La Junta autoriza una nueva gravera en Valencia de Don Juan pese a los informes desfavorables de la Confederación

Imagen de archivo de una gravera.

Redacción ILEÓN

La Junta de Castilla y León ha dado luz verde al proyecto de explotación minera 'La Tempana', promovido por la empresa Graveras Gómez, S.L., en el término municipal de Valencia de Don Juan. La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable fue emitida el 3 de septiembre de 2025 por la Delegación Territorial en León, después de que el plan fuera sometido al procedimiento ordinario de evaluación al encontrarse muy próximo a otra explotación a cielo abierto ya existente.

El proyecto consiste en la extracción de gravas, arenas y zahorras destinadas a la construcción en una superficie reducida respecto a la inicialmente planteada. La actividad se desarrollará a cielo abierto y el material extraído se transportará a una planta de tratamiento de áridos que la empresa ya posee en las inmediaciones. Se estima que los trabajos de extracción se prolonguen durante unos dos años.

La tramitación del expediente estuvo marcada por la controversia sobre la afección a las aguas, ya que la zona se ubica a poca distancia del río Esla y sobre terrenos con un nivel freático muy superficial. La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) emitió informes desfavorables, reiterando que las extracciones de áridos no deberían realizarse en zonas de flujo preferente de los cauces.

Aun así, la Junta dictaminó que los impactos ambientales serían en general compatibles o de carácter moderado, aunque reconoció riesgos sobre fauna, atmósfera, aguas superficiales y suelos. La autorización está sujeta a condiciones estrictas, entre ellas la reducción del área de explotación prevista inicialmente y la prohibición de actuar en zonas con vegetación arbolada o demasiado próximas al humedal existente en el entorno.

La cercanía de este nuevo proyecto a la anterior gravera de la misma empresa, donde tras su cierre se formó un humedal con fines recreativos, ha obligado a limitar la superficie autorizada para evitar que se vea afectado ese espacio. El expediente detalla que las parcelas más próximas al humedal quedaron fuera del alcance de la explotación.

La DIA tendrá una vigencia de cuatro años. Si en ese plazo no se inician las labores de extracción, la autorización perderá su efecto. Mientras tanto, la resolución obliga a la promotora a cumplir una serie de medidas para mitigar la generación de polvo, prevenir vertidos y manejar adecuadamente la tierra vegetal, en un contexto en el que persisten las dudas sobre los impactos ambientales en un área tan sensible como la ribera del Esla.

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