SocalemFYC apoya la reestructuración sanitaria planeada por la Junta
La Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (socalemFYC) ha manifestado mediante un comunicado de prensa su apoyo a la reestructuración médica planificada desde la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León. El nuevo plan pasa por la ordenación de los recursos asistenciales que afectarán tanto a médicos de primaria que trabajan en el medio urbano como en el rural.
El objetivo pasa por reequilibrar la carga asistencial de los profesionales, teniendo en cuenta que algunos cuentan con 1.700 tarjetas sanitarias y otros, con apenas 400. “En opinión de esta Sociedad, que viene reivindicando desde hace años esta decisión, se trata de una medida imprescindible para resolver una de las grandes bolsas de ineficiencia del sistema sanitario de Castilla y León y para dar un cierto equilibrio en las cargas de trabajo que soportan los diferentes profesionales que ejercen en la Atención Primaria y el mantenimiento de su competencia profesional”, han declarado.
Según han manifestado “si bien esta cifra se queda corta aún, esta Sociedad cree que es un paso importante en dar solución a este problema y reclama su desarrollo y aplicación contando con el consenso y la participación de profesionales, a quienes deberá compensarse adecuadamente en aspectos como el gasto por desplazamiento, y la
población y municipios afectados, a quienes deberá garantizarse la calidad y la equidad de la atención“.
Según los datos de socalemFYC, “en la comunidad ejercen unos 2370 médicos de familia, con población asignada. De estos, más del 31% tienen menos de 500 pacientes asignados (unos 750) y, al contrario, más del 12% (290 médicos) tienen cupos superiores a 1650 (el considerado cupo óptimo por la normativa de la propia Consejería, sin tener en cuenta que los cupos docentes no deberían superar los 1500). La media de pacientes asignados por médico de familia en Castilla y León es de aproximadamente 960 personas”.
De la misma manera han asegurado ser conscientes de que “Castilla y León tiene características propias y peculiares que condicionan enormemente una reestructuración de este tipo: la dispersión y distancias entre núcleos de población, el envejecimiento y la morbilidad que implica, las barreras geográficas, las necesidades de atención urgente, la organización de cada Área y Zona Básica de salud, etc. Por esta razón, la decisión tomada por la Consejería de Sanidad nos parece especialmente valiente y necesaria en estos tiempos de racionalización para la sostenibilidad del Sistema sanitario”.
