La autonomía de Castilla y León debilita a España

La bandera de la autonomía de Castilla y León hecha jirones.

David Díez Llamas

Hace un tiempo escuchaba las declaraciones que hacía mi amigo José Luís sobre el proceso a través del cual se había integrado León en el actual marco autonómico. En aquel tiempo José Luis era alcalde de su pueblo y cuando les preguntaron por la autonomía que deseaban, en la encuesta promovida por la Diputación, ellos respondieron que les gustaría una autonomía leonesa. Sin embargo a instancias de Martín Villa (José Luis era alcalde por UCD) rectificó y paso a defender la integración en la autonomía de Castilla y León.

Los motivos para cambiar esa postura fueron que era necesario hacer “un centro fuerte” que sirviese de contrapeso a los nacionalismos que se daban en otros territorios. Ni antes, ni tampoco ahora, José Luis creía que la autonomía de Castilla y León sería beneficiosa ni para el conjunto de los leoneses, ni tampoco para su pueblo. Sin embargo primó sacrificar los intereses de la Región Leonesa a los del conjunto de España.

A mi modo de ver José Luis cometió varios errores. El primero el considerar que esa no era una decisión trascendente sino “una más” de las que se tenían que tomar a lo largo del año. Frente a otras que eran decisiones de mera gestión está si tenía una profunda carga política que iba a tener consecuencias importantes tanto a nivel económico como cultural o identitario para todos los leoneses. Hoy está convencido de que el resultado de entrar en esa autonomía ha sido claramente negativo. También lo estaba el conjunto de la Diputación cuando intenta rectificar y por 20 votos a 4 rechaza la integración en la autonomía de Castilla y León. Debe ser que rectificar es de sabios y permanecer en el error de ineptos, pero ya ven, aquí estamos anclados en las cadenas de la ineptitud.

Sin embargo para mí el error más grave que cometió José Luis (y con él otros muchos) fue el considerar que con la autonomía de Castilla y León se iba a fortalecer el concepto de España. Ya ven, actualmente los partidarios de la independencia en Cataluña ocupan el poder en ese territorio, así que esa idea de que se iba a fortalecer España no parece que los acontecimientos posteriores la hayan refrendado.

En mi opinión la autonomía de Castilla y León no sólo no ha fortalecido el concepto de España y de lo español sino que lo ha debilitado. Diría que es casi un principio matemático, 6 peras más 3 manzanas no suman 9 (¿Nueve qué?).

Unión impuesta

Las uniones que se establecen desde la imposición y no desde la libertad, son ficticias y hacen continuamente agua. La autonomía de Castilla y León ha creado un marco que más que de convivencia es de enfrentamiento entre los distintos territorios que la componen y esencialmente respecto de Valladolid. Es un marco en el que hay un territorio beneficiado a costa de todos los demás (y claro protestan). Con lo cual es una posición débil y con ello se debilita el propio marco territorial español.

Las uniones desde la libertad son fuertes, las que se hacen desde la imposición nos debilitan. Es como buscar algún tipo de acuerdo con tu carcelero, será complicado hacerlo incluso en aquellas cuestiones en las que pudiéramos coincidir. Los posicionamientos comunes serían mucho más sencillos si hay un respeto al valor diferencial. Es decir sería mucho más fácil establecer puntos de acuerdo entre la Región Leonesa y Castilla en diferentes materias, que hacerlo en un marco impuesto como el de Castilla y León.

¿Unión de los cementerios?

Dicho de otro modo el concepto de España se hubiera visto fortalecido desde el respeto a la Región Leonesa y a la Región Castellana. Sería una unión más estable (que dirían los químicos) frente a la inestabilidad que ofrecer el actual marco autonómico. Claro tampoco es de recibo que la solución que ofrecen algunos sea el simple sometimiento, o lo que es lo mismo “cállese usted y no proteste”. Eso que buscan sería la unión de los cementerios. Todos muertos, callados e inmóviles. Lo malo es que así no se produce, no se genera cultura o bienestar.

Creo que hay una falta de formación en todo lo que son los aconteceres de esta autonomía, en buena parte de la población. En gran medida es responsabilidad de una Junta que promueve con el dinero público una Fundación (antes denominada Villalar y ahora de Castilla y León) que no tiene empacho en tergiversar lo que haga falta para acomodarlo a los intereses de la institución que le paga. Algunos hemos tratado de aportar información a través de nuestros libros para contrarrestar esa cultura interesada pero claro los medios no son los mismos.

En fin José Luis una persona tan dinámica y vitalista como tú, de esas que hacen tanta falta en esta tierra tuvo un error grave en esa decisión que adoptaste en ese momento. Han pasado ya los años suficientes como para evaluar ese pronunciamiento. Yo hoy no tendría ninguna duda de que el mismo fue contrario a los intereses leoneses pero también a los del conjunto de los españoles.

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