La Diputación de León fulmina la Escuela Taller de Medio Ambiente con 4 profesores y 16 alumnos parados
Adiós a la Escuela Taller de Medio Ambiente (ETMA) de la Diputación de León, adiós a 30 años de éxito educativo y laboral. La polémica está servida. Un decreto del presidente Juan Martínez Majo acaba de poner fin al proyecto de formación y empleo que ha encadenado año tras año éxitos para la preparación e incorporación laboral de jóvenes y parados de larga duración y, quizá lo más incomprensible de todo, cuando la Junta de Castilla y León que lo subvenciona ha había otorgado una ayuda para este año de casi 280.000 euros para el nuevo proyecto.
El efecto inmediato de esta decisión tiene datos concretos: cuatro monitores 'a la calle', muchos de ellos que llevan en la antigua ETMA desde su creacion en el año 1988, y dieciséis alumnos-trabajadores que ya estaban elegidos para el nuevo proyecto de este año, que se quedan sin formación y sin alternativas de empleo.
El argumento oficial de la institución para adoptar esta inesperada medida es que existiría “un fraude de Ley” al solaparse en el tiempo, en concreto durante 15 días, los contratos del proyecto aún en vigor que no finalizan hasta el 15 de noviembre con los del nuevo que arrancaría el 1 de ese mismo mes.
Los trabajadores monitores de la ETMA, que hoy se denomina Programa de Alternancia y Formación de Empleo, replican ante este oficial “fraude de Ley” no solo que es algo que ha venido ocurriendo año tras año sin problema alguno, sino que además en la programación ya entregada y autorizada por la Junta de Castilla y León se habían cubierto esos quince días con una actividad para los alumnos para esos dias iniciales, de manera que “en modo alguno se iban a quedar solos”, explican fuentes de los trabajadores a ILEÓN. “El único problema que la Junta pondría es que no tuviéramos instalaciones suficientes pero tenemos instalaciones (en el complejo de San Cayetano) para triplicar la actividad”, abundan.
De momento, el desmantelamiento de la antigua Escuela Taller, que ha formado y facilitado una salida laboral a cientos de personas en sus tres décadas de existencia, se ha notificado a la Delegación Territorial de la Junta pero confían en que la situación sea reversible antes de que recaiga en la Consejería de Valladolid. Y mientras, todo indica que los trabajadores afectados acudirán a la vía judicial para defender su situación laboral, toda vez que “en estos años nunca hemos buscado ser indefinidos, que podríamos haberlo hecho, y ahora igual nos abocan a ello”.
El Programa de Alternancia y Formación de Empleo contaba, como siempre, con parte de la financiación del Fondo Social Europeo y se había concretado este año para dos talleres diferenciados: por un lado, vivero y apicultura, con un total de ocho alumnos-trabajadores que perciben un salario; y por otro, labores forestales, con otros ocho. Es decir, el impacto laboral de fulminar la antigua ETMA se podría cifrar en 20 puestos de trabajo.
