Obras para que un pueblo no pase sed

RÍO TUERTO en el puente entre Carral y Barrientos

ileon.com

El Ayuntamiento de Valderrey finaliza hoy lunes una obra vital para garantizar de manera definitiva que la localidad de Carral no vuelva un año más a sufrir las restricciones de agua de consumo humano, algo que ya han padecido los vecinos en los últimos años en otoño y que el equipo de gobierno no está dispuesto a seguir consintiendo.

Sin ir más lejos, este año ya se habría sufrido este mismo problema de no haber sido por esta obra. Y lo que considera el alcalde, Gaspar Cuervo, más grave: esperando después de un mes que el subdelegado del Gobierno conteste a la petición urgente de medidas ante el problema de escasez de agua.

El proyecto municipal consiste en la unión de la red de abastecimiento de Castrillo de las Piedras, Carral y el polígono industrial de Valderrey con una red de tuberías, de aproximadamente 3 kilómetros de longitud, con sistemas automáticos de apertura y cierre en los depósitos, para garantizar el abastecimiento a Carral, pero también al pueblo de Castrillo de las Piedras y de paso al polígono industrial. El coste del proyecto asciende a 50.000 euros y se sufraga con inversión propia del Consistorio y apoyo económico de la Diputación de León a través de los Planes Provinciales.

La obra será la solución definitiva a un grave problema que se ha sucedido durante los tres últimos años, cuando en torno al mes de septiembre por orden de la Confederación Hidrográfica del Duero se cierra la presa de Los Tres Concejos y sin su aportación todos los cauces y pozos aguas abajo quedan totalmente secos.

Por este motivo, no sólo comienza entonces un largo otoño de restricciones para los vecinos de Carral sino que los cauces pierden toda humedad y eso afecta gravemente a la fauna y la flora, causa problemas para que el ganado pueda abrevar e incluso “pone en riesgo la integridad de nuestra gente, porque ya ha ocurrido que hay un conato de incendio y no tenemos ningún lugar con agua, en medio del campo dónde abastecernos para intentar apagarlo”, reconoce Gaspar Cuervo.

El Concejal de Obras, Marcos Martínez, reclama “un poco más de voluntad” a CHD ante estos problemas que se han sucedido, entre otras cosas porque ante la negativa tajante de la Confederación, el Ayuntamiento ha tenido que asumir gastos de transportar agua con la cuba municipal, en una cantidad de más de medio millón de litros, para que los vecinos tuvieran agua el año pasado, entre otros inconvenientes.

Buena gestión pública municipal

Con la nueva red de unión de abastecimientos de agua se garantizará el suministro para resolver todos los problemas, demostrando que “abogamos por una buena gestión pública de esta necesidad fundamental y de paso abaratamos costes”, resume Cuervo.

Sin embargo, el equipo de gobierno también insiste en los desmanes y despropósitos de la Confederación, ya que a esta nefasta medida de secar los cauces históricos por donde siempre discurrió el agua, mucho antes incluso de la aparición del organismo regulador, se une otro grave problema: la ingente cantidad de maleza en el cauce del río Tuerto.

Esta acumulación de vegetación amenaza con provocar una enorme inundación ante cualquier eventual crecida, y que causaría daños irreparables en los pueblos de Carral y Barrientos. “No sólo nos dejan sin agua en los pueblos, sino que además con sus políticas absurdas de mantenimiento de cauces están poniendo en peligro a sus habitantes y a sus bienes, todo un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas”, enfatizó el alcalde.

La CHD gasta en crear problemas

Martínez cree que “es un trabajo urgentísimo” que debe acometer la Confederación Hidrográfica del Duero ante la “balsa natural” que a falta de limpieza y mantenimiento ha provocado“ y considera ”desesperante que para estas cosas se nos haga tan poco caso, es que ni siquiera contestar a nuestros escritos y peticiones reiteradas“.

Este ayuntamiento entiende que el organismo regulador no sólo no está cumpliendo con sus obligaciones, sino que con estas medidas “arbitrarias y caprichosas” demuestra que “en vez de solucionar problemas, malgastan el dinero en crearlos”.

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