Emilio Guzzo, el influencer que descubre la provincia de León con acento argentino y melena
Tras vivir en pleno centro de Buenos Aires los últimos 7 años de su vida, haber conseguido un trabajo estable, sentirse cómodo y muy envuelto en la rutina, se di cuenta que era hora de un cambio… “¿Eso iba a ser todo en mi vida, no habría más aventuras? Nunca había hecho un intercambio o ”Erasmus“ como lo llaman aquí, entonces pensé que buscar trabajo fuera era una gran oportunidad para conocer nuevos horizontes”, relata Emilio.
De la banca en Buenos Aires a las redes en León
España fue su primera opción, ya que, aunque habla inglés, considera que el idioma nativo es importante para sentirse en casa. Como es lógico, al enviar CVs pensó que encontraría más oportunidades en ciudades como Madrid o Barcelona, pero resulta que la propuesta con condiciones más estables de contrato provenía de León para trabajar en una fundación que quería dar una nueva imagen, una ciudad que solo conocía de nombre. “Cuando vi imágenes desde el ordenador de mi casa en Buenos Aires, de la Catedral Leonesa, la Calle Ancha, San Isidoro, San Marcos y todo lo que la rodeaba en la provincia, pensé: es ahí, Emilio, tienes que ir”, asegura.
Y gracias a esa intuición es normal toparse por las calles de León y las redes con esa melena inconfundible y esa manera de hablar que atrapa. “Desde que soy muy pequeño tengo claro que me gusta comunicar y hablar a la gente. A los 10 años insistí muchísimo para que me llevaran a clases de teatro y fue un acierto porque comencé a actuar en obras teatrales desde los 11”, desvela el secreto de su éxito ante la cámara. De hecho, a los 17 actuó en su primera película que se estrenó en muchos cines de Argentina.
Sin embargo, cuando empezó la carrera de Marketing tuvo que dejar un poco de lado su perfil artístico. “Aunque nunca lo hice del todo, ya que siempre he colaborado con fotógrafos y hasta con algún diseñador de moda de Buenos Aires, como Schott, marca que ha diseñado colecciones para shows de María Becerra”, revela. Experiencias que compatibilizó con prácticas en ‘Bando Galicia’, donde le hicieron un contrato indefinido al mes, aunque le quedaba un cuatrimestre para terminar la universidad. Cuando finalizó sus estudios se incorporó a la entidad bancaria durante dos años y medio.
De venir a una ciudad desconocida a ser reconocido por la calle
Ya en España, y después de más de dos años en la fundación que le trajo a León, actualmente se ha puesto por su cuenta. “He decidido que lo mejor es ser más independiente y no trabajar bajo el techo de ninguna organización, a pesar de que, si me gusta colaborar con ellas de otras maneras, ya que he tenido la suerte de llegar a un punto en el que hacer lo que me apasiona, que es comunicar, puede ser útil para muchas personas”, transmite con pación.
Emilio comenzó a hacer vídeos de la ciudad de León, ya que “vine a vivir solo con mi pequeño gato y no tenía a nadie con quien compartir todas las fantásticas historias y lugares que estaba conociendo aquí”, confiesa. El contenido que publicaba sobre León comenzó a ser más visto por leoneses que por argentinos, hasta que un día publicó un vídeo sobre salir de café torero y sobre la cultura de ir de bares en León con tinte humorístico. Ese vídeo explotó. “Me acuerdo de haberlo publicado un jueves y el sábado que salí por las calles mucha gente me frenaba por los bares para preguntarme si ”era el chico de TikTok“. Al día siguiente mi vídeo estaba en muchos periódicos de la ciudad. Y tenía infinidad de mensajes por todos lados”, revive ese momento de fama inesperada.
Gracias a la popularidad de sus vídeos, Emilio sintió el compromiso y la necesidad de valorar la opinión y a escuchar a los leoneses y sus comentarios en sus redes para saber que querían, que les “prestaba” que cuente en su próximo vídeo. “Y así creamos juntos una comunidad en mis perfiles de Instagram, tiktok, incluso, Facebook como @emiliodeviaje”, enumera, aunque su red predilecta es Instagram.
A pesar de su éxito en este medio digital, el propio Emilio es muy precavido a la hora de considerarse influencer. “No me parece correcto que alguien sólo por tener muchas vistas o me gustas o por ser conocido pueda considerarse influencer. Asumo una responsabilidad y un compromiso como creador de contenido, publicando cosas que sirvan a las personas, que les ayuden y que las enriquezcan con conocimientos e ideas de algún tipo”, ratifica. Tiene muy en claro que prefiere crecer en seguidores de una manera más orgánica y genuina, siendo transparente, y creando contenido de utilidad y no crecer muy rápido con contenido que sólo “enganche”, pero haga perder el tiempo a la gente en las redes.
Influencer o no, Emilio sabe lo que se hace en las plataformas digitales, es por ello que le hemos pedido algún consejo para crear una buena comunidad. “Que generen cercanía con la audiencia a la que quieren llegar siendo auténticos y empatizando con ella. Creo que si tienes claro lo que sabes hacer bien y aprendes a transmitirlo a tu manera, el éxito será mucho más alcanzable. Obviamente, es útil seguir modas y tendencias, pero como dicen por allí, ”las modas son pasajeras, pero el estilo permanece“. Tanto si eres una persona como si gestionas una empresa tienes que ser transparente”, puntualiza de manera muy sensata.
De una experiencia laboral a una nueva vida
“Lo que más me gusta de León es su gente, porque lo que más disfruto es su historia y patrimonio, tanto cultural como natural, y los leoneses lo han cuidado muchísimo y están muy orgullosos del mismo”, comenta orgullos y reconoce que son los leoneses los que le enseñado cada sitio que visito y luego ha mostrado en sus redes. “Tantos lugares maravillosos que le cuesta muchísimo elegir, pero creo que depende también de cómo me cuentan su historia cuando los visito. Pero los que más me han sorprendido son: Las Medulas, El Bosque de Faedo, San Isidoro (atentos porque se vienen cositas) y La Plaza del Grano”.
Pero como bien dice, es la gente lo que más le gusta de la tierrina. Y es que considera que somos más similares con los argentinos de lo que pudiera parecer en un primer momento. “Ambos son orgullosísimos de los suyo, lo que me parece una virtud. A ambos les encanta la carne. A ambos les gusta la siesta, aunque algunos lo niegan y otros no podamos dormirla a menudo”, expone entre risas los puntos en común. Aunque, como ya mencionó en el video que le lanzó a la fama, la única diferencia es que los argentinos se reservan lo de beber para la discoteca y los leoneses, bueno, no tenemos reservas.
A pesar de esa pequeña diferencia, después de dos años y medios en León considera que es su casa. “Hoy me siento más leonés que porteño. No tengo ningún plan de irme a otro sitio porque aquí estoy muy a gusto y sé que tengo muchas cosas para descubrir y conocer de la provincia aún”, sentencia con orgullo y felicidad su decisión. Y aunque desconoce que le deparará el futuro, ya que este joven tiene mucho camino por recorrer y muchas oportunidades que aprovechas, pero para Emilio León siempre será su “ciudad natal de España”.