La Junta invertirá 2,5 millones en Valsemana para el Centro de Recuperación Animal prometido hace seis años
Paseando por los montes del pueblo berciano de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, hace tres semanas que una persona se topó con un osezno en un estado de salud más que delicado.
El protocolo de emergencia con cualquier especie silvestre, especialmente si está protegida, y aún más si es una cría desvalida, se puso en marcha en manos de la Junta de Castilla y León, administración competente en estos casos.
Una vez más, el animal tuvo que emprender un largo viaje hasta Valladolid. Como este extraño buitre negro herido cerca de La Bañeza en 2019. Como el cadáver de un oso aparecido en Burón un año antes. Como cientos y cientos de animales de la provincia leonesa que requieren necropsia o ayuda veterinaria.
Y es que aunque el 'paciente' aparezca en una de las provincias más extensas de la Comunidad, como es León, con enorme variedad de hábitats, mucha montaña y profusión de especies y tan sensibles y en peligro de extinción como osos o urogallos, aquí no existe ningún Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CEAS) de la red autonómica. Sí están en la capital pucelana, así como en Burgos y Segovia.
En León no existe. Pero se prometió. Lo hizo el que sigue siendo consejero leonés del área de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez- Quiñones. La promesa data de 2016, acumula ya casi seis años, e incluso se firmó en un documento, un protocolo que también rubricó el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín, a la sazón veterinario experto en la materia.
Casi seis años después sigue sin ser todavía una realidad pero ahora la Junta asegura que tiene un proyecto, que dispone de presupuesto y que ha decidido un emplazamiento en la provincia de León.
El 'escenario' elegido no será ya el inicial, el Hospital Veterinario de la histórica Facultad de la Universidad de León. Sino un emplazamiento natural, la finca de Valsemana (municipio de La Ercina) que la Junta lleva años incentivando para intentar que se convierta en “uno de los mejores complejos faunísticos de España”, relata el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz.
Arranz asegura que está muy avanzado ya el anteproyecto de un edificio de nueva construcción, que contemplaría una inversión que se ha venido cifrando en 2 millones de euros pero que “la crisis quizá acabe elevando cerca de los dos millones y medio”, estima.
Los nuevos plazos que ahora ofrece para la sede nueva del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de León la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio contempla que el proyecto en sí esté listo antes de que termine este año 2022 para licitar y contratar las obras en 2023 y “si todo está en plazo poner iniciar la actividad a finales de 2023 o como mucho principios de 2024”.
El presupuesto mencionado cubriría todo en las instalaciones, equipamiento y servicios, para las nuevas zonas de quirófanos, de realización de necropsias y análisis de restos y voladeros propios diferentes a los ya existentes en otras dependencias de Valsemana.
Personal y vinculación universitaria
En principio la Junta estima que no retrasaría el proceso de selección del personal necesario, que se estima para cubrir turnos de trabajo en unas seis personas ocupando el puesto de peones o técnicos y dos veterinarios, uno de ellos coordinador de todo el centro. Los primeros se encargarían de labores desde limpieza a mantenimiento de las instalaciones o alimentación de los animales.
Es aquí donde la Consejería pretende retomar el original acuerdo con la Universidad de León, aunque ya no emplee instalaciones universitarias como se pensó en un primer momento. Arranz apuesta por que el centro en Valsemana se acompañe con una “implicación” del Campus leonés “en el nivel formativo”.
Es decir, que los estudiantes e investigadores de Veterinaria y otras facultades puedan realizar prácticas y emplear los recursos del nuevo CEAS de León “en beneficio mutuo”, planea el director general, incluso para abrir o afianzar nuevas líneas de investigación.
Valsemana, lugar puntero
Con la implantación total del esperadísimo Centro de Recuperación faunístico leonés, cuya ausencia ha sido motivo de crítica política durante años, la Junta de Castilla y León cree que Valsemana pasará de ser lo que todavía se denomina Centro Cinegético a un complejo faunístico de primera línea.
El CEAS se uniría en la enorme finca autonómica en León con el pionero Centro de Cría del Urogallo Cantábrico que en este momento está comenzando la crianza controlada, monitorizada y real de esta especie en riesgo crítico del máximo nivel; el Centro de Alimentación del Oso Pardo, donde se aclimatan los ejemplares de Asturias, Cantabria y la Comunidad autónoma antes de su reintroducción a su hábitat tras recuperarse; el Centro Experimental de Mejora Genética del Corzo, de los más avanzados de España; o el propio Centro de Fauna con voladeros y otras instalaciones. Todo ello junto a la casa solariega existente en la zona recuperada que se usa como zona expositiva y formativa a nivel técnico.