Los especialistas buscan las raíces biológicas y genéticas que expliquen las psicosis

Dicyt

La 'II Reunión Internacional sobre actualización en Esquizofrenia' que se desarrolla en Salamanca a lo largo de esta semana y que finalizará mañana se está caracterizando por su “alto nivel científico”, según sus organizadores. Entre los temas que los especialistas están exponiendo en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León destaca la necesidad de cambiar de paradigmas en la concepción de la esquizofrenia y de las psicosis en general, ya que en la actualidad se basan en la descripción de síntomas poco claros. Ramas como la Biología y los estudios genéticos pueden aportar mucho en el conocimiento de estas patologías, según han señalado hoy algunos expertos.

Álvaro Díez Revuelta, investigador de la Universidad de Salamanca ha abordado el concepto de endofenotipos, “una herramienta nueva que se ha potenciado mucho en los últimos años para el abordaje de la esquizofrenia desde un punto de vista más biológico”, ha explicado. “Tradicionalmente, la esquizofrenia se ha abordado en su sintomatología, en su expresión más externa de delirios y alucinaciones, pero falta cierto consenso sobre la explicación biológica de la enfermedad. El concepto de endofenotipo trata de evitar variables ambientales, educativas o psicosociales, serían medidas no contaminadas por la sintomatología que nos pueden acercar a comprender los mecanismos biológicos de la enfermedad y la genética subyacente, que se ha mostrado muy esquiva en los últimos años”, ha declarado a DiCYT el especialista.

En la esquizofrenia y otras psicosis, “sabemos que hay unas causas genéticas, pero interviene un gran número de genes y es muy difícil encontrar cuáles son y en qué modo inciden en que vayan apareciendo esos síntomas”, resalta. Por eso, “buscamos los mecanismos más básicos de la enfermedad, que en estudios de asociación genética nos permitan apuntar mejor a los genes de riesgo y poder sacar conclusiones fiables”.

Otro experto que ha intervenido hoy, Javier Sanz, del Hospital 12 de Octubre de Madrid, apunta a la necesidad de “cambiar nuestra concepción de la esquizofrenia y de la psicosis”. En su opinión, la idea de que la esquizofrenia es una enfermedad delimitada, definida y concreta ya está superada. Se trata de patologías basadas en una descripción de síntomas inespecíficos que puede que no tengan una causa común, por eso, apuesta por una investigación más científica en el campo de la Biología y de la Genética para agrupar las psicosis “de una forma más coherente, no solamente descriptiva, como se ha hecho en el último siglo”.

En este sentido, considera que cualquier individuo de la población general puede tener síntomas psicóticos como una alucinación, pero “eso no significa que sea una psicosis”. De hecho, “los psicóticos no son seres distintos, cualquiera a lo largo de nuestra vida podemos tener síntomas psicóticos y más si acumulamos factores de riesgo como consumir tóxicos y situaciones de estrés”.

A lo largo del congreso, los temas abordados está siendo muy diversos. Así, Manuel Cuesta, psiquiatra del Hospital Virgen del Camino de Navarra ha analizado el problema de las alteraciones cognitivas dentro de la esquizofrenia. “Afecta a los rendimientos de memoria, atención o capacidad ejecutiva”, asegura. “Son alteraciones que hacen que estos pacientes tengan dificultades en la vida cotidiana y tienen que ser objeto de tratamiento”, asegura. En este sentido, su línea de investigación se basa en realizar “una evaluación pormenorizada y una asociación entre las alteraciones y el comportamiento de las personas”. En este sentido, “queremos ver que si estas personas pueden defenderse en la vida cotidiana, queremos ver cuál es la alteración cognitiva subyacente a estos problemas y proveerles de herramientas para afrontarlos”, asegura.

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