Peligrosos baches en la rotonda de La Granja de León siete meses después de abrirse al tráfico

Baches en la ronda Este de León.

“Gafe” puede ser una palabra que le viene como anillo al dedo a una de las dos polémicas rotondas de la Ronda Este que circundan la capital leonesa, ejecutadas por el Ministerio de Fomento. En concreto, el gafe se ceba con la situada en la zona de La Granja, ya que a la inusual acumulación de accidentes de tráfico se suma ahora la aparición de baches en el asfalto. Un asfalto, y ahí está el detalle que indigna a los conductores, que fue extendido hace apenas siete meses, cuando en agosto se abrió al tráfico este remodelado cruce de la LE-30 en León.

La glorieta de La Granja, como en el caso de la otra situada en el cruce del Hospital de León, ha acumulado en este tiempo muchos titulares, sobre todo a causa primero de las enormes retenciones de tráfico que sus obras, y posteriormente por los siniestros que ha registrado y las duras críticas generalizadas de los usuarios de esta circunvalación leonesa por acabar con el cruce a través de una rotonda -una vez que el PP en el Gobierno desechó el plan inicial de ejecutar sendos pasos subterráneos- situando semáforos para regular el paso de peatones.

Este hecho provocó sucesos muy variados, desde atropellos a colisiones de todo tipo, así como retenciones en ocasiones de más de dos kilómetros. Una serie de problemas que hicieron preguntarse a la mayoría de los conductores si era necesaria una obra ejecutada por 1,4 millones de euros para causar más problemas, incluso, que los existentes previamente. Y todo por no ejecutar los cerca de 9 millones en los que se había presupuestado los respectivos pasos subterráneos, en La Granja y Hospitales, como el que sí se llegó a hacer años antes en el cruce de Villaobispo.

El caso es que ahora, siete meses después de abrirse al tráfico el 30 de agosto, y sólo 3 meses desde que los últimos trabajos de ajardinamiento de la rotonda y la instalación definitiva de los semáforos regulados con pulsador dieran por concluidas definitivamente las obras, el asfalto se abre en varios puntos, causando un peligro aún mayor en la zona. Especialmente ocurre en dos puntos en los que se unen dos capas diferentes de rodadura, lo que evidencia quizá una calidad insuficiente, ya que tampoco ha transcurrido tanto tiempo desde que se echó la última capa asfáltica.

La situación, muy llamativa en este punto, se agrava además con un estado de conservación bastante malo en el resto del recorrido de la Ronda Este, en general; y muy en particular en el pésimo que presenta en otra rotonda, la de Carrefour, que al menos fue abierta al tráfico en el año 2012.

La confluencia de esta rotonda con la avenida Fernández Ladreda, especialmente, presenta varios metros cuadrados de profundidad en el asfalto y, por añadidura, numerosa grava desprendida, en un punto de entrada y salida a la capital leonesa que suma una enorme afluencia. La unión de todo esto llega a sublevar a unos conductores, hartos de constantes problemas y numerosos siniestros en esta incompleta Ronda leonesa que supera las dos décadas de existencia.

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