El Poligono X cree que ha llegado la hora de la reinversión

Diez Pérez, presidente de la asociación de vecinos.

Milena Pasetti

La asociación de Vecinos del Polígono X nace en el marco de una estrategia defensiva. Los habitantes de los bloques que lo conforman custodian celosamente la fisonomía del barrio, caracterizado por tener sólo dos accesos y ninguna avenida que lo atraviese. Es decir, sólo circulan por allí quienes tienen alguna conexión con la urbanización.

“Somos un barrio privilegiado, muy tranquilo, con poco tráfico, poca contaminación acústica y muy bien ubicado. Tenemos centros comerciales cerca, tenemos colegios cerca”, sintetiza Juan Carlos Diez Pérez, presidente de la asociación.

Sin embargo, reconoce que quieren apertura, pero de una “manera lógica”. “Lo que se pretendía hacer con la ronda interior era una barbaridad. La idea era atravesar la zona del instituto Ginés de los Ríos, para salir por Moisés de León hasta una rotonda que se iba a construir frente a la Crónica de León. Eso era convertir al Polígono X en una zona más, rompiendo totalmente la filosofía del barrio”.

Poca inversión

“Los vecinos hicimos un cálculo aproximado hace dos o tres años. Aquí hemos pagado cerca de 18 millones de euros en IBI en todos estos años, desde que se construyó el Polígono, hace unos 20 años. Y la inversión en infraestructuras ha sido prácticamente nula, salvo algo de mantenimiento. Habría que empezar ya a darle un lavado de cara, como ser aceras, bordillos, zonas de aparcamiento de vehículos”, apunta Diez Pérez.

“En condiciones normales, seríamos más exigentes, pero sabemos que no hay dinero y que no podemos pedir grandes cosas”, admite sin embargo.

Entre las prioridades de los vecinos destaca el cierre de una cancha deportiva que está junto a la zona comercial. “En verano da muchos problemas, porque hay gente jugando hasta la madrugada y no hay quien duerma. Los vecinos están muy molestos con eso. Si se pusiera un vallado, podría estar cerrada por las noches. Se intentó poner un horario, pero el cartel duró un día”, sintetiza.

Envejecimiento

Otra cuestión que preocupa, bastante, a los vecinos del Polígono X es el progresivo envejecimiento de la población, que hace que poco a poco las demandas de servicios vayan modificándose con el tiempo. El barrio comenzó a construirse hace 20 años, y en aquel momento llegaron muchos matrimonios de mediana edad a instalarse allí.

“Se cedió la parcela para la construcción de la Ciudad del Mayor con acuerdo de los vecinos, con la condición de que una vez acabada, parte de los servicios se brindaran al barrio. Una sala cultural, un lugar de reunión, porque ahora mismo la gente mayor no tiene dónde reunirse. Cada día es más fuerte esta necesidad. Cada vez hay menos niños y más gente mayor, que podrían hacer uso de una biblioteca, por ejemplo, donde ir a leer, a jugar a las cartas, etc.

Servicios generales

Por último, Díaz Pérez reconoce que el barrio requiere de algunos servicios generales, comunes a todos los barrios, como iluminación, seguridad, transporte y señalización.

En este sentido, destacó que han solicitado que se coloque en el ingreso al barrio un cartel tipo mapa, que permita al visitante comprender la organización y numeración de los bloques de edificios.

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