Primos lejanos a la leonesa

Ignacio G. Lemme, Nestor Antolin Balbuena y Javier Sarabia.

Nuria V. Martín

Si con el título te ha venido a la cabeza la mítica frase “primo laryyyy”, te puedes hacer una idea de lo que vas a leer. Aunque debes cambiar Larry por Javi y el acento griego por el argentino. Y es que Ignacio Guillermo Lemme Vilda y Javier Sarabia Recio son primos lejanos, pero más al estilo 'Vientos de agua'.

Sin documentos 

“Mi tía, que es prima hermana de su padre, llamó a la farmacia del pueblo de mi abuelo, Santa Lucía de Gordón, pero ya nadie vivía allí. Entonces habló con el dueño de la farmacia y le pasó el teléfono del padre de Javi”, relata Nacho con su inconfundible acento argentino. “O de Amparito”, le corrige su primo leonés Javier. “De Amparito, de mi tía”.

A pesar de ese trabajo de investigación, al final fueron las primogénitas redes sociales las que hicieron la magia. “En el 99 / 2000 nos localizamos él y yo y empezamos a hablar por el Messenger”, explica Nacho. Queridos zentenial, el Messenger era al ordenador, lo que hoy es el WhatsApp al teléfono móvil, la única ventana de comunicación con el mundo digital. “De repente me dijo que quería venir a España. Me fui a Madrid en el 2001/2002 a buscarle, sin conocerle, y hasta hoy”, termina de narrar Javier. Desde ese año Nacho ha intentado venir siempre que ha podido. No ha estado todos los años, pero a veces se ha dejado caer por la tierrina hasta dos veces en el mismo año. “Al principio llegué a estar tres meses, el tiempo que me permitían al no tener la ciudadanía”, recuerda Nacho.

La argentinidad al palo

A pesar de que volvió a Argentina, Nacho se siente en casa cuando está en León. “Se parece mucho a nivel social, ya que son muy familiares y de amigos. Y después en cómo se come, en cuánta cantidad. Aunque no tanto en beber, creo que León es el número uno en bebidas”, enumera el forastero, resaltando la amabilidad de los leoneses. 

“He trabajado con venezolanos, colombianos, argentinos, etc. aquí en León, y tenemos mucho más que ver con ellos. Hay más mestizaje en el resto de Sudamérica, pero Argentina, Uruguay y Chile es mucho más europeo. Se adaptan super rápido a León, ¿eh? A Madrid les cuesta un poco más”, comenta Javier. A lo que su primo puntualiza, “Madrid es más parecida a Buenos Aires. Lo que tiene León, a diferencia de Madrid, es que en una ciudad grande si estás solo es difícil hacer vínculo. Acá en León salís a un bar, caminás cuatro cuadras y haces vínculo en diez minutos”. Nacho asemeja La provincia de León a Mendoza, por su tradición vinícola y dimensiones.

No me arrepiento de este amor

Sin embargo, señala que hay muchas diferencias culturales. “La historia que tiene León en Argentina no es nada. O sea, creo que el edificio más nuevo de León tiene más años que toda Argentina”, bromea. Nacho reconoce que León le encanta porque le apasiona la historia. “Me gusta mucho ir a San Isidoro, el Húmedo y mi lugar favorito es donde estamos ahora, la plaza del Grano”, recorre top tres de la ciudad. Lugares que puede recorrer en tres pasos porque para él, en comparación con Buenos Aires (donde vive), está todo muy cerca. “Acá camino todo el día. En Argentina tengo que agarrar el auto para cualquier cosa, básicamente. León es una ciudad limpia, tranquila y me encanta”, expone.

Aunque lo que más destaca de aquí es la gente y lo social que es el leonés. Y como muestra de lo bien que se entiende con los de aquí lo explica su primo Javier, “además de primos, una temporada fuimos cuñados. Nacho tuvo una novia que era hermana de mi mujer. La pequeña de la familia”. Todo quedó en casa aquella época.

Dieguitos y Mafaldas

A pesar de las pasiones que ha levantado nuestro protagonista y la adoración que siente por esta provincia, lo cierto es que sus compatriotas cuando visitan nuestro país se quedan sólo con las ciudades más grandes. “Son las ciudades más importantes. Después es un tema de marketing y turismo. Mi familia y mis amigos conocen León porque yo lo nombro. Yo sé que vengo con mis amigos acá y se vuelven locos. Pero si nadie se lo dice es difícil de llegar”, reclama.

Y se le ocurren varias ideas para promocionar la tierrina: “Lo primero como una salida diferente de Madrid, aunque sea no te digo de muchos días porque se recorre relativamente rápido. Y después, te venden el tapeo como España, pero el tapeo real es acá”. A lo que Javier aporta con una cuestión, “¿Conocéis a alguien que haya venido a León y no quiera volver? Y lo que es la ciudad de León todo el mundo quiere volver, aunque sea a tomar unos vinos”. A lo que su primo del otro lado del charco, aunque ahora sentado a su lado, remata asegurando que, “lo que viví acá no se ve en ningún lado. Más allá del tapeo del húmedo. De hecho, he traído gente de Turquía, de otros lados, que tampoco lo vivió en ningún otro lugar del mundo. Para mí es una experiencia particular y sigue siendo una de las ciudades más linda para estar y para vivir”.

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