El 'Genarín' más rápido de la historia

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Antonio Vega

Apenas pasaba un cuarto de hora de las doce de la noche cuando en la plaza del Grano de la capital leonesa comenzaban a encenderse las antorchas que acompañan la procesión de 'Genarín'. Cientos de personas, fundamentalmente jóvenes, esperaban el comienzo de la peculiar procesión, aunque en menor número que los últimos años seguramente debido a la lluvia incesante que caía a esas horas. La lluvia provocó la decisión por parte de la cofradía organizadora de sacar sólo la tradicional barrica de orujo y el estandarte de la misma, dejando para otra ocasión las tallas de Genaro, los 'Evangelistas' de 'La Moncha' y a los monigotes de la Muerte.

Una decisión que provocó alguna que otra decepción en quienes esperaban poder ver en su integridad el evento, pero que como recordaba una cofrade retrotaía a tiempos de menos popularidad a la procesión ya que durante muchos años lo único que se sacaba era el mítico barril de orujo, en primigenio homenaje al pellejero borrachín Genaro Blanco. Otros, con mucha sorna, quisieron ver en el gesto de la cofradía un reflejo de los tiempos de austeridad que corren por el país y que no escapan a la satírica procesión.

Tras un rápido recorrido por las calles del húmedo con menos compañía de la habitual se llegó a la estación de la Catedral. En ella Maxi Barthe y Fermín Carnero recordaron versos del “evangelista” Francisco Pérez Herrero entre vítores de la ya importante muchedumbre allí congregada. Cumplido el trámite se continuó a todo trote hacia la carretera de los Cubos.

Como siempre la carretera de los Cubos se llenó de personas para escuchar los versos satíricos anuales y ver subir a la muralla al “hermano trepador” con el habitual homenaje compuesto por una corona de laurel, pan, queso, naranjas y por supuesto orujo. En esta ocasión, al igual que el año pasado, no se pudo ascender por la carretera debido a la lluvia acumulada en las piedras por lo que se depositaron las ofrendas desde la parte superior de la muralla. En la carretera de los Cubos fueron muchos los vítores a 'Genarín' y no faltó el clásico “Pucelano el que no vote” mientras se finalizaba con el “y siguiendo sus costumbres, que nunca fueron un lujo, bebamos en su memoria una copina de orujo, ¡Viva Genaro!”. No daba entonces la una y media de la madrugada.

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