Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad potenciarán los valores naturales del medio urbano

DiCyt

Para encontrar algunas de las mayores colonias de aves de España no hay que buscar en campos y montes lejanos, sino que basta con acudir a algunas ciudades. Es lo que ocurre en Cáceres, que alberga la mayor colonia de cernícalo primilla de toda su provincia; o en Segovia, donde vive la mayor colonia de chova piquirroja de todo el entorno y la única en una ciudad de más de 50.000 habitantes. Son ejemplos que muestran una convivencia secular entre el ser humano y la naturaleza en ciertas localidades españolas.

En este contexto, el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España (GCPHE) y SEO/BirdLife han firmado un convenio de colaboración para la conservación y mejora del patrimonio natural y la biodiversidad en estos entornos urbanos. El GCPHE, constituido en 1993, está integrado por las 13 ciudades españolas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Alcalá de Henares, Ávila, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza/Eivissa, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo.

Fruto de este convenio, SEO/BirdLife desarrollará una propuesta cuyo principal objetivo es “que los gobiernos locales de las Ciudades Patrimonio cuenten con herramientas de gestión que les permitan conservar y fomentar la biodiversidad urbana, a la vez que conservan el rico patrimonio cultural que atesoran”.

“Las aves son un magnífico indicador de la calidad ambiental de un espacio. Que haya decenas de especies y grandes colonias en algunas ciudades históricas es una muestra de la buena convivencia que durante siglos han mantenido sus habitantes con el resto de elementos de la naturaleza”, asegura Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. “Los habitantes de las ciudades patrimonio deben sentir orgullo y alegría, porque la biodiversidad de sus localidades es un indicador de la buena calidad de vida de unos espacios urbanos hechos a la medida del hombre y del resto de seres vivos”, agrega.

Como objetivos a largo plazo, el proyecto pretende que se reduzcan o minimicen los conflictos entre la avifauna y los ciudadanos en el entorno urbano, conservar las poblaciones de fauna urbana protegida o amenazada, aumentar la biodiversidad en las ciudades e incorporar a las ordenanzas o reglamentos municipales instrumentos legales y técnicos que aseguren la conservación del Patrimonio Natural Urbano, según la información de SEO/BirdLife recogida por DiCYT.

Ejemplos en otros países

Las ciudades, y especialmente los cascos históricos, son cada vez más reconocidos por su capacidad de albergar a un gran número de vegetales y animales y ecosistemas diversos. Por ejemplo, en Bruselas se pueden encontrar más del 50 por ciento de las especies de flora de Bélgica, en Varsovia se reproducen el 65 por ciento de las especies de aves de Polonia y en los jardines de la ciudad de Sheffield (Reino Unido) se pueden encontrar 4.000 especies de invertebrados, 80 de líquenes y más de 1.000 especies vegetales. Con respecto a la inclusión de ciudades europeas en la red de espacios protegidos europeos denominada Red Natura 2000, hay más de 97 lugares pertenecientes a la Red que integran ciudades europeas, algunas de ellas ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad, y en conjunto albergan un 40 por ciento de hábitats amenazados a escala europea, el 50 por ciento de las especies de aves, 12 especies de mamíferos y 22 de peces.

Entre las Ciudades Patrimonio españolas hay todo tipo de ejemplos similares, incluso relacionados con el mar. En Ibiza, se localizan algunas de las mejores praderas de Posidonia oceanica de todo el Mediterráneo occidental. Se trata de una fanerógama marina que es garantía de aguas limpias, claras y ricas en peces.

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