El máster Fuego del Campus de Ponferrada analiza sobre el terreno los efectos del incendio de la Tebaida
Los alumnos del máster Fuego, que se está impartiendo en la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal del Campus de Ponferrada de la ULE, realizaron una visita técnica, como parte de su formación práctica, a los terrenos afectados por el incendio que quemó más de 1.300 hectáreas de monte en el entorno de la Tebaida berciana en abril de este año. De forma conjunta, los alumnos, el personal de la Junta que les acompañó y los profesores del Campus de Ponferrada, analizaron los efectos del incendio sobre la vegetación y el suelo.
Al respecto, la visita, que forma parte de las asignaturas de Teledetección aplicada y Física y ecología del fuego, se organizó en colaboración con el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta a través del agente medioambiental que desarrolla su trabajo en la zona afectada, que explicó a los alumnos el desarrollo del incendio y las tácticas y estrategias de extinción utilizadas.
Como resultado de la jornada de campo, los alumnos destacaron que el recubrimiento del suelo por la vegetación es actualmente, y en general, alto, debido principalmente a que la estrategia de regeneración de la mayoría de las especies forestales de la zona quemada -brezo, carqueixa, escobas, rebollos- es rebrotadora, y a que las condiciones meteorológicas, marcadas por temperaturas suaves y precipitaciones ligeras en primavera, después del incendio, han resultado favorables para la misma.
Por otra parte, constataron también que la severidad del fuego sobre la vegetación fue variable espacialmente, si bien predominan las zonas donde la severidad ha sido alta, lo que se verificó por el diámetro de los troncos remanentes tras el incendio. El muestreo y análisis de estos efectos en campo servirá a los alumnos como ejemplo para la realización de informes técnicos sobre otros incendios.
Por último, los alumnos pudieron observar 'in-situ' actuaciones urgentes de estabilización del suelo llevadas a cabo por la Junta, como la aplicación de 'mulching' de paja en las partes altas de algunas laderas y la construcción de albarradas -pequeños diques o barreras- en laderas y arroyos. Estas medidas son muy eficaces para minimizar la pérdida de suelo, la erosión por lluvias y el arrastre de cenizas y materiales finos a los cursos de agua.
