vez que muy trabajoso”, que le permitiera aprender y disfrutar mucho a pesar de la escasez de recursos con los que se encontrara. “Siempre he creído que la cultura es un elemento de cambio y de apertura, tras mi paso por la concejalía estoy más convencida que nunca. Se puede hacer una gran labor educativa y social desde áreas como ésta, aunque para ello has de tener los objetivos claros, creer verdaderamente en lo que haces y disfrutar con ello”.

Una etapa que a Mercedes le resultó, a pesar de todas las dificultades encontradas, muy satisfactoria. “Y lo es aún hoy cuando después de un año ausente de esta área, la gente echa de menos las actividades que se programaban”, especifica esta creadora que tiene varios proyectos literarios entre las manos: alguna colección de relatos, un proyecto de literatura infantil que le apetece mucho, varios poemarios que comienzan a adquirir su forma definitiva... Sin embargo, no quiere darse prisa porque el tiempo de cada proyecto llegará, según ella, cuando tenga que llegar. “Y siempre es mejor que te pille trabajando, claro”.

Entrevista breve a Mercedes G. Rojo

“Cada persona es dueña de su propio destino”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Me lo pones muy difícil, pues no tengo un libro concreto. Suelo repetir lecturas según momentos y circunstancias, porque considero que los libros te cuentan o te aportan cosas diferentes dependiendo del momento en el que se lean.

A veces una circunstancia de la vida, una lectura nueva, te pone de nuevo frente a un libro (o a un texto en concreto) y tienes que volver sobre él para releerlo. Al menos eso es lo que me pasa a mí. Y suelo sorprenderme encontrando siempre cosas diferentes en dichas lecturas.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

No creo que haya nadie imprescindible, pero sí algunas personas (o personajes) que te van dejando su impronta a lo largo de los años (sobre todo en las primeras etapas de la vida) y que te ayudan a madurar y a forjar tu personalidad. Esos son para mí los imprescindibles, aunque a veces no adquieres conciencia de que lo han sido hasta mucho tiempo después. Nombrar alguno sería injusto para los demás, porque cada persona es la forja de muchas influencias (al menos en mi caso así lo considero).

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

A veces lo insoportable es fruto de un momento determinado por el que estás pasando. Por eso también es injusto nombrar libros o autores que lo sean. En mis primeros años de lectora no dejaba que ningún libro se me resistiese y lo acababa como fuera. Con el tiempo he decidido que con todo lo que aún puede aportarme la literatura es ridículo que pierda el tiempo intentando leer algo que no me motiva. Por eso cuando me encuentro frente a un libro que no me aporta nada ni estética ni conceptualmente (a veces ni siquiera como mero divertimento) lo cierro y lo olvido.

Hay autores o autoras que tienen obras maravillosas pero con quienes no me iría ni a la vuelta de la esquina y otros a los que admiras pero que en algún momento de su carrera escriben un libro que no te llega, incluso que te defrauda. Es todo tan relativo.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Para ser sincera creo que más que uno son dos, y a veces uno interfiere en el otro. Por un lado está la timidez que hace que a veces me cueste enfrentarme a determinadas circunstancias. Por otro la sinceridad, que cuando logra superar las barreras que la primera me pone, muchas veces me lleva incluso a ser políticamente incorrecta. Y es que la doblez y la hipocresía son aspectos que no van nada conmigo.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

También la sinceridad. Y que sea congruente. Que sus actos sean consecuentes con su discurso, porque hay demasiada falsedad en la vida y eso dificulta mucho el mundo de las relaciones, porque se pierde la credibilidad y el respeto.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Creo que en gran medida se ha perdido el norte. En muchos casos se anteponen los intereses personales a los sociales, que se supone que son los que la buena política debería defender, y cuando surge alguien –en cualquier ámbito– dispuesto a defenderlos todos (propios y ajenos) se vuelven contra esa persona. Creo sinceramente que hace falta una limpieza a fondo, pero una limpieza de verdad, no de pacotilla. El problema es que los últimos años han sido tan convulsos que la ha desprestigiado del todo. Y va a ser muy difícil superar dicha situación.

En cuanto a la sociedad, la veo muy dormida, muy apática. Falta decisión de enfrentar las cosas. Vemos cómo están destruyendo día a día nuestros derechos y permanecemos callados, impasibles, con miedo a salirnos de la vereda marcada. Se habla mucho en el bar, en la calle, pero luego no se hace nada. Yo creo que nos hemos dejado llevar por el desaliento de que las cosas nunca cambiarán. Pero para que esto ocurra hay que empezar por nuestro entorno más próximo e ir subiendo en la pirámide. Somos poco reivindicativos con nuestras situaciones cotidianas.

Hablo siempre de una mayoría, nunca de la totalidad, claro. Porque siempre hay excepciones que confirman la regla. Afortunadamente.

¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?

Muchas cosas, y casi siempre pequeñas. Un buen paseo en soledad entre robles y encinas, o por la orilla de cualquier playa del norte. Los pequeños momentos compartidos con mi familia. Contemplar cómo pasan las nubes sobre mi cabeza, escuchar los primeros trinos de los pájaros en la primavera, nadar en el mar, una buena lectura, una conversación entre amigos, las pequeñas confidencias de mi hija... Todo aquello que me hace sentir que estoy viva y que, a pesar de lo que nos rodea, la vida sigue mereciendo la pena.

¿Por qué escribes?

Por necesidad. Siempre fui una persona muy tímida. En la escritura encontraba la forma para expresar un rico mundo interior que llevaba dentro y que no encontraba con quien compartir o cómo hacerlo. Luego se convirtió en costumbre y me permite a la vez comunicar lo que llevo dentro y liberarme de tensiones, de rabias ante situaciones que se me escapan de las manos o sobre las que no tengo control alguno porque no están dentro de mi ámbito. Muchas veces pretende ser también mi forma de llamar la atención de quienes me rodean sobre la realidad en la que vivimos y que muchas veces preferimos no ver.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No. El estilo literario se ejercita de una única manera, escribiendo. Y para ello hay que volver una y mil veces sobre lo escrito. Reflexionar sobre ello. Y las redes sociales incorporan una inmediatez que en muchos casos es perjudicial para la escritura.

Mi proceso creativo sigue combinando la escritura a mano con el ordenador. Mis últimas correcciones siempre son sobre el papel, sobre la pantalla siempre me da la sensación de que se escapan cosas.

En mi caso las redes sociales son más una forma de dar a conocer lo que hago que de forjar mi estilo.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Las experiencias, las sensaciones, los sentimientos, las emociones... En dos palabras. La vida. La real y la que te cuentan los libros. La vivida por una misma, por las personas que están más próximas a ti y la que maneja los hilos de esas otras que, sin formar parte de tu entorno más próximo, se cruzan en algún momento contigo.

Pequeños retazos de inspiración que pueden encender la llama literaria a través de una palabra, una imagen, una sonrisa, un olor, un sabor, un sueño...

Las fuentes están en la atmósfera que nos rodea. Sólo hay que estar receptiva para dejar que se depositen en mi ser y rescatarlas de ahí, a través de eso que llamamos inspiración, para dejar que vuelen libremente a través de los versos de un poema o de las líneas de un relato.

Son pequeños regalos que me da la vida.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Tengo un blog propio 'Entre paleras y encinas', en el que voy volcando mucho de lo que escribo, no solamente desde lo literario sino también desde lo que ocurre a mi alrededor y sobre lo que tengo necesidad de reflexionar en voz alta.

Y “seguir”... De vez en cuando entro en algunos, para ver lo que van escribiendo algunos compañeros y compañeras del mundo literario, pero también gente que tiene blogs de carácter más social. Pero nada establecido. Desde luego nada como herramienta literaria. En este sentido sigo siendo de la antigua escuela y prefiero los libros. Son más tangibles, más permanentes... Centran más tanto mi atención como mi capacidad de reflexión sobre lo que quiero extraer de ellos.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Cada persona es dueña de su propio destino y si queremos que todo a nuestro alrededor mejore no podemos mirar hacia otro lado y esperar a que otros vengan a hacer por nosotros los deberes.

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