Candidatos leoneses: esos hombres y mujeres grises

Antonio Vega García

Hoy ha comenzado la que promete ser la campaña electoral, o mejor “no campaña”, más aburrida de la historia de la democracia española. Y con ello no me refiero a los escasos debates, a las zancadillas a los partidos minoritarios o a no dignarse a dar una rueda de prensa en toda la campaña, no. Me refiero a la imagen que transmiten los principales candidatos al Congreso por la provincia leonesa.

Uno mira a Alfredo Prada (PP), José Antonio Alonso (PSOE), Agure Bilbao (IU), Jesús Tabara (Equo) o Luis Carlos Fernández Tejerina (UPyD) y no tiene la impresión de que ninguno de ellos vaya a arrastrar un sólo voto a las urnas que no venga dado por sus siglas o candidatos nacionales. Me pregunto si ya los escogen así en los partidos, de carácter y pinta gris, para que no hagan ninguna sombra a los candidatos a La Moncloa o es que tiene tan poca relevancia el candidato local que en los partidos no se apuesta demasiado. Seguramente la culpa no la tendrán ellos sino el sistema electoral. La relevancia mediática y de responsabilidades recae en las figuras nacionales y los diputados ni siquiera tienen que hacer un balance ante sus votantes de lo que han hecho o desecho en la Carrera de San Jerónimo.

Visto lo cual, ¿no sería mejor votar elección directa del futuro presidente del Gobierno y aparte elegir a los parlamentarios? En estos momentos uno echa de menos, en parte, al sistema electoral norteamericano que otorga mucha relevancia a los congresistas y senadores, que se tienen que currar la campaña y rendir cuentas a sus votantes.

Básicamente creo que a nuestros actuales candidatos les falta una cosa básica: sonreir. Una cosa es que los tiempos sean jodidos de cojones y otra que parezca que vamos a elegir al hombre que va a conducir nuestro coche fúnebre, aunque bueno igual la cosa no está muy desencaminada. Prada y Alonso parece que han venido a León a pasar la campaña lo más rápido posible para luego tomar las de Villadiego y coger ambos los puestos que les han prometido Rajoy y Rubalcaba para pasar una plácida legislatura apartados de la batalla política. Al resto de candidatos echas de menos carisma e imagen para afrontar el debate político y liderar un cambio político. Todos sabemos que el panorama leonés es bipartidista, y tiene pinta de continuar así durante mucho tiempo viendo a los candidatos de los minoritarios y sus discursos de sucursal de provincias de sus siglas. No llegan, no emocionan a nadie, confluyen en escala de grises rellenando líneas digitales y en papel que acaban difuminándose cual niebla otoñal.

Vamos que en realidad “veo todo en escala de grises” y de quién es la culpa: ¿de los partidos, de los candidatos, de los medios o de los votantes? De momento la campaña me recuerda a esta mítica canción de Barricada: