El misterioso urogallo muerto que pone en jaque la mayor zona eólica de León
A la Junta de Castilla y León se le siguen atragantando los asuntos eólicos. A la investigación sobre la mayor trama de corrupción de la historia de la Comunidad Autónoma -con una querella inicial de 21 investigados y unas presuntas comisiones de más de 80 millones de euros- se le une la situación legal del mayor enclave eólico de la provincia, el conocido como 'nudo de Villameca'.
En esta zona, que se ubica entre las comarcas de Bierzo Alto, Omaña y Cepeda, se proyectaron hasta 27 parques eólicos que han acabado mayoritariamente en los tribunales con varias sentencias firmes anulando parques eólicos ya construidos y en funcionamiento, como es el caso de La Espina, Valdesamario o Peña del Gato. Estos parques vieron anuladas sus autorizaciones en el Tribunal Supremo y el TSJ por obviar la Junta de Castilla y León la afección de los mismos a una de las especies en mayor peligro de extinción de la península ibérica, el urogallo.
A principios de año surge en círculos naturalistas del Bierzo Alto el rumor de la aparición del cadáver de un ejemplar hembra de urogallo a los pies de una torre eólica ubicada en un parque del nudo de Villameca. La falta de información oficial sobre este suceso derivó en varias peticiones de investigación sobre esta muerte, mediante escritos a la Fiscalía o a la propia Junta aunque seguía sin conocerse de forma oficial si el hecho había sucedido o no. Esto motivó que colectivos ecologistas solicitaran en fechas recientes a la Junta el expediente completo sobre esta muerte, de la que se hablaba en diversos foros pero sin conocerse de forma oficial.
Un ejemplar de urogallina fue localizado el pasado 27 de enero a los pies de una torre eólica. La Junta lo ha confirmado cuatro meses después.
Este jueves la consejería de Fomento y Medio Ambiente, que dirige el leonés Juan Carlos Suárez Quiñones, ha confirmado a ileon.com la localización y existencia del cadáver de la urogallina el pasado 27 de enero en un parque eólico de Folgoso de la Ribera, negando que se haya producido ocultación de esta información. La respuesta de la Junta ha sido la de facilitar detalles de la autopsia realizada y una imagen del animal (que ilustra esta información), pero esta información contrasta con la que se produce cuando el animal afectado es otra especie en peligro de extinción como es el oso pardo, cuando se comunica de una forma bastante extensa. Hasta la petición de aclaración de ileon.com no se había informado de forma oficial del suceso.
Según la Junta en la recogida del animal se aplicó el protocolo de recogida de animales muertos en el medio natural y los restos se trasladaron al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid, donde se le realizó la necropsia. Según la información oficial la muerte del animal se debió a un “traumatismo”, no apreciándose fracturas óseas, ni heridas externas o plomo. De confirmarse estos datos sería la segunda muerte de un urogallo en Europa que se podría atribuir de forma directa a la afección de un parque eólico, tras datarse otro caso en Suecia hace algunos años.
Fuentes conservacionistas consultadas por este periódico han lamentado “la falta de transparencia” de la Junta sobre la situación del urogallo y en concreto del hallazgo de uno muerto a los pies de una torre eólica, recordado el estado crítico en que se encuentra la especie. Además de los parques eólicos que la Junta autorizados en zonas de localización de la especie, esta ha visto su hábitat muy afectado por el incendio en las comarcas de Omaña y Cepeda de verano del 2015.
Según ha informado la consejería de Fomento y Medio Ambiente tras la aparición del cadáver del animal se elaboró un informe, “habiendo dado lugar a una petición de medidas complementarias de señalización de elementos auxiliares a las instalaciones del entorno”.
Pero se da la circunstancia que el cadáver de la hembra de urogallo localizado es en una zona que la Junta ha negado como 'crítica' para la especie en su Plan de Recuperación del Urogallo Cantábrico pese a la existencia de informes científicos que sitúan en la zona cantaderos (zonas de reproducción), elemento obviado por los responsables de la Consejería de Medio Ambiente al elaborar su proyecto. Casualmente todas las zonas de construcción de parques eólicos del nudo de Villameca no fueron consideradas 'críticas' para la conservación de la especie. La aparición del cadáver dinamita ahora las teorías de la Junta sobre la nula afección de los parques eólicos a la pervivencia del urogallo, algo ratificado en los tribunales de forma reiterada. Y ahora un cadáver pone más en duda que nunca si la Junta ha priorizado los parques eólicos sobre su obligación de proteger a una especie.