La ciencia también está en crisis
Carolina Blanco Fontao, de 27 años e Ingeniera Agrónoma por la Universidad de León, ha cursado además un Máster en Investigación Veterinaria y Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la misma universidad. Actualmente realiza la tesis doctoral sobre nutrición animal en el Instituto de Ganadería de Montaña, centro mixto del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y de la Universidad de León.
Pese a su curriculum y experiencia, los recortes en investigación, iniciados ya durante el Gobierno de José Luis Zapatero y continuados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, podrían dar al traste con una brillante carrera investigadora que se inició hace tres años en el CSIC de Investigaciones de Alta Montaña en Grulleros (León).
¿A qué se dedica, en general, el CSIC de Grulleros?
El Instituto de Ganadería de Montaña es un centro público cuyo objetivo es investigar en áreas relacionadas con la nutrición, la producción y la sanidad animal, fundamentalmente en rumiantes, y con la relación entre los sistemas ganaderos y el uso del territorio. Se trata de contribuir a mejorar los sistemas actuales de producción en lo relativo a rendimiento productivo, sanidad y bienestar de los animales, unido con su entrono (utilización del territorio, contaminación, etc.) y a la calidad de los productos que se obtienen (leche, carne, etc.).
¿Cuántos empleados sois?
Alrededor de 50, va variando dependiendo de los contratos temporales.
¿El centro vive de subvenciones públicas, privadas o las dos?
La gran mayoría del dinero obtenido viene de proyectos públicos, ya sean del Ministerio, de la Junta etc. Pero también se realizan colaboraciones y contratos con empresas privadas que también suponen una fuente de financiación.
¿Estáis metidos en proyectos de gran envergadura?
Hay de todo y depende de cada grupo de investigación. Por ejemplo en el grupo al que pertenezco estamos trabajando ahora en un proyecto CICYT, que son concedidos por el Ministerio, de tres años de duración, además de otros pertenecientes a la Junta o de empresas privadas.
¿Cuál es exactamente tu trabajo? ¿En qué área centras tus investigaciones?
Está claro que el futuro para jóvenes investigadores no está en este país
Mi tesis doctoral se basa en el desarrollo de nuevas estrategias de cebo en ganado ovino. Estamos intentando desarrollar nuevos sistemas, que permitan los mismos o mejores rendimientos, y además disminuyan costes y mano de obra a los ganaderos (ya que actualmente este sector está siendo muy castigado), además intentamos mediante la inclusión de aditivos en el pienso mejorar la calidad de la carne que se obtiene (por ejemplo modificando el perfil de ácidos grasos para que esa carne sea más saludable para el consumidor).
¿Cómo has notado personalmente los recortes en ciencia?
A mí me ha afectado directamente en la obtención de becas, el recorte ha sido más que notable. Convocatorias que salían todos los años, ahora salen cada dos, y por ejemplo en el caso de la Junta, además las han reducido un 50%, por no hablar de la Universidad que hace tres años que no ha habido convocatorias, al igual que pasa con la Diputación.
¿Y el CSIC de Grulleros?
Desde el año que empecé a trabajar (2009) hasta ahora, la diferencia es abismal. Todos los gastos en el centro se miden euro a euro, exigen la realización del mismo trabajo con mucho menos dinero, cada vez hay menos personal, menos becas y hasta hay que controlar el gasto en calefacción, material básico de laboratorio, pienso para los animales, etc. Los contratos temporales van terminando y no salen contratos nuevos, y mucho menos plazas fijas.
¿Qué futuro te espera si cierra el CSIC?
Esperemos no llegar a ese punto, pero está claro que el futuro para jóvenes investigadores no está en este país. La investigación aquí no está valorada, y los recortes que ha sufrido en este último año ponen las cosas más difíciles, conseguir un contrato es muy difícil, la competencia es muy alta entre investigadores y hay poco dinero para desarrollar esos estudios.
