Mañueco, el 'presidenciable' poco conocido y de derechas que aprueba en las encuestas

Alfonso Fernández Mañueco nuevo presidente del PP de Castilla y León. Foto: Rubén Cacho / ICAL

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El nuevo presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, logró el aprobado en la primera encuesta publicada desde su elección, el barómetro de primavera de la Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León (Socyl), si bien el sondeo revela que el grado de conocimiento entre la población es del 37,1 por ciento, según informaron hoy los responsables de la organización, que explicaron que el trabajo se realizó a partir de 800 entrevistas realizadas entre el 8 y el 20 de mayo.

Con estos resultados, la organización sitúa a Mañueco como el segundo político con más puntuación de la Comunidad, sólo por debajo del 5,5 del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, pero por encima del 4,1 del secretario general del PSCyL, Luis Tudanca, del 2,5 de Pablo Fernández, de Podemos, y del 3,9 de Luis Fuentes, de Ciudadanos. No obstante, todos ellos están cuentan con un mayor grado de conocimiento que el regidor salmantino, si bien se deben a datos de la oleada de otoño.

El presidente de Socyl, Ángel Martín, explicó que se decidió incluir a Fernández Mañueco en esta oleada debido a su “previsible” candidatura en las próximas elecciones autonómicas de 2019. Su grado de conocimiento, añadió, “evidencia que debe realizar un intenso trabajo en este sentido en los próximos años”. Este desconocimiento es mayor entre los jóvenes de 18 a 30 años (un 82,2 por ciento) y el grupo de 31 a 45 años (60,1). Solo entre los mayores de 65 años alcanza un 50,8 por ciento.

Martín matizó que Mañueco “es valorado por un porcentaje mucho menor de ciudadanos que Herrera”. Más bien, sostuvo, “son aquellos que se autoubican en la derecha ideológica, mayores de 65 años y residentes en el medio rural”. Por ello, consideró que Herrera “es sometido a una valoración más numerosa y su nota de 5,5 es más transversal, ya que responde a un espectro mucho más amplio de ciudadanos”. “Esta debería ser la aspiración de Mañueco para convencer a la mayoría de castellanos y leoneses que se autoubican en el centro político”, opinó Martín, quien señaló que “buena parte del éxito de Herrera va por ese camino.

En este sentido, consideró que al nuevo presidente del PP se le coloca “más a la derecha ideológica”. Martín matizó, igualmente, que la encuesta está realizada con anterioridad al conocimiento de los “presuntos casos de corrupción Lezo y la trama eólica, que afecta al exvicepresidente Villanueva”.

En cuanto a la valoración política de los partidos, ninguno de los presentes en las Cortes obtuvo la aprobación. De hecho, no alcanzan el 4 sobre 10. El PP continúa como el mejor valorado, pero cae de un 3,9 de 2016 a un 3,7 en primavera. El PSOE se mantiene en el 3,5 y Podemos sube del 2,3 al 2,6. Ciudadanos, por su parte, logra un 3,4 de nota, cuatro décimas menos, mientras que Izquierda Unida logra un 2,7, con una importancia caída de casi un punto. Por último, UPL obtiene un 2,7, una décima menos.

Solo aprueba Sanidad

Además de la valoración política, el Socyl aborda la situación económica, la valoración de la gestión de la Junta y cuestiones de actualidad. Así, en lo que respecto al Gobierno regional, “dentro de una mala valoración general”, sólo la gestión del área de Sanidad logra una valoración mayoritaria muy buena o buena, con un 54,3 por ciento de los encuestados, frente al 34,1 que la considera regular y un 11,6 que la ve maña o muy mala.

Por su parte, la gestión en educación sólo es percibida como buena o muy buena por un 46,2 por ciento de la población en el caso de la no universitaria, mientras que el 44,1 le otorga esa clasificación para las universidades.

Mención aparte merece la política de servicios sociales. “Castilla y León suele ser puesta como modelo en la implementación de la Ley de Dependencia. Ahora bien, es necesario diferencial entre el cumplimiento administrativo y en que los servicios y recursos prestados sean adecuados”, sentenció Martín. Así, esta demanda de “mejores servicios” se plasma en que un 37,2 por ciento de los usuarios los considera “regular” y un 19,5 por ciento, “mala o muy mala”, frente al 43,3 que los califica con una nota “buena o muy buena”.

En materia de medio ambiente, un 62,7 por ciento considera que la gestión de la Junta es regular, mala o muy mala, frente al 37,3 por ciento que la ve buena o muy buena. La labor del fomento del Ecyl es una de las áreas “peor valoradas”, pues solo el 12,2 por ciento de los ciudadanos la califica “como buena o muy buena”. En cuanto a las carreteras responsabilidad de la Junta, son calificadas como regular, malas o muy malas por tres de cada cuatro encuestados.

Por último, la lucha contra la despoblación también es vista con recelo pues solo un 14 por ciento la ve “buena o muy buena”, frente al 60 por ciento que la define como “mala o muy mala”. Otro de los problemas de la Comunidad, según Ángel Martín, es “la corrupción”, si bien no se ha cuestionado por ella en esta oleada.

Entre las cuestiones de actualidad, en esta ocasión se preguntó por la petición de un plan de ayudas públicas a la agricultura ante la situación de sequía. “Es apoyada por una abrumadora mayoría. En concreto, nueve de cada diez ciudadanos creen que deben ponerse en marcha estas ayudas”, significó Martín.

Mejor percepción económica

En el apartado de situación económica, Socyl desvela que “mejora ligeramente la percepción” sobre la actual situación económica de la Comunidad, si bien la gran mayoría de los ciudadanos consideran que es regular (53,6 por ciento), frente a los que piensan que es mala (22,6) o muy mala (8,5). El porcentaje de encuestados que valora el momento económico como bueno pasa de un 7 a un 14 por ciento desde la anterior oleada.

No obstante, Martín remarcó que se mantiene el “escepticismo” sobre la mejoría “inmediata” e informa de que solo uno de cada cinco afirma que ha mejorado en el último año, pero descienden el porcentaje de aquellos que opinan que ha empeorado.

En cuanto a la evolución futura, se percibe un “menor pesimismo”, pero la mayoría (47 por ciento) piensa que la situación “no va a mejorar”, frente al 37 por ciento que sí lo cree. Por el contrario, un 15,5 por ciento opina que habrá un “empeoramiento”, diez puntos menos que en 2016.

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