Conferencia sobre enfermedades mineras este sábado en el Museo de Sabero
El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), y dentro de su Ciclo de Conferencias se adentra en los males de la mina, en las enfermedades mineras a lo largo de la historia. Esta actividad, puesta en marcha por la Consejería de Cultura y Turismo en el MSM con motivo del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, se celebrará en sábado 16, con entrada a la conferencia es libre hasta completar aforo.
A lo largo de la conferencia, el historiador Fernando Cuevas hará un repaso por todos los males que afectaron y afectan a los mineros, como forma de rendirles homenaje y entender el tributo que tuvieron que pagar por el desarrollo de toda la sociedad.
En este sentido se partirá de la figura de Bernardino Ramazzini, considerado el padre de la medicina del trabajo, que en 1700 publicaba su tratado 'De morbis artificum diatriba' (disertación en torno a las enfermedades de los artesanos) y en el primer capítulo, dedicado a las enfermedades a las que están expuestos los mineros, comentaba que hay que “examinar sus enfermedades y proponer precauciones y remedios”.
Desde los albores del siglo XVIII ha cambiado mucho la medicina laboral y los conocimientos sobre las enfermedades profesionales en general y del sector minero más concretamente. Algunas de aquellas viejas enfermedades han quedado relegadas a los antiguos tratados de medicina como la 'Anquilostomiasi', que llevaba a los mineros a una profunda anemia provocada por un parásito, o el 'Nistagmo de los mineros', ceguera producida por la escasez de luz.
A lo largo del tiempo, unas enfermedades desaparecen, pero otras surgen con los nuevos minerales que satisfacen las necesidades de los tiempos modernos. La mecanización y las grandes medidas de prevención actuales han mejorado mucho las condiciones de trabajo dentro de las minas, pero es conveniente, no olvidar como en tiempos no tan lejanos los mineros se tuvieron que enfrentar con escasos medios y poca información, a enemigos químicos tan poderosos como el plomo (saturnismo) o el Mercurio (Hidrargirismo), a la inhalación de sustancias nocivas como el polvo de sílice (silicosis), de carbón (antracosis), de hierro (siderosis) o de amianto (asbestosis).
Y a todo esto había que añadir otras enfermedades que afectaban al sistema osteomuscular, causadas por las condiciones de dureza extrema con movimientos violentos y repetitivos y forzadas posturas del cuerpo.