Sátira, burla y aguardiente este viernes en la Plaza del Conde Luna para conocer al ganador de los Versos Burlescos Genarianos

Otro año más, y cumpliendo la edición 'doce más uno', la Cofradía de Nuestro Padre Genarín dará a conocer en el Viernes de Dolores al ganador del Certamen Genariano de Versos Burlescos, convocado por la Cofradía de Nuestro Padre Genarín en loor del santo Borrachín y en homenaje al evangelista Francisco Pérez Herrero. Una cita que, como manda la tradición, combina la devoción etílica con la sátira más divertida.
El anuncio, tras la lectura de varios de los versos enviados, será este viernes 11 de abril a partir de las 20 horas en la Plaza del Conde Luna, cuando se revele el fallo del jurado.
“Conforme a la tradición iniciada por los antiguos evangelistas, los poemas deberán contener referencias a todos los siguientes aspectos: el embrujo de la noche de Jueves Santo en León, la vida ejemplar o milagros de Nuestro Padre Genarín y una visión irónica, cómica o bufa de la actualidad política y social, cosa esta última que no parece, en principio, demasiado difícil”, explica la organización del Certamen, que también valorará las citas o referencias al evangelista Francisco Pérez Herrero.
La cita literaria de este año, que marca el inicio de las celebraciones genarianas previas a la procesión del Jueves Santo consistirá en recitar los poemas seleccionados, bien por sus propios autores —si son leoneses valientes y sin miedo al qué dirán— o, en su defecto, por miembros de la Cofradía entrenados en el noble arte de la declamación entre vapores de orujo. Desde la Cofradía avisan de que “no se exige control de alcoholemia para subir al estrado”, pero recomiendan cierta coherencia versificadora.

Como todos los años se espera que el nivel esté a la altura de las circunstancias: rimas picantes, ironía sociopolítica y, por supuesto, referencias al embrujo de la noche leonesa y los milagros del santo que murió como vivió: en la calle, con el vaso en alto y la vida por montera.
El ganador o ganadora recibirá 400 euros y la imprescindible invitación a la cena de hermandad de la Cofradía la noche de Jueves Santo, donde deberá recitar su poema entre platos y copas. Además, se otorgará un accésit (sin dinero, pero con mesa y cubierto), que incluirá también el privilegio —o penitencia— de recitar su obra en plena procesión, en algún rincón insigne aún por determinar.