La cerveza leonesa Kadabra abre hueco en el mercado chino

Carlos S. Campillo / ICAL Fábrica de la cerveza leonesa 'Kadabra' situada en el polígono industrial de Villadangos del Páramo.

S. Gallo/Ical

La empresa leonesa Kadabra, que elabora cerveza artesanal, sigue ampliando horizontes, sobre todo a nivel internacional, y algo más de un año después desde que diera sus primeros pasos se está adentrando en el mercado chino. En concreto, la compañía cervecera acaba de hacer su primer envío a Hong Kong, donde se espera que a principios de septiembre lleguen las algo mas de 3.000 botellas de sus diferentes variedades que salieron hace unos días de su fábrica, ubicada en el polígono industrial de Villadangos del Páramo.

El envío, según explicó uno de los creadores de Kadabra, Jesús Fernández, se ha hecho a un distribuidor español que cuenta en China con una empresa vinícola y que ha demandado cerveza artesana española para su introducción en el país oriental. Eso ha hecho que el acuerdo haya sido “fácil” además de rápido, algo muy diferente al proceso habitual de entrada en un país extranjero, que suele prolongarse durante varios meses.

Fernández recordó que Kadabra tiene “vocación internacional” y de hecho el marketing está pensado para ese mercado mundial al tratarse de un producto como la cerveza artesanal que es “muy exportable” ya que cuenta con un consumo “muy homogéneo” en todo el mundo. Dado que el distribuidor al que se ha enviado el pedido cuenta con un canal propio, en un principio se han remitido 3.000 botellas de las diferentes variedades de Kadabra.

Por el momento está previsto que el producto se posicione en una sociedad media-alta y a un precio que se estima que rondará en un establecimiento comercial los cinco dólares al tratarse de una zona en la que residen muchos extranjeros y existe una importante cultura occidental. En función de la aceptación de cada una de las variedades de esta cerveza artesanal será cuando se determine la demanda y lo que condicionará los posibles próximos envíos futuros.

La faceta exportadora de Kadabra se está centrando fundamentalmente en los países asiáticos que es “quien más está demandando” y donde se tienen “abiertos” varios frentes para trabajar, aunque también se envía cerveza, aunque en cantidades menores, a Estados Unidos, donde la cultura cervecera es distinta a la de otros países. Por el momento, los responsables de Kadabra, conscientes del poco tiempo que llevan en el mercado, se muestran “contentos” y mantienen su esfuerzo por salir fuera al tiempo que continúan creciendo y rondan una producción de medio millón de botellas al año.

Además de la variedad IPA, que es una cerveza “muy lupulada y que tiene unos sabores más amargos”, Kadabra tiene otras variedades en el mercado, como son la Blanca Belga, que es de trigo aunque “no es la de trigo alemana”, porque se le ha dado un toque “mucho más sofisticado y natural”, sobre todo teniendo en cuenta que en las cervezas artesanas los sabores naturales “son más puros”.

También se ha sacado al mercado la Golden Ale, que es una cerveza “muy bebible” que no resalta ningún sabor sino que tiene “su lúpulo, su amargos y su sabor, pero es una cerveza de trago muy largo, con casi cinco grados, es muy suave, la más suave de todas”. Y a principios de este año se lanzó la Red Ale, de 5,5 grados, mucho más tostada que la IPA y con sabores más dulces y una esencia “muy europea”.

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