'Libre te quiero', del 15M a la gran pantalla

basilio martin patino

ileon.com

Para el jueves 7 de febrero, el Grupo de Diálogo de Cine Contemporáneo 'DocuMusac' propone una sesión dedicada al cineasta Basilio Martín Patino, que presentará su película documental 'Libre te quiero' y participará en un coloquio posterior con el público.

'Libre te quiero' es un filme documental surgido de los acontecimientos del 15M en España y de las acampadas ciudadanas que nacieron en la puerta del Sol y se extendieron a otras ciudades de España.

Sobre 'Libre te quiero'

Hay proyectos cinematográficos que nacen de un deseo planificado, de una elaboración larga. 'Libre te quiero' nace de un encuentro. Cuando el 15 de mayo una veintena de las personas que habían acudido a la manifestación convocada por el minoritario movimiento 'Democracia Real Ya' decidieron acampar en la Puerta del Sol madrileña y prorrogar así su protesta, Basilio Martín Patino estaba allí. Desde su oficina, desde su casa, se oía la manifestación.

Cuando se acercó a la Puerta del Sol decidió que quería rodar aquello. La alegría y la espontaneidad de aquella gente le empujaron a hacerlo. Y a hacerlo con la misma alegría y la misma espontaneidad que apreció en aquel incipiente movimiento asambleario.

Allí se encontró con el director de fotografía Alfonso Parra, colaborador habitual, que enseguida aceptó participar en el proyecto. Con su dirección, un equipo de varios cámaras, dirigidos de cerca por el veterano realizador ha rodado medio centenar de horas de documentos, con los que se confeccionará una película de algo más de una hora de duración.

Para esta ocasión, Patino ha decidido adoptar un nuevo estilo, impresionista y próximo a otros esfuerzos de documental puro, dejando que las imágenes se expliquen por sí solas, sin comentarios, entrevistas a cámara o texto en off explicativo alguno.

Una riada de personas de toda edad y condición que reivindican su derecho a no ser tratados como mercancías en manos de banqueros y políticos.

La película arranca con la confluencia de los manifestantes en la Puerta del Sol, retratando su llegada al ritmo de batucadas y canciones populares y coreando las consignas que se convertirán en la marca del movimiento. Una riada de personas de toda edad y condición que reivindican su derecho a no ser tratados como mercancías en manos de banqueros y políticos.

Especialmente sorprendente es la simpatía hacia los manifestantes que parecen mostrar los policías encargados de vigilarlos, contagiados del ambiente festivo.

A partir de ahí, sigue la construcción de la Acampada Sol, una especie de ciudad paralela, auto organizada y asamblearia, en la que las tareas se reparten democráticamente, cada uno ofrece su conocimiento y su trabajo y participa como puede.

Surgen áreas de debate específico, de animación musical y teatral, servicios de todo tipo para garantizar a los acampados una experiencia lo más cómoda posible. Hay que distribuir comida, montar tiendas y alojamientos precarios en que cobijarse, delimitar zonas de encuentro... En unos días la ciudad, el ágora, está construida. La vida cotidiana establece ritmos parecidos a los de cualquier otra villa. Los participantes duermen, se despiertan comparten, comen, trabajan... Ante el calor asfixiante, algunos deciden utilizar las fuentes para refrescarse.

Algunos se esfuerzan en organizar el flujo de información, para que llegue al mayor número de gente posible. Otros construyen invernaderos y plantan tímidamente algunas especies. La organización se extiende a los barrios y ciudades próximas. Pronto empieza a recibir a representantes del movimiento venidos de todos los rincones de España.

Especialmente sorprendente es la simpatía hacia los manifestantes que parecen mostrar los policías encargados de vigilarlos, contagiados del ambiente festivo.

En los debates se oye a expertos en materias específicas que aportan su sabiduría, tanto como a ciudadanos que posiblemente nunca se habrían imaginado discutiendo de política o economía en un lugar público, ante desconocidos.

La asamblea reorganiza el espacio para acomodar las sugerencias de los comerciantes de la zona y para hacer más fácil el tránsito.

En la Puerta del Sol convergen columnas que llevan semanas caminando hacia ella, recogiendo ideas en el camino, debatiendo en plazas y pueblos.

Poco a poco las asambleas van centrando la idea del desalojo, después de cuatro semanas en las que, contra todo pronóstico, han conseguido una a fluencia masiva, un eco enorme para sus propuestas, elaboradas de forma colectiva, recogidas y difundidas en los medios del mundo entero, y hacer despertar a un número importante de ciudadanos que han comprendido que la política no es solo lo que hacen los políticos.

Para muchos, los más jóvenes, supone una revelación: es la primera vez que se sienten parte de algo así. Para otros, los más viejos, la experiencia les recuerda otras por las que pasaron en el 68 o durante la transición.

La película, después de dar fe de lo ocurrido, sin mediación o intención, dejando que las imágenes hablen, termina con el final de la experiencia.

Sobre Basilio Martín Patino

Basilio Martín Patino nació el 29 de octubre de 1930 en Lumbrales (Salamanca). Estudió en la Universidad de Salamanca, licenciándose en Filosofía y Letras, y posteriormente obtuvo el título de director-realizador por la Escuela Oficial de Cine de Madrid.

Antes de dedicarse al cine realizó estudios literarios y escribió 'Calle Toro, antes Generalísimo', libro que fue finalista del Premio Biblioteca Breve pero que el mismo autor no quiso publicar aunque se lo propusieron (por ejemplo el historiador Manuel Tuñón de Lara lo quiso publicar en París). En sus comienzos, Martín Patino fue uno de los pioneros de la publicidad en España, pero su carácter independiente le hizo dedicarse a sus propios proyectos, siendo en 1953 cuando se acercó verdaderamente al cine, creando el cineclub de la Universidad de Salamanca y publicando la revista Cinema Universitario.

En 1955 organizó en Salamanca las 'I Conversaciones sobre el Cine Español', conocidas como las 'Conversaciones de Salamanca', que habrían de tener gran resonancia en el futuro del cine del país. En el encuentro, cuyo cerebro fue Ricardo Muñoz Suay, se reunieron los mejores directores del cine español de la época.

Tras dirigir varios cortometrajes, se licencia en la Escuela Oficial de Cine en 1961 con la película 'Tarde de domingo'. En 1963 realiza el cortometraje 'Torerillos', que le supondría sus primeros problemas con la censura (el censor le pidió que retirara el humo de un tren argumentando que “ensuciaba el paisaje de Castilla-La Mancha ya de por sí feo”). Su gran éxito le llega tres años después con la película 'Nueve cartas a Berta' (1966), que obtiene la Concha de Plata en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián; el encuentro con el público fue un éxito y la película estuvo en cartel, para asombro del propio Patino tras sus problemas con la censura, durante cien días.

A partir de ese momento, Patino realiza una carrera alejada de los circuitos comerciales, destacando por los documentales 'Canciones para después de una guerra' (1971), su obra de más éxito junto con 'Nueve cartas a Berta' y en el que, mediante el uso de imágenes procedentes principalmente del NO-DO y canciones de la época ofrece un recorrido por la posguerra española; 'Queridísimos verdugos' (1973), con entrevistas a varios verdugos de la época y a familiares de ajusticiados; y 'Caudillo' (1974), sobre Franco. Estos dos últimos, como otras de sus obras, tuvieron que ser realizados de forma clandestina y sólo pudieron ser estrenados tras la muerte de Franco.

Dentro de su militancia anarcosindicalista, participa en la Fundación Cultural de la Confederación Nacional del Trabajo.

Su interés por la cinematografía de no ficción le lleva a explorar los territorios del falso documental, como el dedicado a la matanza de campesinos libertarios en 'Casas Viejas' o 'La seducción del caos' (1991), con Adolfo Marsillach. Destaca también su interés por las tecnologías audiovisuales, tanto las pioneras (posee una colección de zoótropos y linternas mágicas, instalada en la sede de la Filmoteca de Castilla y León) como las nuevas, lo que le lleva a investigar las posibilidades del vídeo desde su aparición, así como los recursos que la imagen en 3D, los videomuros o la edición informática pueden ofrecer al creador.

En 2007 recibió el título de Doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca.

En 2011 durante las revueltas ciudadanas del 15M inicia el rodaje de 'Libre te quiero', documental que se estrenó en la Seminci de Valladolid en octubre de 2012 y que narra los acontecimientos ocurridos en Madrid durante mayo y octubre de 2011.

Sobre el Grupo de Diálogo sobre Cine Contemporáneo

El Grupo de Diálogo sobre Cine Contemporáneo es un espacio de visionado, intercambio, análisis y producción de información acerca del audiovisual contemporáneo, con especial atención a la 'no ficción', abierto a todas aquellas personas interesadas en el ámbito del cine contemporáneo y del audiovisual en general.

Planteado como un grupo autogestionado de asistencia libre, coordinado por el Deac Musac, su actividad se centra en reuniones mensuales realizadas en torno a proyecciones programadas de forma colectiva.

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