León ante el auge de las renovables: una burbuja que pinche o una oportunidad que aliente su reconversión económica

La Plataforma por el Futuro de la Montaña Central Leonesa recoge firmas en una mesa informativa. / ICAL

César Fernández

La energía ha condicionado el desarrollo económico de la provincia de León a lo largo del último siglo. Cerradas las centrales térmicas, asoman en aluvión una serie de proyectos vinculados a la explotación de las renovables en el contexto de la denominada Transición Ecológica Justa. Conscientes de que el futuro pasa irremediablemente por la incorporación de esa vía, hay quien habla de burbuja y hay quien ve una oportunidad. Y territorios que tratan de buscar un modelo de reconversión hacia un tejido más diversificado que pivote sobre el medio natural como la Montaña Central Leonesa o el Bierzo Oeste se han puesto ya en pie de guerra contra la implantación de parques eólicos con la particularidad de que la oposición se ha articulado a través de plataformas sociales ante el silencio general de las administraciones locales.

El panorama de incorporación de proyectos vinculados a las energías renovables puede analizarse con una perspectiva general o con un enfoque local. “Si abrimos el foco, esta situación no afecta solamente a León, sino que el aluvión se está produciendo en todo el país”, precisa la coordinadora de Conservación de la ONG SEO Birdlife, Ana Carricondo, quien alerta sobre la presentación en masa de iniciativas para optar a tener un hueco en la nueva generación de energía. “Se está presentando un número de proyectos mucho más alto de los que se van a poder aprobar”, afirma como premisa.

“Lo que se vende como una transición verde está siendo en realidad una patada hacia delante del oligopolio eléctrico, las grandes empresas y los fondos de inversión”, advierte el coordinador de Ecologistas en Acción en León, David Acebes, que también lo dice de otra manera: “Los que nos han llevado al fiasco ahora se visten de verde para hacerse un lavado de cara y colonizar la España vacía”. Y se hace eco de una reciente publicación que habla “de transacción más que de transición” al aludir a los intereses económicos que subyacen en el sector de las renovables.

Los que nos han llevado al fiasco ahora se visten de verde para hacerse un lavado de cara y colonizar la España vacía, dice el secretario de Ecologistas en Acción en León al denunciar que lo que se vende como una transición verde está siendo en realidad una patada hacia delante del oligopolio eléctrico, las grandes empresas y los fondos de inversión

El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (Istas) de Comisiones Obreras ve, sin embargo, con mejores ojos la implantación de energías renovables en un marco de Transición Ecológica por la “alta disponibilidad de recursos” y la existencia de un “mercado muy competitivo”. El futuro, eso sí, pasaría por combinar “grandes instalaciones” con otras de menor tamaño, admite su representante Begoña María-Tomé Gil, quien sí remarca que el conjunto de Castilla y León “es la zona con más potencial para la implantación de renovables” de toda Europa. Y destaca en León la posibilidad de establecer sinergias con grandes empresas ya asentadas como la factoría de palas eólicas LM Wind Power y organismos públicos como Ciuden o la Fundación Santa Bárbara con la idea de generar empleo en todas las escalas.

Oposición en la Montaña Central y el Bierzo Oeste

A medida que el foco se acerca al terreno, aumentan los recelos. La Montaña Central Leonesa es el escenario de hasta cuatro iniciativas de instalación de parques eólicos. La respuesta social se ha tenido que articular en tiempos de pandemia. Y de la misma forma que internet y las redes sociales calan entre jóvenes y adultos, la Plataforma por el Futuro de la Montaña Central Leonesa ya asume que habrá que “retomar el contacto” con los mayores en una zona afectada por la despoblación y el envejecimiento. El conglomerado aglutina alrededor de 5.000 personas al sumar la colaboración de expertos ya con experiencia en otras batallas como la de los embalses o la línea Sama-Velilla, dice su secretario, Sergio Díez, quien espera que algunos promotores desistan en vista del rechazo social. Entre tanto, echa en falta “un posicionamiento más firme de alcaldes y pedáneos” más allá del pronunciamiento de La Pola de Gordón.

El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO subraya la posibilidad de establecer sinergias con grandes empresas ya asentadas como la factoría de palas eólicas LM Wind Power y organismos públicos como Ciuden o la Fundación Santa Bárbara con la idea de generar empleo en todas las escalas

El Bierzo Oeste vive ahora la réplica de lo experimentado hace unos meses en la Montaña Central Leonesa. Los ayuntamientos de Corullón, Trabadelo y Vega de Valcarce ya se han posicionado. Pero la Plataforma Rural Sostenible lamenta que todavía no lo haya hecho el de Barjas, directamente afectado por dos proyectos paralelos, uno liderado por Enel Green Power y otro por la empresa noruega Statkraft, en el entorno de tesoros naturales como el Hayedo de Busmayor, que, sin embargo, no goza de figura de protección medioambiental. El colectivo advierte, además, de que la dimensión de las propuestas irá mucho allá de los propios aerogeneradores al señalar que las líneas de evacuación llegarán hasta Villafranca del Bierzo, Cacabelos, Camponaraya o Ponferrada, señala su portavoz, Susana Davila. Como quiera que uno de los proyectos salta la frontera, la afectación directa o indirecta comprendería desde la vecina Galicia hasta la hoya berciana.

Tanto en la Montaña Central Leonesa como en el Bierzo Oeste dicen ver amenazado un futuro económico que se teje en torno a pequeñas y medianas iniciativas vinculadas a sectores como el turismo, la agricultura y la ganadería y que aprovechan la biodiversidad de la zona como valor añadido. “Aunque aquí se sigue esperando la llegada de una gran empresa, en los últimos veinte años se ha ido labrando una forma de trabajo más lento, pero más estable”, dicen desde la primera al contraponerlo al modelo económico basado en la preponderancia anterior de una compañía como la Hullera Vasco Leonesa. “Cada vez más población joven de municipios como Corullón vive en los últimos años de prácticas más sostenibles”, añaden desde la segunda en una comarca también muy marcada durante décadas por la primacía mineroenergética. Los dos consideran que el impacto en términos de empleo de los proyectos eólicos sería muy limitado, sobre todo una vez instalados. Por el contrario, entienden que el impacto paisajístico sería demoledor ahora que este tipo de estructuras han elevado sus dimensiones hasta incluso triplicar la altura de la Catedral de León.

Tanto en la Montaña Central Leonesa como en el Bierzo Oeste dicen ver amenazado un futuro económico que se teje en torno a pequeñas y medianas iniciativas vinculadas a sectores como el turismo, la agricultura y la ganadería y que aprovechan la biodiversidad de la zona como valor añadido

SEO Birdlife asume que la población y las administraciones locales puedan enfrentarse a un dilema ante proyectos que llegan envueltos en inversiones millonarias y grandes dimensiones como la macroplanta solar de Villameca, que ocuparía la mitad de la extensión del pantano. “Hay una tentación lógica y razonable porque, a corto plazo, se recibirían ingresos. Pero no sería más que un parche. Para luchar contra la despoblación hace falta un modelo territorial que requiere de una planificación estatal y regional”, apunta su coordinadora de Conservación. “No se están teniendo en cuenta las especificidades del territorio”, abunda el coordinador de Ecologistas en Acción en León, para que quien el medio rural que se despuebla debería buscar “la oportunidad de ser autosuficiente” hasta poder reducir la tarifa eléctrica.

El impacto de la fotovoltaica en el sector primario

Los proyectos eólicos son los más llamativos debido a sus dimensiones. Tratan de aprovechar la orografía en una provincia montañosa, pero a veces se topan con figuras de protección medioambiental que acaban por echarlos abajo. SEO Birdlife, que ha ganado algunas de esas batallas como la del nudo de Villameca y que espera no tener que llegar a la vía judicial con otras que ahora se ponen sobre la mesa, alerta sobre el impulso en los últimos dos años de hasta 15 iniciativas de instalaciones fotovoltaicas en zonas de meseta. “Pero afectan a suelo agrario, que debería protegerse”, advierte Ana Carricondo al hacer ver la concatenación de propuestas para la zona que va desde el sur de Omaña hasta el norte de La Bañeza con el impacto que tendría también para especies ya en peligro de extinción como el sisón común, a la vez que ya está repercutiendo en el precio del arrendamiento de parcelas, que se dispara ante la expectativa de contar con este tipo de infraestructuras. Otros colectivos como el sindicato agrario Asaja ya se han posicionado en contra de esta proliferación de parques.

Desde SEO Birdlife asumen que los ayuntamientos puedan enfrentarse a un dilema ante proyectos envueltos en inversiones millonarias y grandes dimensiones: Hay una tentación lógica y razonable porque, a corto plazo, se recibirían ingresos. Pero no sería más que un parche. Para luchar contra la despoblación hace falta un modelo territorial que requiere de una planificación estatal y regional

“Habrá que complementar las grandes instalaciones con otras más pequeñas. Y hay que dotar a los procesos de una buena participación pública. Si no, y con razón, habrá oposición social”, apunta la representante de Istas de CCOO, que ve oportunidades como el aprovechamiento de los fondos de recuperación y resiliencia para abordar rehabilitaciones energéticas de edificios, así como el empleo de la energía agrovoltaica para mejorar la viabilidad de explotaciones agrarias y ganaderas sin dejar de instar a ofrecer suelo industrial barato para el asentamiento de comunidades energéticas como freno a la deslocalización de empresas. “Y habría que intentar reforzar a los pequeños ayuntamientos con recursos que les permitieran analizar la viabilidad de proyectos que les ayudaran a afrontar el reto demográfico”, agrega Begoña María-Tomé Gil.

Más expectativas que demanda en la biomasa

También envueltos en polémicas recurrentes y oposiciones de colectivos ecologistas y vecinales han llegado proyectos relacionados con la biomasa como la planta de Forestalia en Cubillos del Sil o las redes de calor de Ponferrada y Villaquilambre. Ecologistas en Acción alerta del impacto en bosques consolidados con el riesgo de “hacer desaparecer especies autóctonas” con otras plantaciones. “Se han generado muchas expectativas hasta el punto de que la demanda ya está por encima de la capacidad de respuesta del territorio”, considera SEO Birdlife. Los dos ven “interesante” el modelo de pequeñas redes de calor, algo en lo que coincide Istas sin dejar de subrayar que la de Ponferrada no llegó a entrar en funcionamiento al anular los tribunales las licencias. “Y ante eso no hay nada que decir”, zanja.

Las energías renovables marcarán indudablemente el futuro. “Pero no puede ser que el modelo quede en manos de las empresas”, afirma el secretario de la Plataforma por el Futuro de la Montaña Central Leonesa para apostar por cooperativas locales de consumo. Díez también echa en falta a las administraciones superiores: “La Junta ha dicho que estará vigilante, pero eso quiere decir que va a ir detrás de los acontecimientos sin fijar medidas preventivas. El Ministerio para la Transición Ecológica está desbordado. Y las empresas actúan muy rápidamente porque conocen la lentitud de la administración”.

El Bierzo vive en una especie de déjà vu. “Esto ya lo hemos vivido en parte. El modelo es el mismo, pero el recurso es diferente. La minería generó empleo durante años. Y ahora el empleo sería mínimo. Pero el esquema sería igual: llegar, explotar el terreno todo lo que fuera necesario y marcharse mientras el territorio queda explotado”, advierten desde Rural Sostenible.

Las administraciones no pueden ser simples tramitadoras; tienen que legislar y planificar, subraya Ecologistas en Acción en León. Habrá que complementar las grandes instalaciones con otras más pequeñas. Y hay que dotar a los procesos de una buena participación pública. Si no, y con razón, habrá oposición social, señala Istas de CCOO

“Los procesos tienen que ser participativos. Sería importante que los científicos pudieran intervenir y tener en cuenta el bienestar social y la riqueza de la biodiversidad. Las administraciones no pueden ser simples tramitadoras; tienen que legislar y planificar”, subraya el secretario de Ecologistas en Acción en León. Istas avala la interlocución con las administraciones y las eléctricas en el marco del Diálogo Social para que las propias empresas establezcan planes de reindustrialización con “estrategias a largo plazo”, al tiempo que insta a la Junta de Castilla y León a “fomentar el empleo local” para que los proyectos de energías renovables generen riqueza en el territorio.

“Las energías renovables deben ser una herramienta; no un objetivo en sí mismo. Tiene que ser parte del modelo”, sentencia la coordinadora de Conservación de SEO Birdlife, para quien el esquema debería pasar por la reducción del consumo, la eficiencia energética y una generación “más repartida territorialmente”. A favor de acciones contra el cambio climático que sean compatibles con el respeto a la biodiversidad, Ana Carricondo se queda con el eslogan de su organización como resumen de su posicionamiento: “Renovables responsables”.

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