Detenido un líder musical neonazi que intentó montar su propia organización en León, donde vivió
La Policía Nacional ha detenido recientemente en Málaga a un conocido y autoproclamado neonazi, líder y vocalista de un grupo musical radical xenófobo y de extrema derecha, en el seno de una llamada Operación Hardcore.
El detenido es Alberto G.D.J. y entre las pruebas de sus muchos y presuntos delitos contra los derechos fundamentales se han tenido en cuenta sus muchas andanzas, algunas coincidentes con su estancia en la provincia leonesa, ya que el año pasado había fijado en esta capital su residencia de manera estable.
Que era vecino de León constaba oficialmente en una sentencia emitida el año pasado 2018 contra este individuo, nacido en Valladolid, y en la que fue condenado a un año de prisión y seis meses de multa por delitos contra los derechos fundamentales y las libertades públicas por sus mensajes radicales no sólo a través de las canciones del grupo en el que canta, llamado Pugilato, sino de portales web y todo tipo de redes sociales.
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Barcelona consideró probada su responsabilidad, a pesar de rebajar sustancialmente los cinco años de prisión que pedían para él y otros nueve encausados por unos hechos de 2010 tanto la Fiscalía como el Movimiento contra la Intolerancia.
Fiscalía y acusación defendían que los delitos cometidos eran de asociación ilícita, delito continuado cometido contra los Derechos Fundamentales en su modalidad de discriminación al odio y a la violencia, delito continuado de difusión de ideas que pretendan la rehabilitación de regímenes genocidas y tenencia ilícita de armas. Sin embargo, entre otras cosas, se les aplicó el atenuante de dilaciones indebidas por los más de ocho años transcurridos.
Tras la condena, de cobrador por León
Pese a la condena, la actividad presuntamente delictiva del ya condenado neonazi Alberto G.D.J., que cuenta con 33 años de edad, continuó. Y entre otros lugares lo hizo por León. La Operación Hardcore arrancó en febrero de 2019 tras una denuncia por una campaña de odio antisemita difundida a través de internet.
Y mientras, continuaba grabando y aireando en redes sociales genéricas y musicales -ahora casi todas clausuradas por orden policial- letras de canciones constitutivas de presuntos delitos contra los derechos fundamentales. En León, en algunos momentos su ocupación laboral llegó a ser el cobro de morosos, aprovechándose de su físico, con los brazos bien musculados y tatuado en la mayor parte de su cuerpo.
La investigación pronto recayó en él y se le ha hecho un seguimiento exhaustivo y detallado de su actividad en redes, previo a su detención en Málaga.
En su estancia de meses en León, una de sus actividades ha sido fundar un grupo ultra que sin embargo tuvo un pírrico éxito. Con él intentaba aleccionar a jóvenes en sus mensajes violentos, racistas, homófobos y xenófobos, aprovechando todo tipo de actos, buscando así aumentar al máximo su difusión y garantizarse un grupo de personas que mantuvieran la actividad a pesar de su ausencia.
Provocación de manual en una manifestación en León
Algunos de esos actos eran públicos: aún se recuerda su activa y provocadora presencia en una manifestación de apoyo a los trabajadores de la fábrica de la multinacional Vestas en León, presencia que los propios organizadores rechazaron por los mensajes que pretendían lanzar aprovechándose de una tragedia laboral como fue aquella.
Se trataba de seguir el guión que la organización a la que pertenecía, por ejemplo, mantuvo el 2 de octubre de 2017 en Barcelona, un día después del fallido referéndum independentista, cuando un grupo de personas aparecieron con símbolos preconstitucionales, brazos falangistas en alto e incluso una camiseta del grupo que lideraba el ahora detenido.
Otros actos de Alberto G.D.J. eran más privados pero constan en sus redes sociales. Como por ejemplo, excursiones por comarcas de la provincia, como una realizada a la localidad de Ferreras del Puerto, donde aireaban banderas y coreaban mensajes de odio de todo tipo.
Apoyando el asesinato masivo de Nueva Zelanda
Entre las 'perlas' recientes en sus perfiles sociales como Twitter de quien se define como “nacionalsocialista”, “pagano” o “animalista”, aparecen el apoyo a los presuntos autores de la muerte de medio centenar de personas en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda, justificando en la derecha de uno de ellos, el supremacista Brenton Tarrant, que al asesinar a disparos a víctimas inocentes sólo pretendía “combatir el terrorismo”. “Autodefensa” denominaba a este tipo de asesinatos masivos.
El detenido ha quedado en libertad con cargos después de haber pasado, una vez más, a disposición de la autoridad judicial. Pero deberá de responder ante la Justicia.