Condenado a 12 años y siete meses de cárcel el hombre que mató a otro en Borrenes

Imagen de la intervención de la Guardia Civil. / Subdelegación del Gobierno en León

ICAL

El magistrado presidente del tribunal del jurado que juzgó al hombre que mató en mayo de 2020 a un vecino de la localidad berciana de San Juan de Paluezas, en el municipio de Borrenes, ha dictado sentencia por la que le condena a una pena de 12 años y siete meses de cárcel por un delito de homicidio con agravante de abuso de superioridad.

Después del veredicto de culpabilidad emitido por el jurado popular, el magistrado de la Audiencia Provincial de León establece también indemnizaciones para tres herederos del fallecido, por un importe global de 122.000 euros. La sentencia puede recurrirse ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en un plazo de diez días desde la notificación de la misma.

lE jurado popular encargado de juzgar a un hombre acusado de matar a golpes a un vecino de la localidad de San Juan de Paluezas que hacía autostop, en el municipio de Borrenes el 6 de mayo de 2020 consideró probado que los golpes que le propinó fueron los causantes de su muerte.

Sin embargo, consideraron no probado la existencia de intencionalidad en ello. “El acusado no causó intencionalmente, consciente y con voluntad la muerte de la víctima, pero sí continuó golpeándole a pesar de saber que era probable que los golpes se la podían causar. Tampoco hizo la agresión con conocimiento ni voluntad de que la víctima no tenía opción de defensa, pero sí de haber actuado con el conocimiento de la desproporción de las fuerzas”, se desprendió de la lectura del veredicto.

Según el relato elaborado por el jurado popular, tras una discusión previa cuando la víctima se encontraba haciendo autoestop, que llevó a un golpe por parte del acusado y la fractura de una luna de la furgoneta en la que viajaba junto a su nuera, el acusado propinó varios golpes “con gran violencia” a la víctima, como consecuencia de los que murió en el lugar.

Los hechos considerados probados por el jurado coincidieron en parte con el escrito de calificaciones elaborado por el Ministerio Fiscal, quien sostuvo que cuando el acusado circulaba por la carretera N-536, la víctima le hizo un gesto para preguntarle si le podía trasladar. Sin embargo, el acusado paró la furgoneta para indicarle que no podía hacerlo, ante lo que respondió con una 'peineta'. Tras ello, decidió bajarse de la furgoneta y propinarle un golpe en la cara antes de volver a montar en la misma.

Tras recibir el golpe en la cara, la víctima, que presentaba una alta tasa de alcoholemia –3,02 gramos por litro de alcohol en sangre– arrojó una piedra contra la ventanilla del conductor de la furgoneta, fracturándola. Fue entonces cuando el acusado arrancó el vehículo para moverse hacia delante y atrás en dirección al fallecido, que escapó por un camino próximo.

No obstante, el acusado bajó del vehículo y le persiguió hasta lograr alcanzarle, cuando le propinó un golpe en la cara que le hizo caer al suelo, donde siguió golpeándole con patadas y puñetazos, lo que le provocó varias lesiones que le llevaron a la muerte en un breve periodo de tiempo debido a un shock traumático.

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