Escoria de la siderurgia para construir caminos y estabilizar suelos.
En 2010, la industria siderúrgica generó tres millones de toneladas de escoria. Para parte de ella no se encontró un uso alternativo a su depósito en los vertederos. Si a esto se une la creciente necesidad social de buscar un desarrollo sostenible y cuidar el medio ambiente, se plantea la cuestión de cómo reutilizar este subproducto. Una tesis doctoral elaborada por Vanesa Ortega, investigadora de la Universidad de Burgos (UBU), propone aprovechar las escorias blancas y negras procedentes de la acería eléctrica para la estabilización de suelos arcillosos de mala calidad, así como en capas de firmes de caminos rurales.
El objetivo de la investigación, efectuada durante tres años, es la reutilización de la escorias blancas de horno de cuchara (LFS) y negras de horno eléctrico de arco (EAFS) en la construcción de caminos rurales. Por un lado, la escoria LFS se emplearía para estabilizar suelos arcillosos de mala calidad encontrados en la traza del camino, con el objeto de formar la explanada. Y, por otro, la EAFS serviría para construir la capa base con escoria, para poder así sustituir las zahorras (término con el que se describe a al material compuesto por áridos no triturados, suelos granulares o a la mezcla de ambos) procedentes de canteras, ha explicado a DiCYT la doctoranda del Departamento de Ingeniería Civil de la UBU.
En el trabajo se concluye que, con proporciones del cinco por ciento de escoria blanca LFS se consiguen resultados “excelentes” en la estabilización de arcillas, ya que aumenta su capacidad portante y resistencia a compresión y disminuye su plasticidad e hinchamiento. La mezcla de escoria negra EAFS con detritus calizo, por su parte, alcanza propiedades cercanas a las que tienen las zahorras empleadas en las capas del firme de caminos rurales, cumpliendo las prescripciones de la normativa de referencia.
Generación de las escorias
Formada por óxidos de hierro y de cal, la escoria negra se genera en una fase primaria de fundición del acero. La utilizada en la presente investigación, en concreto, se forma en el horno eléctrico de arco a partir de chatarra y hierro, a razón de 100-150 kilogramos de escoria por tonelada de acero producido. La blanca surge en una fase secundaria de desulfuración, desoxidación y purificación del acero en los hornos de cuchara. Se obtiene en torno a 30-60 kilogramos de escoria por tonelada de acero purificado. En este caso, el acero proviene tanto de los hornos eléctricos como de los convertidores de oxígeno, ha expuesto la investigadora.
Ortega ha incidido en que la escoria negra se utiliza habitualmente para preparar bases y sub-bases en la fabricación de hormigones hidráulicos, como material de relleno y corrector de suelos, mientras que la blanca se usa principalmente para fabricar cementos del tipo Portland. Existen estudios sobre la aplicación de esta última escoria en morteros de albañilería.
El uso concreto que se le ha dado en esta investigación puede ayudar a resolver los problemas existentes en los caminos rurales, vías con baja intensidad de tráfico, pero que generalmente se construyen con bajas inversiones que hacen que su durabilidad no sea elevada. El estudio trata de “ofrecer mas alternativas de aprovechamiento” de estos subproductos, ya que su consumo en la actualidad “sigue siendo inferior a su producción”, ha apuntado.
Con la reutilización de estas escorias se logra, además, disminuir la actividad extractiva de árido natural, “evitando el agotamiento de recursos naturales y contribuyendo a la conservación del entorno, recuperación de espacios degradados y a un desarrollo sostenible”, ha concluido.