Los cielos se han despertado despejados este domingo en León para despedir una Semana Santa pasada por agua y en la que varias cofradías se han visto obligadas a suspender o acortar los recorridos desde el lunes, día en que se anularon las tres procesiones programadas en la ciudad.
También Ponferrada ha tenido que dejar los pasos a cubierto y cancelar algunas de sus procesiones ante la lluvia. Ni siquiera Genarín pudo hacer aparición por las calles leonesas ante el aguacero que se le venía encima, aunque los miembros de esta cofradía pagana procesionaron hasta la muralla como viene siendo habitual.
Atrás quedó la tormenta y esta mañana la Catedral se levantaba inundada por miles de leoneses que aguardaban el tradicional 'Encuentro' entre la Virgen y el Jesús Resucitado, una procesión organizada por la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero y cuyo acto central tiene lugar frente a la Pulchra, cuando uno de los hermanos despoja a la Virgen del manto negro, le cambia la corona y sueltan las palomas para escenificar el fin del luto.
Es entonces cuando los papones descubren sus caras, algunos emocionados, y las bandas de música dejan el tono fúnebre para entonar marchas alegres al ritmo de las cuales los cofrades bailan los pasos. Esta procesión se extiende hasta más allá del mediodía y pone punto y final a la Semana Santa.
La mejor semana del año, aguada
Aparte de las caras de desilusión entre los cofrades que veían cómo otro año se quedaban en casa sin poder salir en algunas de las procesiones, los hosteleros y hoteleros han sido los que más han sufrido el mal tiempo de esta semana, pero al final no ha sido tan malo como preveían. El presidente de los hosteleros del Húmedo, cifraba el pasado jueves en un 30% la caída en las ventas debido a la lluvia, pero asegura que finalmente ese descenso ha quedado en un 15%.
El presidente de los hoteleros, Jaime Quindós, ha manifestado que la ocupación ha rondado el 90%, algo peor que otros años cuando el lleno era completo.