La empresa que promueve la reapertura de una mina en Laciana no responde a las peticiones de más información de la Junta
La Junta de Castilla y León ha mantenido este jueves que no concederá permisos para reabrir instalaciones mineras en Laciana mientras la empresa Cristal Mining Coal, propiedad del mismo titular de la mina de Cerredo donde hace unas semanas murieron 5 mineros leoneses en un accidente, siga sin responder al requerimiento de documentación que le solicitó en diciembre pasado.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha incidido en que la empresa sigue sin aportar la documentación requerida, por lo que ha garantizado que no recibirá autorización si no cumple con los requisitos de “máxima seguridad” que exigen este tipo de procedimientos.
La empresa Cristal Mining Coal, que solicitó autorización para reabrir una vieja mina de carbón en Sosas de Laciana y que es propiedad del mismo empresario titular de la mina donde se produjo el reciente accidente mortal lleva desde diciembre pasado sin responder a un requerimiento de la Junta de Castilla y León para subsanar una serie de carencias técnicas y ambientales de la solicitud referida a la provincia de León.
El empresario Adrián Rodríguez Rodríguez, socio único de la empresa Blue Solving que gestiona la mina de Cerredo (Asturias), donde murieron cinco mineros leoneses, es también administrador único de la empresa Cristal Mining Coal, que aspira a reabrir otra explotación minera de carbón en la comarca leonesa de Laciana, en concreto en las juntas vecinales de Sosas, Villaseca y Robles de Laciana.
La documentación del proyecto, a la que ha tenido acceso EFE, y la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León, en enero de 2025, del procedimiento de información pública, acreditan que es esta la empresa que actualmente tiene en tramitación permisos para trabajar en esta explotación minera.
Bajo el nombre de 'Tercera Petronila', el empresario ha solicitado ante la Junta de Castilla y León los permisos ambientales y de uso de monte público necesarios para aspirar a reabrir esta mina, que inicialmente fue vendida en mayo de 2024 por Coto Minero del Cantábrico -antigua Minero Siderúrgica de Ponferrada- al empresario Antonio Oliveira Ferreira, quien posteriormente la cedió a la firma Cristal Mining Coal, según consta en la documentación del proyecto.
Al igual que en el caso de la mina asturiana siniestrada, la intención de este proyecto es la extracción de antracita para su transformación en grafito, un material de alta demanda en la actualidad por su uso en automoción.
La explotación se ubicaría en un terreno de unas 56 hectáreas, localizadas en la parcela 2.150 del polígono 7, según consta en la memoria técnica presentada por la empresa.