El Museo de Semana Santa de León incumple la ley al carecer de Plan Museístico después de tres años abierto
La Ley de Centros Museísticos de Castilla y León, que data del año 2014, obliga a que “los centros museísticos deberán contar con una Plan Museológico como instrumento de organización al servicio de su misión y funciones”. Una condición que a día de hoy el llamado Museo Diocesano y de Semana Santa de León no cumple a pesar de permanecer abierto desde hace ya casi tres años.
Los trabajos para poder desarrollar el obligatorio planeamiento expositivo de este emplazamiento cultural del Obispado de León, situado en el antiguo Seminario Mayor San Froilán de León, entre la Catedral y la Plaza Mayor, y que gestiona a través de una Fundación, arrancaron a finales de septiembre del año 2021, algo más de un año después de inaugurarse.
En aquella fecha, a través de una nota de prensa, la Diócesis admitía que se incumplía la legislación, a pesar de que cinco años atrás ya había nacido el proyecto con la bendición de una primera piedra para el futuro museo, tiempo en el que nada se avanzó al respecto del contenido y la planificación del mismo.
Aquellas obras acabaron costando un 67% más de lo presupuestado, pasando de 4,8 a 8 millones de euros, de los cuales 2,7 (más de la mitad de la cuantía inicial) fueron regalados a fondo perdido por instituciones públicas como la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de León y la Diputación, sobre todo la primera, todas ellas gobernadas entonces por el Partido Popular. Todos aquellos recursos públicos se adjudicaron a dedo, menospreciando la Ley de Contratos del Sector Público y troceando contratos, algo que la Iglesia católica defendía.
En prelado, Luis Ángel de las Heras, presidía entonces la primera “Comisión técnica asesora” con miembros nuevos del Patronato, despidiendo a su impulsor y anterior ecónomo, Pedro Puente, y sustituyéndole por el entonces vicario de la Diócesis, Luis García Gutiérrez. Este ha sido nombrado este año 2023 nuevo abad del Cabildo de la Real Colegiata de San Isidoro.
Fuentes oficiales de la Junta de Castilla y León consultadas admiten que camino de dos años después parte del trabajo se ha realizado pero aún así está lejos todavía de ser una realidad. La Fundación ha llegado a entregar documentación al área correspondiente de la Delegación Territorial, concretan esas fuentes, e incluyen el Plan Museístico, pero esa documentación se ha devuelto con el requerimiento de que se subsanen defectos encontrados en la documentación.
Mientras, la instalación permanece infrautillizada con fines vinculados a la Semana Santa y en general a actos eclesiásticos. Se puede comprobar con el vacío casi total de su interior en la actualidad pero también la escasa lista de eventos con este tipo de contenidos desde su inauguración en julio de 2020.
En este tiempo, eso sí, los más de 5.000 metros ubicado cuadrados restaurados han albergado numerosos eventos ajenos, precio pago de tasas que el Obispado y la Fundación ocultan públicamente, tales como entregas de premios, jornadas de comunicación o económicas, incluso de comercio electrónico, cócteles, reuniones y vinos españoles de congresos y hasta carísimos cumpleaños particulares. El dinero por todo ello recaudado también se oculta, como igualmente las visitas por taquilla contabilizadas en este tiempo.
Una cláusula permite exigir el dinero invertido
Ante las últimas polémicas, el Gobierno autonómico de la Junta de Castilla y León que forman PP y Vox, a través de su portavoz, Carlos Fernández Carriedo, se comprometió la semana pasada a “influir para que entre todos podamos mejorar su funcionamiento”, en referencia al Museo.
El portavoz soslayó de momento la posibilidad de aplicar la cláusula del convenio firmado en 2016 en la que se conceden 50 años de uso museístico al espacio pero que exige “destinar al uso museístico proyectado los bienes rehabilitados” porque “en caso contrario deberá procederse al reintegro de las subvenciones” concedidas.
Por su parte, el actual alcalde, el socialista José Antonio Diez, defendió recientemente la millonaria inversión realizada y las muchas subvenciones, entre ellas el medio millón municipal, asegurando que invertir en el Museo de Semana Santa leonés “han merecido la pena”, aún reconociendo que existen deficiencias en el edificio incluso para exponer tallas y pasos.