“Entre internet y el periodista debe haber una amistad sana”

Pablo M. Bello

Dio sus primeros pasos en la profesión haciendo prácticas en la edición Bierzo de El Diario de León. Tras licenciarse en la Ciencias de la Información en la Complutense, se mudó a Inglaterra donde siguió con su formación en periodismo, e inglés. Al regresar a España, trabajó en un programa de Punto Radio, pero la radio “no era lo mío”, recuerda, así que cuatro meses después aterrizó por fin en internet. Ha trabajado dos años en soitu.es y una buena temporada de freelance desde Los Ángeles para diversos medios españoles entre los que se encuentra Vanity Fair. Ahora casi todo su tiempo lo consume en la edición América del mundo.es, además de colaborar puntualmente con otros medios.

¿Cómo llegas a soitu.es?

Por casualidad. Un amigo que se llama Mateo, que también es leonés y periodista, me comenta que buscan gente en un proyecto con muy buena pinta. En la entrevista, conseguí convencerles de que era la persona que buscaban y lo demás es historia... Estuve en soitu desde el inicio del proyecto hasta el mismo día que cerró. Casi dos años.

¿Cómo fue el último día de trabajo? ¿Qué razones esgrimieron para su cierre?

Yo ya estaba trabajando de corresponsal en Estados Unidos para soitu cuando el medio cerró. Fue un día muy duro porque realmente creíamos que estábamos haciendo algo especial y que merecía la pena. El equipo estaba muy involucrado en el proyecto. Era más que un trabajo, entre nosotros habíamos forjado grandes amistades. Borja Echevarría, subdirector de soitu y ahora subdirector de elpais.com, me llamó para darme la mala noticia. Yo le dije que me daba mucha pena, pero que estaba muy contenta de llevarme conmigo esos dos años de trabajo. Y era totalmente verdad porque en aquel momento no había en España ningún medio que me gustase y motivase más que soitu. Además, para mí fue una auténtica escuela de periodismo. Todo lo que intuía que no había aprendido en la facultad, lo aprendí en soitu.es. La razón que se nos dio fue simplemente que el principal inversor, el BBVA, no quería seguir invirtiendo en el proyecto porque quería recortar gastos debido a la crisis económica.

¿Un proyecto demasiado innovador para el momento en el que surgió? Algunos dicen que de su fracaso otros digitales han aprendido mucho.

No creo que fuese un proyecto demasiado innovador. Era original y moderno en su justa medida. Era el medio perfecto para el tiempo que vivíamos y para el futuro que se avecinaba. Fue una lástima que el BBVA tuviera tan poca visión como para cerrar un proyecto premiado a nivel internacional y en pleno crecimiento, cuando solo habían pasado dos años de su nacimiento. Creo que de haberlo mantenido estaría funcionando bien, a pesar de la crisis.

¿Cómo desembarcas en EEUU?

Después de un año trabajando en la redacción de soitu de Madrid, decidimos que era el momento perfecto para que alguien trabajara para la web desde el extranjero. Era el pleno auge de la campaña presidencial de Obama y pensamos que sería una gran idea que yo escribiera historias in situ y a la vez aprovecháranos el cambio horario para que yo estuviera pendiente de la web cuando todo el equipo estaba durmiendo. Los creadores de soitu siempre tuvieron claro que no querían gente trabajando en el turno de noche porque era incompatible con una vida normal... Así que la idea funcionaba a la perfección. Escribía historias de Estados Unidos y estaba de guardia por si pasaba algo grave que tuviera que meter. Cuando llegaban mis compañeros por la mañana estaba todo bajo control.

¿Cuál es tu labor en 'El Mundo'?

Ahora trabajo en la redacción de Miami de elmundo.es/América. Soy la coordinadora de la sección de Gentes!, aunque habitualmente echo una mano en últimas noticias. Coordinamos a todos los corresponsales de Latinoamérica y Estados Unidos y editamos todas las noticias procedentes del continente americano que veis en elmundo.es.

¿Cómo los medios plantean la información con esa diferencia horaria?

Es perfecto que nosotros estemos en Miami porque cuando la redacción de Madrid se empieza a quedar vacía, nosotros estamos al pie del cañón. Se adapta muy bien a la inmediatez que exige internet. Es muy práctico porque cuando llegan los compañeros de la mañana ya hemos adelantado mucho trabajo.

Me gusta mucho la gran organización y respeto con la que se suele tratar al periodista en Estados Unidos

¿Qué fue lo primero que te llamó la atención de toda la oferta informativa? ¿Alguna peculiaridad con respecto a Europa?

Lo primero que me llamó la atención fue la calidad de algunos canales de televisión por cable de Estados Unidos. Al principio era completamente adicta a la CNN estadounidense. También me gusta mucho la gran organización y respeto con la que se suele tratar al periodista en Estados Unidos.

Dentro de esta efervescencia de medios digitales, ¿qué papel juega el periodista?

Creo que los periodistas ahora somos más versátiles. Somo editores, productores, fotógrafos... Se nos exige mucho, pero se nos da poco tiempo porque internet es inmediato. Creo que muchas veces somos más espectadores de lo que pasa que testigos directos.

¿Cómo debe ser la convivencia entre redes sociales, internet y el periodista?

Creo que debe ser como una relación de amistad sana. Las redes sociales hay que saber utilizarlas. Son una buena herramienta para buscar fuentes para tus historias. A mí personalmente me gusta más escuchar que hablar en las redes sociales. Soy de las que leo mucho en Twitter pero escribo poco.

¿En qué situación se encuentran las redacciones de los periódicos?

Bueno, sobre todo, creo que nos encontramos es una situación en la que es muy difícil currarse una buena historia por falta de tiempo. Si tienes que editar diez noticias, coordinar a cuatro corresponsales y pesar el tema de apertura de la web es difícil que puedas publicar una buena historia. El ajuste de plantilla creo que lleva consigo una pérdida de la calidad del medio. Por eso, en algunos medios, se ve mucha firma de agencia y poca propia.

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