La Plataforma Valderrey Pueblo Unido y los vecinos afectados por los proyectos de los megaparques solares de La Sequeda y Maragatería han recibido este domingo el respaldo de cientos de personas en la marcha contra las megainstalaciones de energía fotovoltaica de la empresa noruega Statkrfat Iberia. Los manifestantes han recorrido los parajes vertebrados por el Camino Gallego desde Bustos y Valderrey hasta Morales del Arcediano donde ha concluido la protesta.
La marcha ha discurrido en un ambiente festivo y reivindicativo en la que los participantes han clamado en los manifiestos leídos por las plataformas Valderrey Pueblo Unido y Alta Valduerna contra “el ataque a nuestros valles y tierras de labor por parte de empresas que tratan de especular en nuestro territorio con la implantación de grandes instalaciones solares”, una amenaza al modo de vida “que ha perdurado durante generaciones” en las comarcas de la Sequeda y los de los territorios colindantes de Maragatería, la Valduerna o la Valdería.
Las plataformas han clamado por una ordenación y planificación en el desarrollo de estos megaproyectos que llegan “de la mano de grandes fondos de inversión, que con agresivas maniobras y la connivencia y apoyo de algunos alcaldes de ayuntamientos, como el de Valderrey, presionan para hacerse con el control de grandes superficies de tierra en un tiempo récord”, ponían de relieve en los manifiestos. Una estrategia que responde a un nuevo tipo de “liberalización encubierta del suelo, en este caso el rústico y natural, para transformarlo en falso suelo industrial, generando una burbuja energética de efectos imprevisibles y provocando el enfrentamiento de los vecinos, y el desconcierto de las administraciones competentes”. Concluyendo que quienes “aquí vivimos, tenemos muy claro y sabemos todos nosotros lo que no queremos que hagan en el futuro con nuestra tierra, con nuestra gente y con nuestro modo de vida”.
Desde Morales del Arcediano, las seis plataformas que han respaldado la protesta han propuesto a las administraciones que se establezcan perímetros de exclusión de varios kilómetros para la protección de las poblaciones, en los que no se permita la implantación de grandes instalaciones solares, así como distancias de exclusión de varios kilómetros entre las mismas. “Que dichas administraciones ejerzan de facto el deber de custodia, al que están obligadas por ley, para que se garantice así la preservación del paisaje, minimizando el impacto sobre los pueblos y el territorio. Queremos seguir viviendo aquí, mantener la vida de nuestros pueblos y asegurar que nuestros hijos también tengan la oportunidad de poderlo hacer”.
Quienes este domingo se han puesto en camino para alzar la voz contra los megaparques solares han reiterado que “la mitigación del cambio climático no puede llegar sin una reducción drástica de las necesidades en el consumo de energía, la descarbonización, la generalización del autoconsumo, o sin lograr un sistema de generación distribuido que acerque los puntos de producción a los centros de consumo”. Por lo que han reclamado que el camino de la transición energética hacia las energías renovables, “siempre debe ser sostenible, garantizando la conservación de la biodiversidad, el paisaje y el modo de vida de los habitantes del territorio”.