Vuelven las tablas históricas al debate entre el Cabildo y el Ayuntamiento de Las Cantaderas

Las Cantaderas

S. Gallo / Ical

La ciudad de León vivió hoy una jornada de exaltación de sus tradiciones con la celebración de las tradicionales Cantaderas en el claustro de la catedral, a lo que siguió un multitudinario desfile de pendones que estuvieron acompañados, como es habitual, por los carros engalanados. El acto central de esta jornada fue la celebración de la ceremonia del 'foro u oferta' de Las Cantaderas, en las que un año más el debate entre el Cabildo catedralicio y la corporación municipal terminó sin acuerdo sobre si el pueblo asiste a esta cita de forma voluntaria o no.

La capital leonesa se convirtió en un auténtico hervidero de gente para disfrutar de todas estas tradiciones en el primer fin de semana de las fiestas de San Froilán. La jornada arrancó con una de las anécdotas, ya que el inicio del debate dialéctico se vio ligeramente retrasado por el tañido de las campanas, que impedía escuchar a los oradores. “Me prometió que íbamos a tener juego limpio y esto ha sido una táctica intimidatoria lejos del fair play”, declaró el síndico municipal, Fernando Salguero.

Salguero se dirigió a los representantes catedralicios para lamentar su inferioridad. “Me parece haber contado 21 contra cuatro, aunque nos pueden meter algún gol”, dijo el síndico municipal antes de hacer un repaso por la historia de esta tradición. “A pecho descubierto” sin el bastón de mando, insistió en que el pueblo de León acude a esta tradición “libre, voluntariamente y con alegría”, señaló.

El vicario judicial del Cabildo catedralicio, Mario González deseó “lo mejor” a Fernando Salguero “en el desarrollo de su tarea municipal” ya que estimó que cuanto más éxito tenga en ella “más seguros y protegidos estaremos todos los leoneses”. Igualmente, recordó los dos años en los que Salguero fue abad de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, en los que la procesión de Viernes Santo no pudo salir por culpa de la lluvia. “Que le nombren abad para ver si terminamos con la sequía”, bromeó González, quien recordó que las viejas historias “cuando las tocas, se marchitan”, por lo que rebatió que el pueblo viene “obligado a la catedral”.

“No veo a nadie ejerciendo coacción” para asistir a este acto, recalcó el síndico municipal, quien advirtió al Cabildo catedralicio que “perdido el fuero, perdido el huevo”, por lo que explicó que con los cambios sociales que se están produciendo “se pierde el fuero y se pierde el huevo”. Tras todo ello, Salguero instó a los miembros del Cabildo a aceptar la ofrenda voluntaria y, si no, a recibir unos dados -en alusión a la reciente restauración de la portada norte del templo-.

“Vienen libremente a cumplir una obligación, no hay que mandar a la Guardia Civil”, concluyó Mario González, que recordó que esta obligación no la impuso la Iglesia, sino el pueblo de León. “Si no cumple con el deber, son unos desertores”, declaró, para poner fin a un debate dialéctico que volvió a acabar sin acuerdo y que un año más fue contemplado por decenas de personas que se agolparon alrededor de todo el claustro de la seo leonesa.

Y mientras tanto, en el exterior del templo, los pendones leoneses, en un número superior a los 250, y casi medio centenar de carros engalanados discurrieron por las calles de la capital para darse cita frente a la catedral,donde se produjo una de las imágenes más esperadas, que era la de los estandartes apoyados en la valla que rodea todo el templo. Todo ello, junto al buen tiempo, a pesar del cielo encapotado, llenó las calles de la ciudad, que durante toda la mañana estuvieron abarrotadas de leoneses y de turistas.

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