UPL ve “inconcebible” el proyecto de la Junta de vallar cuatro lagunas protegidas de Babia y exige “inversiones reales”
Unión del Pueblo Leonés (UPL) y en concreto el alcalde del municipio de Cabrillanes y diputado provincial, Emilio Manuel Martínez, critican con dureza el “inconcebible” proyecto de la Junta de Castilla y León por el que la Consejería de Medio Ambiente prevé vallar cuatro lagunas altamente protegidas de la comarca de Babia, exigiendo que lo deseche y que, en cambio, ejecute en la zona y la provincia “inversiones reales”.
La iniciativa, desvelada ayer en ILEÓN, ya está tan avanzada que incluso se ha adjudicado ya un contrato para instalar una valla en la totalidad del perímetro de las lagunas de Las Verdes, la Grande, la Recoleta y la laguna del Lago Chao, con la intención declarada de proteger la flora singular en su entorno inmediato en el Parque Natural de Babia y Luna y evitar así que se acerque a ellas el ganado. El objetivo último es evitar su acceso a una determinada flora ubicada en las cuatro masas de agua, algunas de ellas con especial protección, tanto en el municipio de Cabrillanes como en uno de los casos en San Emiliano.
Resumiendo su indignación, Martínez afirma que “las vallas deberían ser para cerrar las comarcas leonesas a ciertos políticos, que no tienen los pies en el suelo y no conocen lo que verdaderamente necesitamos en los pueblos de esta provincia”, en referencia al consejero leonés de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
El leonesista Martínez asegura que “es indignante ver cómo la Junta de Castilla y León se gasta el dinero público en cuestiones que ni conocen ni son positivas para los habitantes de esta zona”. Explica que el aprovechamiento de los pastos de montaña en las inmediaciones de estas lagunas y humedales “llevan realizándose desde hace siglos a través de una tradición tan arraigada como es la trashumancia” en los puertos de montaña, “un aprovechamiento que los glaciares y la orografía han modelado, junto con la mano del hombre, con un pastoreo tradicional y sostenible”, precisamente.
Por eso ve “inconcebible” que “con las verdaderas necesidades que hay en el Parque Natural de Babia y Luna, se pretenda invertir estos fondos en vallados que, a corto plazo, se convertirán en un residuo” en el interior del parque por la falta de mantenimiento, eso aparte de que ya no se podrán observar y disfrutar los humedales como hasta ahora y durante siglos. Y señala que “deberían de fijarse en que la fauna piscícola, los cauces de los ríos, que se encuentran impracticables, llenos de maleza y arrastres, lo que supone un peligro para los vecinos de las diferentes localidades cuando surgen los deshielos y avenidas” de los ríos.
Su argumento es que la Junta de Castilla y León debe “preocuparse más por el bienestar de los habitantes del Parque Natural de Babia y Luna, realizando inversiones reales que fomenten el asentamiento de población”, uno de los verdaderos dramas de esta y otras comarcas. Porque para ello recuerda que los vecinos necesitan mejoras en infraestructuras locales, además de la conservación del patrimonio urbanístico, y un desarrollo sostenible como es el asentamiento de explotaciones ganaderas competitivas con las exigencias europeas.
“Es necesario llevar a cabo políticas encaminadas a colaborar con nuevos emprendedores turísticos, mayor inversión en los centros educativos y en los consultorios médicos, que están sostenidos únicamente por fondos municipales, y eliminar las trabas a las que nos enfrentamos como una PAC que cada vez es más exigente y menos justa”, concluye entre las verdaderas prioridades que defiende. Eso junto a una discriminación fiscal positiva “en favor de la región leonesa y del mundo rural”, concluye.
