Los riesgos de las procesiones para la salud

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Todo el mundo es consciente de las connotaciones religiosas y culturales de la Semana Santa, además del esfuerzo físico que conlleva participar de manera activa en esta celebración. Pero en muchas ocasiones nos olvidamos que dicho esfuerzo puede provocar problemas de salud si no se toman ciertas medidas de prevención, tanto para los cofrades como para los espectadores. El aumento de procesiones, unido a la larga duración de algunas de ellas, hacen recomendable seguir algunos consejos que nos ayudarán a disfrutar con fervor de la Semana Santa, pero evitando, o al menos minimizando, los riesgos para nuestra salud.

“La participación en la Semana Santa es una actividad física, ya no por el grado de intensidad, sino por la duración del esfuerzo. Por lo que si no se toman medidas oportunas podemos encontrarnos ante consecuencias posteriores, que pueden ser agravamientos de dolencias ya existentes, o condicionar la aparición de otras nuevas que nos puedan condicionar unas semanas de discapacidad funcional importante”, apunta el doctor Jesús García-Mulero, especialista en Medicina Deportiva de la Clínica San Francisco.

El ejercicio físico que se realiza con el seguimiento de las procesiones se caracteriza principalmente por permanecer muchas horas de pie en una posición estática y por tener que soportar un peso en el caso de los cofrades que pujan los pasos. Desde el punto de vista biomecánico las dos partes del cuerpo que más sufren son la columna vertebral y las articulaciones del tren inferior: pies, tobillos y rodillas.

El doctor García-Mulero indica que “las lesiones más frecuentes que se dan al participar en Semana Santa son de carácter muscular, sobre todo producidas por las sobrecargas, y en aquellas personas con una patología previa en las rodillas, son frecuentes los edemas o sobrecargas articulares, así como artritis mecánicas en las rodillas y tobillos”. En cuanto a los problemas lumbares, el especialista de la Clínica San Francisco advierte que las personas con una dolencia lumbar previa, al permanecer durante muchas horas de pie pueden tener un dolor posterior en la zona que puede alargarse durante semanas.

Consulta al especialista y preparación previa

En los casos en que se tenga alguna patología previa en las articulaciones es recomendable acudir a un especialista médico para que valore en que grado está su lesión y pueda informarle sobre los límites que debe adoptar si no quiere que ésta se agrave. Asimismo, las personas que no realizan ningún tipo de actividad física durante el año deberían realizar entrenamientos previos a la Semana Santa para fortalecer muscularmente, sobre todo, la zona de la columna.

Otros consejos

Actualmente existen diversos sistemas que pueden ayudarnos a reducir la carga física para el organismo como son las fajas lumbares, las rodilleras o los protectores de hombros. Además, es muy recomendable utilizar calzado cómodo y medias especiales si se tienen problemas de varices. Otro aspecto a tener en cuenta es utilizar ropa adecuada en función de la climatología, ropa de abrigo si hace frío, y también una buena hidratación si hace calor.

No obstante, si a pesar de seguir todas recomendaciones anteriormente señaladas aparece algún problema físico es aconsejable acudir al médico para que valore la situación, ya que en muchos casos un tratamiento de fisioterapia puede evitar el estar durante varios días con dolores.