Pablo Quintela: “La poesía, como todo arte, participa de lo sagrado, de lo intuitivo, de lo absoluto”

El joven poeta Pablo Quintela, autor del reciente poemario ‘La pluma en el aire’.

Manuel Cuenya

...Porque eres tú, Esla, silente vestigio de los días/ me arropo bajo tu manto, me tiendo sobre tu sombra/ para escuchar el susurro incomprensible/ arrastrado por tus aguas. A veces/ en tu voz me recojo —silenciosa compañía—/ buscando en mi interior/ aquello que muestra el continuo fluir de tus años./ ¿Cuánto tiempo vieron tus ojos?/ ¿Cuánta luz cegó tus pupilas?...

Pablo Quintela, 'La pluma en el aire'

El joven poeta leonés Pablo Quintela presentará su reciente poemario 'La pluma en el aire' (Aliar ediciones, 2022) en la sala Región del Instituto leonés de cultura de la capital leonesa el próximo viernes 18 de la mano del catedrático de Lengua Española de la Universidad de León Juan Matas Caballero y del editor Aníbal Ayala.

'La pluma del aire' fue una de las obras finalistas en el XXVII Premio de Letras Hispánicas de la Universidad de Sevilla del año 2021.

Pese a ser su ópera prima, supone, según él, un punto de inflexión en su poesía. Pues se trata de un libro en el que ha trabajado intensamente durante casi dos años. Y ha nacido, en su opinión, en un momento bisagra de su vida, en esos años en los que fue madurando sus ideas y su forma de comprender el mundo.

El poemario está dividido “en dos mitades complementarias: la pluma y el aire. La primera refleja mi forma de ver el mundo, de entender la poesía, de reconocerme en lo que me circunda. La segunda se compone de poemas de temática más amorosa, más intimistas, pues ese sentimiento es lo que ahora me eleva”, aclara su autor, emocionado asimismo por haber podido participar en algunas obras colectivas con sus poemas. Está convencido de que 'La pluma del aire' es un buen compendio de poemas, con equilibrio. Por lo que se siente orgulloso.

Su pasión por la poesía se remonta a los años escolares cuando escribía “unos versos llanos y simples, cursis y romanticones, a las niñas que me gustaban”, evoca con sonrisas. “Cuando estudiaba en el instituto -en esos años convulsos de la adolescencia- comencé a leer un poco de poesía (Bécquer, Espronceda, Neruda) y tuve mis primeros intentos en el verso”, agrega Pablo, quien reconoce que, gracias al continuo apoyo familiar, en especial de su madre y de su tía Mari Paz, que siempre le animaron a escribir, y también gracias a amigos y profesores siguió escribiendo poesía.

Su verdadera vocación por la poesía surgió unos años más tarde, cuando se percatara, según él, de que no podía entender el mundo, “su realidad invisible”, sin la poesía, porque, “como todo arte, participa de lo sagrado, de lo intuitivo, de lo absoluto”.

Reconoce que entró en el templo de la poesía por las elevadas puertas del romanticismo a través de escritores de la talla de Hölderlin, Byron, Hugo, Bécquer, Keats, Leopardi, Wordsworth... que son algunos de sus referentes literarios. “Su forma de renovar el verso, de crear, de entender el mundo y la poesía han tenido un fuerte peso en el devenir literario. De alguna manera seguimos siendo románticos”, sostiene Quintela, cuyas influencias poéticas también se hallan tradición española de Machado, J.R. Jiménez, Salinas, San Juan de la Cruz... o Luis Cernuda, sobre todo su obra final ('Invocaciones', 'Las nubes', 'Desolación de la quimera').

“Cernuda es único en reflejar el sentimiento trágico de la existencia, en atrapar la belleza que se escapa, en reflejar la vida dentro del verso”, afirma Pablo, que considera que la poesía es un intento de atrapar la realidad, de trasformar al hombre que habita en ella, de sacudir las conciencias y las almas.

En esta tierra he tenido sinsabores, desgracias, amores, amistades y muchas alegrías. En León me he formado no solo académicamente; sino de una manera vital, esencial, conociendo de primera mano la multitud de fragmentos invisibles que conforman la vida. Sin duda, León ha marcado mi forma de ver el mundo y de entender la poesía porque, de alguna manera, el paisaje imprime una cierta forma de mirar a los espectadores que lo habitan. Crecí en esta ciudad al mismo tiempo que en mí se alzaba el verso

El arte como necesidad de conocimiento

“El arte es una necesidad ya no tanto de expresión, sino de conocimiento, de unión entre los seres que habitan la tierra. Sin las manifestaciones artísticas el ser humano es un cúmulo de vacíos”, señala Pablo, que cree en la poesía como algo que nos empuja a buscar los lugares perdidos a los que siempre queremos regresar, rememorando la figura del poeta Baudelaire: “El genio consiste en reencontrar voluntariamente la infancia”; a sabiendas de que “la infancia es un ejemplo de algo que tuvimos y se fue”, apostilla Quintela, que ha pasado, en su opinión, los años más trascendentes de su existencia en León, donde nació y ha vivido, donde tuvo la ocasión de ejercer como director de la Radio universitaria de la ULE. Y eso le permitió el funcionamiento interno de la radio, crear una buena comunidad... además de poder entrevistar, entre otros, a escritores como Luis García Montero.

“En esta tierra he tenido sinsabores, desgracias, amores, amistades y muchas alegrías. En León me he formado no solo académicamente; sino de una manera vital, esencial, conociendo de primera mano la multitud de fragmentos invisibles que conforman la vida. Sin duda, León ha marcado mi forma de ver el mundo y de entender la poesía porque, de alguna manera, el paisaje imprime una cierta forma de mirar a los espectadores que lo habitan. Crecí en esta ciudad al mismo tiempo que en mí se alzaba el verso”, relata Pablo, que en la actualidad respira aires del sur, que le han aportado otra perspectiva, otra forma de mirar, de escribir... “quizá sea un proceso de madurez creativa o simplemente el embrujo andaluz”.

Granada, donde reside ahora, le ha brindado, según él, la oportunidad de publicar su primer poemario, de empaparse de nuevos referentes poéticos como Lorca, Luis Rosales o Javier Egea, “con cuya poesía me he topado en las calles granadinas”, ofreciéndole la ocasión de vivir de primera mano otras formas de entender el verso.

León, tierra de alta calidad literaria

Pequeña ciudad, te dejo./ Te dejo sola entre tus muros/ detrás de las piedras vestidas de historia./ En tus altas torres soñaba con lo/ divino mientras besaba lo mundano/ cuando creía que la pureza del cielo/ podía rozarla con tus alas... En mi tierra lo dejo todo/ pero el amor se va conmigo

Pablo Quintela, 'La pluma en el aire'

En todo caso, Pablo Quintela reivindica León, además de por su catedral, su gastronomía y su hermosa montaña, como una tierra de alta calidad literaria. “Julio Llamazares, Luis Mateo Díez, Antonio Pereira... son un ejemplo de los grandes narradores que ha parido esta tierra. La tradición poética no se queda atrás. Desde la singladura de la revista 'Espadaña' bajo las manos de González de Lama, Eugenio de Nora y Victoriano Crémer (un gran poeta al que tanto admiro), que pusieron un poco de luz en los años de posguerra, hasta Antonio Colinas o Gamoneda, la lírica leonesa ha estado bien nutrida con letras de gran valor”, apunta Quintela, orgulloso de que la raíz literaria de nuestra tierra se mantenga viva de alguna manera uniendo los lazos del pasado con nuevas formas expresivas, “desde el ya tradicional recital de versos burlescos en honor del santo Genarín, iniciado por Fermín Pérez Herrero -otro poeta excelso, un tanto olvidado- hasta el proyecto poético del Ágora de la poesía vemos que el ansia literaria se renueva con fuerza cada año, tanto con escritores coronados como con jóvenes con ilusiones, inquietud y entusiasmo. Puede que de estos nuevos proyectos, ya consolidados por los años, salga una buena remesa de escritores que enarbolen el pendón leonés dentro de la tradición literaria hispánica”, expone Pablo, que destaca el Ágora de poesía, que es uno de esos lugares de encuentro, de reflexión y de charla interminable, como un buen caldo de cultivo para hacer poesía, para que emerja el verso.

“En el Ágora de poesía se reúnen apasionados de la poesía que quieren compartir su forma de crear con los demás. Es hermosa esa hermandad y quizá de ella nazca el futuro de la literatura”, comenta Pablo, consciente de que, aunque el ejercicio literario se practique en soledad, la poesía no se construye de manera individual sino que se crea mediante el contraste, la reflexión, la meditación grupal, la comparación y el conflicto.

Espera que en el mes de septiembre de este año se publique, también a través de Aliar ediciones, su segundo poemario titulado 'Rumor del agua'. “Además, estoy volcado de lleno en la escritura de otro libro de poemas que espero que el año que viene vea la luz”, especifica él, que ve un futuro negro habida cuenta de las situaciones “tétricas, kafkianas, casi de película, inverosímiles pero reales” que estamos viviendo.

Desde la singladura de la revista 'Espadaña' bajo las manos de González de Lama, Eugenio de Nora y Victoriano Crémer (un gran poeta al que tanto admiro), que pusieron un poco de luz en los años de posguerra, hasta Antonio Colinas o Gamoneda, la lírica leonesa ha estado bien nutrida con letras de gran valor

“La pandemia ha supuesto un duro varapalo para la economía, tejido social y la cultura. Por si fuera poco, las pretensiones rusas se predicen catastróficas. Solo nos queda esperar a que todo mejore”.

...Viajas errante a través de la brisa/ dispersando tu inapresable esencia/ entre el tiempo, entre los vestigios que/ esconde la sensibilidad./ Vuelves inmutable a través del aire/ inundando la farsa con tu luz,/ quebrando el artificio que miente a tu linaje./ ¿Acaso volverás, algún día,/ a emerger entre nosotros?/ ¿Acaso volverás, algún día,/ a demostrar el valor de tu existencia?...

Pablo Quintela, 'La pluma en el aire'

Entrevista breve a Pablo Quintela

“La política se encuentra plagada de ineptos panfletarios... Nos dirige un circo de bufones”.

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'Hojas de hierba'.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Walt Whitman.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Elvira Sastre, Miguel Gane, Laura Escanes, Marwán... es decir; aquello que pretenden llamar poesía sin serlo.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Egocéntrico.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La honestidad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política se encuentra plagada de ineptos panfletarios. No son serios, más bien, nos dirige un circo de bufones. En la sociedad tengo depositada mucha confianza ya que se forma de individuos maravillosos. Cada día que salgo a la calle me emociona un gesto, una mirada, una frase y eso es esperanzador.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

El canto de las aves colmando las mañanas. Me recuerda a cuando era un niño y eso me divierte.

¿Por qué escribes?

Escribo para conocerme, para entenderme en lo circundante. “Escribir es la manera más profunda de leer la vida”, dijo Francisco Umbral.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Siempre escribo en papel, es donde mejor fluye la palabra y las ideas. En ese sentido soy un clásico.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Aparte de la gran tradición poética española, me inspira el amor, la naturaleza, las ansias de apresar la vida dentro del lenguaje. Mi manantial es el hombre.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No. Simplemente lleno folios, hojas y libretas.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Como dijo Hölderlin: “El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona”.

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