La plaza de Santo Domingo, el amargo ejemplo del fin del sector bancario leonés

La plaza de Santo Domingo de León, con el antiguo cartel de Caja España retirado la semana pasada.

Jesús María López de Uribe

Es una estampa que ya no se verá más, aunque en realidad ya hacía tiempo que financieramente se había perdido. La semana pasada desmontaron el mítico letrero luminoso de Caja España que coronaba la fachada del Complejo de Santo Domingo que daba a la plaza del mismo nombre, ejemplificando físicamente la pérdida absoluta de la potencia financiera de la ciudad antes de entrar en la Comunidad Autónoma bajo el mando de Castilla.

El viernes 4 de enero desapareció el nombre de Caja España y su llamativo toro del 'skyline' del lugar que ejemplifica para todos los leoneses el centro de la ciudad. Un logo que en su momento fue el primer aviso de que todo lo leonés debía desaparecer del mapa para integrarse en la autonomía dirigida desde Valladolid.

En aquellos momentos se 'vendió' que el león sobre un bombo que era el logotipo de CajaLeón debía desaparecer al unirse en 1990 bajo su liderazgo las dos cajas de Valladolid, la de Palencia y la de Zamora (y comprar la Caja Rural Comarcal de Carrión de los Condes). Entonces CajaLeón tenía más del 50% de los 201.458 millones de pesetas de inversiones crediticias que sumaban las cinco primeras entidades (unos exiguos 1.210 millones de euros).

Fue en 1994 cuando al adquirir el Banco de Fomento, se instaló en el Complejo de Santo Domingo el cartel que se retiró a primeros de este año sustituyendo al antiguo de éste que presidía entonces una plaza repleta de oficinas centrales de antiguos bancos como el Central. el Vizcaya o el Hispano Americano.

Luego llegó la eterna lucha entre Caja España y Caja Duero, con la pretensión de la Junta de que la antigua Caja Salamanca y Soria consiguiera el control de la entidad financiera con sede en León. Y las historias de su competencia, sobre todo cuando ésta última cambió de nombre: mientras Caja España podía venderse perfectamente en casi todo el territorio español (llegó a tener casi tres mil oficinas), la del Duero tenía ventaja en Portugal por el nombre del río... y en Cataluña, donde todo lo que sonaba a España creaba urticaria.

La compra de Caja España por la malagueña Unicaja

Pero al final la crisis se llevó todo por delante. La ansiada fusión de las dos entidades en 2009 por parte de la Junta de Castilla y León, para así controlar el dinero de sus clientes y conseguir mejores condiciones crediticias, aprovechando la crisis terminó en un monumental fiasco al encontrarse un enorme agujero en sus cuentas que tuvo que ser financiado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con una cifra similar a los 1.210 millones que tenía en su creación veinte años antes. En ese momento se creó el Banco EspañaDuero y, aún con sede en León, desaparecía su condición de Caja de Ahorros y Monte de Piedad.

Por supuesto la dirección de los políticos dirigidos por la Junta de Castilla y León todavía deparaba un fiasco mayor. Dejaron a la antaño una de las cajas más fuertes de toda España fuera de combate y al final en 2011 Unicaja (Caja Málaga) se quedaba el control de la entidad financiera que los políticos habían conseguido quebrar. El golpe fue tan duro que hasta ILEON.COM tituló en octubre de 2017, cuando se produjo la absorción completa, 'Fusión total Unicaja-EspañaDuero, cuando el pez chico se comió al grande'.

Finalmente la comunidad autónoma liderada por Valladolid había conseguido volver a engañar a los leoneses. Durante sus primeros años se les hizo creer que aún conservaban el control bancario con la mayor caja liderando el sector bancario autonómico, y con la otra que quedaba, aún en franca competencia, en Salamanca, dentro de la Región Leonesa.

Cuarenta años para acabar con el liderazgo financiero leonés

Hoy, tras la retirada del logo del 'toro' que se diseñó en Estados Unidos al modo del malagueño Picasso, ya no queda nada. Hasta los malagueños han cerrado las oficinas centrales de Caja España en el Portillo. Hoy sólo un pequeño cartel accesorio del logo de Unicaja Banco recuerda que una vez León tuvo una de las mejores cajas de ahorro de España. Que una vez fue algo y ya no queda nada más que esperar que hasta el pequeño recordatorio en las oficinas de la antigua CajaLeón desaparezca por completo.

Y lo peor es que ni siquiera es un negocio redondo para Valladolid, pero sí de la política ejercida por sus políticos para que León no le haga la más mínima sombra. En medio siglo León pasó de ser el líder financiero autonómico a desvanecerse. Lo de decir al genio de la lámpara que si le da el doble al enemigo al pedirle un deseo que a uno le quite un ojo, vamos.

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