Los tribunales deciden de nuevo sobre la licencia del parque eólico Valdesamario ya anulado por afectar al urogallo

Imagen de archivo de uno de los pocos urogallos que quedan en España.

Antonio Vega

21 de febrero de 2025 08:33 h

Un nuevo juicio analiza el futuro del parque eólico Valdesamario, uno de los parques del llamado nudo Villameca que iniciaron su tramitación al principio de los años 2000 y cuya autorización del año 2008 fue anulada por la justicia de forma definitiva en el año 2017. Pero la Junta de Castilla y León reautorizó en el 2022 el proyecto de la sociedad Energías Especiales Alto Ulla, una sociedad filial de Endesa, que afecta a los municipios de Valdesamario, Riello y Villagatón y cuenta con 12 aerogeneradores.

Este lunes el juzgado acoge uno de los hitos del procedimiento, la comparecencia y testificales solicitados por la parte recurrente, en este caso la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, y de los técnicos de la Junta de Castilla y León que hicieron los informes que avalaron su nuevo permiso de autorización, ya que el parque está construido y en funcionamiento desde enero del 2010. En total acuden dos técnicos de la Junta, dos peritos por la parte recurrente y un perito a instancias del procedimiento.

El Tribunal Supremo confirmó, en una sentencia de 2017, la ilegalidad del parque eólico de Valdesamario con los mismos argumentos que empleó en otras dos vecinas instalaciones eólicas que también anuló (La Espina y Peña del Gato): todas las centrales fueron autorizadas sin valorar el impacto que su construcción ha tenido sobre las poblaciones de urogallo cantábrico, especie el peligro crítico de extinción y presente en la zona. El Supremo ratificó una sentencia del TSJ de Castilla y León de 2014 que entendió irregular la autorización del parque bajo esos mismos argumentos. El juicio llega tras rechazar el Gobierno las pretensiones de Repsol en el primero de sus parques eólicos en la sierra de Gistredo y el Alto Sil precisamente por su afección a especies como el urogallo y el oso pardo.

En un informe previo a la reautorización del parque eólico Valdesamario, la Jefa de Medio Ambiente de León señaló que en la vigilancia ambiental del parque eólico desde enero de 2010 hasta junio del 2020 “muestran que tras 2016, la presencia de urogallo fue decayendo, hasta reaparecer la especie en la primavera de 2019 y durante el primer semestre de 2020 por medio del avistamiento de una hembra en la zona del Teso de la Mayada”.

Lo que se dirime en este juicio es, además de si la autorización nueva del parque es correcta y cumple con lo anulado en los tribunales, el desmantelamiento del mismo, ya que sus opositores insisten en su ilegalidad y la necesidad de desmontar lo que se montó al margen de la legalidad.

El parque eólico se construyó, según la autorización, dentro de “una zona de máxima sensibilidad, arrojando este resultado por encontrase el PE Valdesamario dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera Valles de Omaña y Luna”, aunque se situó en los márgenes de las afecciones de la Red Natura 2000. Dado la ubicación del urogallo en la zona se aprobó como medida de prevención que durante medio año, entre el 15 de diciembre y el 31 de julio, no se podría circular sobre los viales de comunicación salvo lo mínimo para que funcione el parque eólico y previo permiso de la Junta.

Alrededor del llamado nudo eólico de Villameca se planteó la construcción de más de una veintena de parques eólicos entre las comarcas de Omaña, Cepeda y Bierzo Alto. Solo seis fueron construidos y entraron en funcionamiento, de los cuáles tres fueron anulados por los tribunales y reautorizados por la Junta de Castilla y León, volviendo a estar en los juzgados sus licencias. El resto de parques planteados sus autorizaciones fueron cayendo por los recursos judiciales ante las irregularidades administrativas y ambientales registradas en sus autorizaciones.

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