Zapatero: “Hay pocos espíritus tan acogedores como el leonés”

“Cada nueva sede que abre es una puerta por la que entra toda la magnífica riqueza de la China de hoy y de ayer”, ha asegurado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su intervención en el acto de inauguración del Instituto Confucio en León. El leonés ha ofrecido un discurso a través de diferentes referencias literarias entre las que ha estado muy presente el propio Confucio y ha señalado que, a pesar de que León es la ciudad más pequeña que acoge este centro de difusión de la cultura y la lengua chinas, “la cultura se mide en parámetros en los que León es generosa: no hay más que comprobar la extraordinaria riqueza cultural de León: sus escritores, sus pintores, su tradición universitaria y su importancia histórica”.

También ha señalado que la virtud no es cuestión de cantidad sino de generosidad y que hay “pocos espíritus más acogedores que el espíritu leonés”, en referencia a que León es una “ciudad abierta y dinámica, hecha de migraciones y de diásporas”.

El presidente ha querido resaltar la importancia que este centro tendrá para León más allá de los intercambios culturales, universitarios y empresariales, y que supondrá una “oportunidad única que deben aprovechar las instituciones leonesas”. “Se calcula que para el año 2020 serán un millón los turistas chinos que viajarán a nuestro país. León y su comarca cuentan con los atractivos suficientes para convertirse en un destino turístico de primera magnitud para esa creciente demanda de un turismo de calidad y con atractivos culturales, gastronómicos y paisajísticos”, ha señalado.

Además, Zapatero ha resaltado la potencia que supone China en todo el mundo, sobre todo en el ámbito de la economía, que ha asegurado que “incluso asusta”, además de su capacidad como potencia investigadora y universitaria.

Con Confucio ha finalizado también su intervención: “Dondequiera que vayas, ve con todo y lleva al lado tu corazón”. “Y estoy seguro de que los leoneses lo reciben como recomendaba también el pensador chino: con ”la cabeza fría, el corazón caliente y la mano siempre dispuesta a ayudar“, ha concluido.