Los tres leoneses juzgados en Gürtel Boadilla reconocen su culpa en la corrupción de la trama

José Luis Ulibarri (i), José Luis Martínez Parra (desde la cárcel de Segovia, centro) y José Ramón Blanco Balín (d)

Laura Cornejo/elDiario.es

Los tres leoneses que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional por la pieza de la trama Gürtel referida a Boadilla del Monte han declarado este jueves en el juicio por las presuntas corrupciones en el municipio madrileño de la organización liderada por Francisco Correa. Y los tres, José Luis Ulibarri, José Luis Martínez Núñez y José Ramón Blanco Balín, han ratificado sus escritos en los que reconocían su culpabilidad, después de que los dos principales cabecillas hicieran lo mismo este miércoles.

En una declaración de menos de 10 minutos, el empresario de la construcción y magnate de medios en Castilla y León, José Luis Ulibarri, ha explicado cómo se hizo con la licitación de una parcela de 35 millones para edificar viviendas a cambio de una mordida de un millón de euros que le pidió el cerebro la trama Gürtel, Francisco Correa. Ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga la pieza de Boadilla, el empresario ha reconocido los hechos que le imputa la Fiscalía en un intento por llegar a una sentencia de conformidad y ver reducida la pena de 7 años y un día que reclama el Ministerio Público.

“Correa me ofrecía cosas en general, en municipios de toda España pero yo le pedía que nos pasara la información. Esto lo analizaban los departamentos técnicos de mi empresa y en todos los casos no nos encajó las posibilidades que nos ofrecía y dijimos que no”, ha comenzado explicando a la fiscal. Así fue hasta que se le ofertó el proyecto de adjudicación de la parcela UA de la manzana M7 del Polígono B del Plan de Ordenación Urbana de Boadilla. Según Ulibarri, esa fue “la única relación” que tuvo con la causa por la que está sentado en el banquillo de los acusados.

“Me comenta (Correa) que tiene la posibilidad de influir en la adjudicación de suelo y dije, bueno, pues mándame las condiciones, el pliego, cómo sale. Y me mandó la documentación técnica. Los departamentos técnicos nuestros (de la empresa UFC SA) lo estudiaron e hicimos una oferta, la que creíamos mejor”, ha relatado. El empresario ha respondido a la fiscal que Correa no le especificó sobre quién tenía esa influencia para adjudicar suelo. “La verdad es que yo no le pregunté y él nunca me mencionó con quién. Yo me imaginé que era con el alcalde (Arturo González Panero, también acusado) pero es una suposición mía porque yo nunca tuve...vamos ni he estado en el Ayuntamiento de Boadilla, ni conozco a su alcalde, ni al anterior, ni al actual, ni a ninguno y no sabía, me imaginé que podía ser el alcalde pero no lo puedo asegurar”, ha declarado.

“No sé si hizo gestiones, porque nuestra oferta no era mala”

La adjudicación prometida se produjo. “El me dijo, cuando me ofreció la posibilidad, que si era, nosotros estudiábamos, poníamos la cifra de la oferta, la que entendíamos que era rentable y me dijo que eso costaba un millón de euros, y dije bueno”, ha comentado. Sin embargo, José Luis Ulibarri ha llegado a poner en duda que Correa llegase a hacer algo, porque para él, la oferta que presentó era buena.

“Yo, ahí, ahora veo, bueno ya desde hace tiempo, vi el error cometido, me arrepiento de él pero bueno, admití que él podía hacer gestiones, que desconozco las que hizo y si las hizo, porque luego hemos visto mucha documentación y nuestra oferta no era mala. Porque esta operación de suelo no era en subasta, era en concurso, en la cual había que presentar un proyecto unas mejoras y una serie de condiciones, las que creímos que podíamos cumplir, que luego por razones de mercado, no terminamos”, ha declarado.

Ulibarri también ha precisado que no se habló de porcentaje por la gestión pero que cuando vio que la oferta de licitación era de 33 millones y le pedían un millón “está claro que era una comisión del 3% más o menos”. El empresario también ha respondido a la fiscal sobre cómo se procedió al pago de esa mordida, y ha señalado que Correa conocía, por conversaciones que tuvieron, que sus empresas “no manejaban dinero B” con lo cual “los pagos tenían que ser a través de unas facturaciones”.

“Ya está adjudicado. Ahora me tienes que pagar”

Una vez que se produjo la adjudicación a UFC SA, Correa llamó a Ulibarri. “Ya está adjudicado. Ahora me tienes que pagar”, le dijo. “¿Cómo lo hago?”, preguntó Ulibarri. “Me pasaron dos facturas de una empresa que es CGI- Consultoría y Gestión de Inversiones- que luego he visto que es del señor Jacobo Gordon -socio de Correa y también acusado- que yo no conocía, lo conocí a posteriori y yo hice dos pagos de 500.000 euros”, ha desgranado.

Las facturas tenían como concepto de honorarios por desarrollo y realización de trabajos de estudio y preparación de ofertas, proyectos realizados encaminados a adquisición de terrenos de la calle Aragón, trabajos que, según ha admitido José Luis Ulibarri, nunca se realizaron. “Esos servicios eran falsos y eran para el pago del señor Correa. Yo admito el error.”, ha reconocido. Sobre cómo se repartieron esas cantidades, el constructor ha dicho que “hoy” sabe “algo más”. “Cuando yo hice el pago no me enteré de nada, simplemente hice el pago. Luego he visto que se ha hecho un reparto de ese dinero pero yo no sabía a quién iba, ni las razones, ni por qué”, ha dicho. Por segunda vez, el empresario dudó de que Correa hiciese algo por él, insinuando que le engañó. “Tampoco sé con quién habló. Yo temo, después del tiempo que llevamos, que no habló con mucha gente, pero bueno, yo me había comprometido a pagarle ese dinero y se lo pagué en base a que estaba adjudicada la parcela”, ha cuestionado.

Las facturas se abonaron “con su iva correspondiente”. Más tarde, en 2006, y por consejo de su entonces abogado, “regularizó” la situación, volviendo a ingresar el iva a esas facturas. A preguntas del abogado del Ayuntamiento de Boadilla, Ulibarri ha reconocido que su actuación, “aceptando las condiciones del señor Correa, pudieron modificar la licitación normal de la parcela” y por ello ha consignado 500.000 euros. Lo ha hecho “con conocimiento de causa e intentando compensar de alguna manera el mal que haya podido causar al Ayuntamiento” con una actuación que “en aquel momento” no valoró pero que “hoy sí”.

Martínez Parra

La constructora leonesa Teconsa, del Grupo Martínez Núñez, pagó 1,3 millones de euros a Francisco Correa por las adjudicaciones de vivienda protegida que consiguió en Boadilla del Monte. Así lo ha declarado hoy en el juicio Gürtel Boadilla el que fue responsable de la empresa e hijo del fundador, José Luis Martínez Parra, que cumple una condena de más de 11 años en el Centro Penitenciario de Segovia por la pieza de Gürtel de la 'Visita del Papa' a Valencia.

Parra es hijo del ya fallecido José Martínez Núñez, uno de los hombres más temidos de León, que llegó incluso a estar investigado por ordenar el asesinato del consejero de la Xunta, Xosé Cuiña. Además tuvo relación con otro acusado de Gürtel, el constructor José Luis Ulibarri, que empezó trabajando para él hasta que montó su propia constructora. Ulibarri y “don José”, como se hacía llamar Martínez Núñez en su feudo de Ponferrada, fueron enemigos acérrimos, y ambos compitieron en Boadilla del Monte.

Martínez Parra, que ha declarado por videoconferencia desde la cárcel debido a una enfermedad que padece, ha relatado que conoció al ideólogo de Gürtel, Correa, en el año 2007, en una tradicional “copa de fin de año” que ofrecía su padre a políticos y empresarios. “Mi padre tenia relación con él y sabia que se nos adjudicaban obras por parte del Ayuntamiento de Boadilla. Si le interesaba una obra hablaba con Correa par que hiciese gestiones para la adjudicación. En 2007 mi padre me dio un maletín con un dinero que no conté, pero que hemos visto en contabilidad, se lo entregué a un señor de la empresa de Correa creo que era Crespo -Pablo Crespo- o alguien de ellos. La cantidad es la que aparece en el escrito de confesión: 1.380.000 euros en efectivo y 420.000 en facturas emitidas por la sociedad de Pablo Crespo. El destino de ese dinero imagino que sería para entregar a funcionarios o alcalde, a los que intervenían en la adjudicaciones”, ha relatado este miércoles en la tercera sesión del juicio.

El empresario reconoce en su confesión, con la que pretende lograr una reducción de la pena a la que se enfrenta, que se produjeron irregularidades gracias a las que Teconsa consiguió todas las adjudicaciones de Boadilla del Monte de construcción de vivienda protegida y de la piscina municipal. Pero no ha sabido precisar en qué consistían esas irregularidades. “Yo me dedicaba a la empresa de los hormigones y sabía qué hacía mi padre pero las irregularidades no se las puedo decir, alguna cláusula en los pliegos, imagino que era así”, ha dicho a la fiscal. Martínez Parra ha mostrado su arrepentimiento pidiendo “perdón por las disculpas”.

Que Tecosa se benefició ampliamente de la trama lo había contado poco antes el que fue gerente de la EMV, la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Boadilla, Tomás Martín Morales, apodado en los apuntes como “el santo” y que se ha definido como un “correveidile” entre Correa y el entonces alcalde de la localidad, Arturo González Panero, cuando su relación se agrió. Martín Morales, que militaba en las juventudes del PP de Getafe cuando conoció a Correa a mediados de los 90, ha relatado como éste tejió una red clientelar basada en favores a empresarios y políticos, con invitaciones en zonas vip. “Decía que había que adjudicar a determinados empresarios porque ayudaban al partido, porque lo decía 'la casa', o 'los de arriba'”, ha comentado. “Correa era el entrenador y usaba a las personas a su libre arbitrio. Decidía todo: cuál era la empresa, dónde la adjudicación, en qué Ayuntamiento, cuánto cobraba, cuánto repartía”, ha especificado.

Respecto a Teconsa, ha recordado que “todas las adjudicaciones de vivienda” fueron para la constructora leonesa “porque lo dijo el señor Correa, que elaboró los pliegos”. En concreto, Teconsa consiguió tres adjudicaciones de 96,80 y 50 pisos. “El vestía los pliegos para hacer que fueran para Teconsa. Antes la Ley de Contratos solo exigían publicidad y pública concurrencia. La redacción de los pliegos era ortodoxa y formal, no había trampas pero la adjudicación se conducía por los informes técnicos, y parte de esos informes los hacía el concuñado de correa. Respecto a la publicidad, si se hubiese hecho en periódicos nacionales, habrían concurrido más empresas”, ha dicho.

Correa también evitó levantar sospechas, y en la adjudicación de la construcción de 80 pisos hizo que ganase una empresa distinta de Teconsa “porque le parecía que iba a ser llamativo que todas las adjudicaciones fuesen a esa constructora. Según Martín Morales, Correa hizo que ganase otra, después le pidió que se retirase, y Teconsa, que había quedado segunda, pasó a ser la adjudicataria.

El exdiputado de la Asamblea de Madrid, Alfonso Bosch Tejedor, que sucedió a Martín Morales en el cargo en 2003, ha confirmado que Correa ofrecia palcos vip en el Open de Madrid de Tenis o en partidos del Real Madrid a políticos y empresarios. Sobre las comisiones por adjudicación ha comentado que “se decía que todos los alcaldes de España, fueran del partido que fueran, recibían el 3% de las obras que adjudicaban”. Durante su gestión de la EMV, procuraba publicar los concursos en diarios nacionales y en dos adjudicaciones que finalmente se llevó Teconsa, participaron “numerosas empresas”, algunas de ellas con ofertas superiores a las de la constructora leonesa.

Blanco Balín

También ha declarado este jueves el abogado berciano Jose Ramón Blanco Balín, exinspector de hacienda con varias condenas Gürtel a sus espaldas y que en este caso quiere una sentencia de conformidad, por lo que reconoce los hechos que le imputa la Fiscalía. Blanco Balín era asesor de Correa “para sus sociedades patrimoniales”. Pero además, ha reconocido conocer tanto al dueño de Teconsa como a José Luis Ulibarri, porque como él, son de El Bierzo (León). “A los de Teconsa los conozco porque somos del mismo pueblo de León, hay relación entre nuestras familias desde hace más de 40 años, así que conocí al padre y conozco a los hijos, y he llevado el asesoramiento fiscal de sus empresas. Sé que tenían relación con Correa y que hacían cosas juntos en Boadilla, en Majadahonda...”, ha recordado. También ha reconocido conocer a Ulibarri por ser de la zona de Ponferrada. “Sabía por Correa que habían tenido relación por algún tema inmobiliario y por una operación que no se llevó a efecto”, ha dicho.

Blanco Balín ha dado prolijas explicaciones sobre pagos que se realizaron a través de empresas radicadas en Vancouver, y con la ayuda del controvertido suizo gestor de fortunas, Arturo Fasana.

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