El Consejo Escolar de Castilla y León apoya los deberes como “pilar” del proceso educativo

Rubén Cacho / ICAL El presidente del Consejo Escolar de Castilla y León, Marino Arranz, presenta el documento 'Oportunidad de los Deberes Escolares. Sugerencias y Orientaciones'

Ical

El Consejo Escolar de Castilla y León asegura que los deberes son uno de los “pilares” del proceso educativo a lo largo de las diferentes etapas pero propone que las tareas en el hogar sean adecuadas a la edad, nivel y necesidades del alumnado y también individualizadas. No en vano, advierte de la tendencia “bastante generalizada” de proponer deberes escolares uniformes que no atienden a la heterogeneidad y la diversidad del estudiante que está en las aulas. Otra de las recomendaciones que recoge el documento 'Oportunidad de los deberes escolares. Sugerencias y orientaciones' es hacer uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) para hacer las tareas “más atractivas” y, en todo caso, “consensuar” en el seno de la comunidad educativa la necesidad o ausencia de deberes escolares pero también los objetivos y los beneficios.

El órgano de representación social de los sectores implicados en la programación general de la enseñanza escolar, a través de su Comisión Permanente, ha elaborado un documento de 24 propuestas que no tiene carácter de dictamen preceptivo ni pretende constituirse en norma o ser obligatorio. El presidente del Consejo Escolar de Castilla y León, Marino Arranz, apuntó hoy que el objetivo de este trabajo es “arrojar cierta luz” ante las posturas distantes que hay sobre los deberes. También, se busca acercar escuela y familia en este asunto así como implicar a la Consejería de Educación.

Arranz destacó, en declaraciones recogidas por la Agencia Ical, que las propuestas del Consejo Escolar fueron consensuadas entre todos los estamentos representados en la comunidad educativa como el profesorado de la enseñanza pública y privada, las asociaciones de padres de centros públicos y concertados/privados y el alumnado. Reconoció que la comisión encargada de elaborar el documento desechó las posturas extremas, tanto de un lado como de otro, puesto que abogó porque los centros educativos deben ser un “lugar de encuentro y no de disputa”.

De ahí que abogue por consensuar los tiempos escolares fuera del aula, sobre todo entre el alumnado para fijar las tareas diarias a realizar y respetar el ocio y el juego del estudiante, sobre todo en Educación Infantil. El Consejo Escolar propone que el profesorado elabore un dossier con la tareas del curso por asignatura para que tanto las familias como el alumnado puedan programarse con antelación.

También se recomienda que cada centro o equipo docente acuerde la posible calificación o no de algunos deberes escolares y su porcentaje de influencia en la nota de evaluación. De cara a la administración, aboga por proporcionar “alternativas” para realizar los deberes como aulas abiertas, horas de estudio, bibliotecas, apoyos y refuerzo de profesorado.

Huir del castigo o la penalización

La representante del profesorado de enseñanza privada, María del Carmen Gómez, hizo hincapié en la necesidad de que los docentes y los alumnos no vean los deberes como un castigo o una penalización. “Hay que tratar de implicar y motivar a los estudiantes, con estímulos positivos”, consideró.

El documento también pone el foco en las familias para propiciar un “clima de trabajo” al niño o adolescente, con tiempos y espacios adecuados para realizar los deberes escolares en casa. Y ello, en parte, pasa por establecer una rutina diaria para conseguir un mayor rendimiento y así evitar la dispersión y la falta de atención. “Las familias no deben sustituir al docente ni se puede enseñar a un alumno tareas que desconocen”, opinó la presidenta de Confapacal , Marina Álvarez.

Por su parte, el representante del profesorado de enseñanza pública, Javier Ampudia, aseguró que los padres que ayudan a sus hijos a hacer los deberes les hacen un “flaco favor”. No en vano, manifestó que los niños deben “adiestrarse” a sí mismos en la elaboración de tareas porque será clave para estimular su creatividad, la reflexión y el pensamiento crítico.

Marino Arranz se mostró esperanzado en que este trabajo sirva para modificar el modelo de deberes en Castilla y León, al contar con un respaldo de la Consejería de Educación.

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