Entre la reflexión y el reflejo

El alcalde de León, José Antonio Diez.

Intento ser directo y respetuoso, señor alcalde, como siempre, para empezar diciendo que hemos tenido oportunidad de saludarnos, al menos en una ocasión, en la que mediante un buen amigo como introductor, tratamos un asunto leonés, si se quiere leonesista, que no toca aquí plantear, tan solo va como recordatorio, a la par que como introducción, al acoger estas páginas unas consideraciones reflejas, a propósito del contenido de sus declaraciones a este medio.

Como siempre las he leído con gran cuidado, incluso pretendiendo encontrar lo positivo, al menos entre líneas. De modo muy especial lo autonómico. Perdóneme si ahora digo que, aparte de lo genérico leonés siempre interesante, me he sentido un tanto defraudado. 

En la entradilla, nos coloca el medio, unas líneas como destacables del contenido que se aporta a continuación, en las que leo… Junta y descentralización, y no trato de sacarlas de contexto a ambas, más bien para añadir que tal binomio, suyo, me causa el mayor de los temores como leonesista, sufridor, como todos, de los desdenes del ente autonómico.

Me parece estar, así como primera apreciación, ante una, no otra, versión de lo que coloquialmente entendemos como “marear la perdiz”. No es patrimonio que trate de acoplarle a su proceder, es muy común en todos los políticos, y como quiera que la mirada está puesta en lo autonomistas que nos manejan, añadiré que tanto los que gobiernan, PP, con acólitos; como el PSOE que se opone; de momento, son muy dados a “decir que decir”, pero no hacer lo que corresponde. Es mi versión del reclamo del ave para atraer a la bandada.  

Desde que dejaron los socialistas de gobernar en el ente, y ya va muy largo el inciso, es cosa que sinceramente no me preocupa, pues, estando en el poder ya nos dieron la primera ración de falta de respeto a lo leonés, de ausencia de comprensión, más buena dosis de agravios recurrentes. Han pasado los conservadores a ultrajarnos, por supuesto empeorando lo primigenio, y conservando los socialistas la posición de que hay que mantener al ente a toda costa con los leoneses amarrados. Un dúo político mortífero para lo leonés, sin duda alguna. 

PSOE: ¿Un León fuerte dentro de la comunidad?

La perdiz que más han usado desde la oposición para captar el voto leonés, es aquella de “un León fuerte dentro de la comunidad”, (mío, así con minúscula) Si resulta que lo que siempre hemos querido los leoneses es no estar dentro, ya desde la fase preautonómica, también de la subsiguiente martinvillista de imposición estatutaria, y luego de la nefasta convivencia de verdadera usurpación castellana... ¡¡¡Lo que procede es salir cuanto antes, o consumirnos!!! Luego: ¿Qué otra cosa viene a ser si no, lo de “la descentralización”, que un nuevo reclamo de embobamiento a ensayar?

Disculpe, respetado alcalde legionense, cuanto desgrano con cariz socialista, y que no le es imputable, pero tampoco se pueden tomar como truenos lejanos

Recordemos por otra parte que, gobernando, no intentaron movimientos de descentralización, ofrecieron la capitalidad para Legio, igual que para emplazar las Cortes Autonómicas y tales promesas eran un bluff en toda regla. Ni tan siquiera se decantaron por poner en letra estatutaria bien diferenciadas las dos regiones. ¡¡¡Y ello para no dejar abiertas expectativas de futuro!!! Hasta ahora he confiado en sus palabras desgranadas en los medios tras la aprobación de la Moción por la Autonomía Leonesa, y sus manifestaciones públicas de entonces, por ello, sus elocuentes silencios  de ahora al respecto... ¡Me tienen muy confundido! En algunos pasajes creí, o deseé, verle de líder leonesista.

Lenguas en el Congreso: ¿Por qué el leonés no?

En cuanto a las lenguas cooficiales, comparto cosas, pero no dejo de preguntarme, si a los vascos y a los catalanes y hasta los gallegos, se les ha de atender como nacionalidad desde el gobierno central, y admitir sus exigencias, puede que siendo la menor hablar su lengua en el parlamento, ahora me estoy refiriendo en lo constitucional, como pueblos históricos, a beneficios económicos y forales: ¿Entonces por qué a los leoneses herederos del Reino de León, cuyos merecimientos históricos son indudables y bien diferenciados, han de sufrir el más estricto sometimiento a la rigurosa asepsia, cuando no al disloque de la incomprensión? Se nos cerraron las puertas constitucionales, y siguen en ello conservadores y progresistas de la mano. ¡En eso ni discrepan!

Nunca, el tiempo que van dejando pasar desde el ente autonómico, va a hacer caducar el merecimiento de poner en consideración la cuestión leonesa, de la Región Leonesa, de quitar cerrojos, y empezar el estudio de la imperiosa necesidad de estar solos por historia, recobrando estatus político, social y por supuesto económico. Los liderazgos tienen un mucho de ilusión, adornada de capacidad impulsora. 

Me permito un último matiz: “Con la Junta buena relación”. ¡Yo prefería haber leído estricta relación para exigir lo nuestro! No hace falta ir mordiendo, pero mucho menos con ronroneo reclamando atención, para que, gatunamente, la Junta nos pase la mano por el lomo político, sin que la oposición esté cumpliendo su labor in vigilando. Si ésta se encuentra observante y calla... ¡está asumiendo!

De la relación con UPL, ya opinaré. Y lo haré sin apasionamiento, a medida que vaya saliendo a los medios con pronunciamientos rigurosos de posición político-autonómica y hoja de ruta ¡¡¡Hay en ellos demasiado silencio!!!

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