Piden a la Junta que autorice quema de rastrojos en septiembre al bajar el riesgo de incendios
La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) hizo hoy un llamamiento a la Consejería de Agricultura y Ganadería para permitir la quema controlada de rastrojos por motivos fitosanitarios en septiembre y octubre, unos meses en que baja el riesgo de provocar incendios forestales. Una actividad que la organización agraria recuerda que siempre ha sido habitual por esas fechas para combatir las malas hierbas, enfermedades y plagas existentes en las fincas.
El coordinador de UCCL-Valladolid, Valentín García, apuntó esta mañana que la autoridad competente tiene la potestad de permitir la quema controlada de rastrojos, al igual que ocurrió hace unos años con la plaga de los topillos aunque ese permiso llegó tarde, a partir de noviembre, con unas malas condiciones meteorológicas. “Esta quema de rastrojos no tiene nada que ver con los incendios porque los agricultores siempre han controlado estas prácticas”, precisó.
Ayudas para contratar seguros
Los responsables de la organización agraria aprovecharon el encuentro con los medios de comunicación para mostrar su disconformidad con la actual política de los seguros agrarios al criticar la reducción de las subvenciones de la Administración regional y la falta de actualización del rendimiento de los cultivos de cereal por las compañías aseguradoras.
Valentín García cargó contra la Junta después de reducir la línea de ayudas para suscribir los seguros agrarios que han pasado de 15 a 1 millón de euros desde 2011. Consideró insuficiente la devolución del uno por ciento del coste de las pólizas cuando, en todo caso, debía ser una cantidad que debía adelantar la Consejería.
“El desembolso tan importante a la hora de contratar un seguro agrario ha motivado un descenso del 8,5 por ciento entre los profesionales de la Comunidad en cuanto al cereal”, apuntó el responsable de cultivos herbáceos de UCCL, Isidro del Campo. Además, anunció negociaciones con la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) para actualizar la productividad de los cultivos recogida en las pólizas y tener en cuenta el terreno donde estaba sembrado el cereal. No en vano, precisó que la productividad de una finca varía en función de los cultivos previos y la rotación.
El coordinador de UCCL Valladolid lamentó la tendencia a la baja de los precios del cereal, que rondan los diez euros la tonelada en el caso del trigo y la cebada. “Estos precios están injustificados con una mala campaña de cereal y con una menor cotización del petróleo”, sentenció. Un hecho que, además, contrasta con el coste de los abonos que han aumentado entre 20 y 30 euros la tonelada. De ahí que advierta del riesgo de la caída del PIB de la Comunidad al recordar que la agricultura es un sector estratégico en la economía autonómica.