El compromiso
¿Pero tú has visto cómo estaba todo? ¿No tienen chica? Que ahora coger a alguien no es dinero. No digo interna. Luego encontrar, eso sí. Que nosotros, mucha suerte con Sofía y con Eliana y con Edmundo nos dicen. En lo que no se fijan es que hubo que buscarlos, que esta gente lo mismo te sale trabajadora, que floja o ladrona o todo a la vez y una agencia no te lo dice. Y que les fías tu casa y tu familia. Hay que tener cuidao. Y estar encima, claro. Que eso no piensa nadie que es una tarea que haya que remunerar. Pues igual no tanto servicio, pero oye, con sus posibilidades. Que es que son ganas de quedar mal y que no se vive bien así. Si puedes elegir… Es como el sitio o como los muebles o como todo. Mejor cosas bonitas, de horizonte bajo, que no esos mamotretos de contrachapao, que las cosas de Ikea no dejan de ser de formica. No sé que les pasa a los pobres con la formica y el terrazo. Vaya afición le tienen. Y estos pobres no son. Vamos, digo yo, que trabajan los dos. Él me parece que hasta en dos sitios. Pues no les luce. Y el dinero es para lucirlo. Bueno, para lo básico primero y digo yo que lo primero es tener quien te ayude con la casa si tú no puedes o no quieres hacer labores porque eres feminista o por lo que sea. Pero si tienes dos nóminas y solo dos críos pues no digo caprichos: lo mínimo. O sea, que igual tienes que quitártelo de otras cosas, que yo para tener la casa y el jardín como lo tenemos, pues me tengo que privar de muchas cosas. Pues de muchas, Jose, de muchas. Porque tú no te das cuenta de lo que estiro el dinero, que a veces creo que te lo regalan. Qué despreocupación de hombre. Hay que pagar a la gente no solo lo que hace, sino los seguros y si se ponen malos, que no se ponen gracias a Dios, debe ser la genética esa de los Andes que tienen más sangre porque viven a mucha altura. Y Hacienda, que el otro día me dijo Sina, fíjate, Sina, que le habían mandao una carta. ¡A ella! Por lo de las altas de la Seguridad Social, que cuando lo vio el sobre dijo dice: si yo la Seguridad Social ni la piso ni la necesito. Que la había puesto a ella Fonso una empresa para que pagase, así, recibos. ¡Y no le había dicho nada! ¿Tú me escuchas? Que parece que no escuchas. Ya. Conduciendo. Claro. Hace falta mucha concentración. Aunque igual sí, con tanta rotonda. A ver si salimos de este barrio porque no me gusta nada. No tiene ni un árbol ni una acera que no esté hecha un asco. Y la basura. Y eso de dinero no es. ¿Por qué la dejan fuera de los cubos? Eso es dejadez y no tiene que ver con si tienes o no tienes. Es educación. Que eso no se compra. Bueno, sí. Que a la niña le piden otros ocho mil euros para el máster ese que no se acaba nunca. ¡Tres meses lleva de máster! ¿Para qué querrá ella un título de Relaciones Internacionales? Ya ves tú. Como si no las tuviera su familia. Lo que hay que hacer es relacionarse con gente buena. Que no digo yo que estos dos benditos no sean buenos... ¿Oye, al final hablaste con Emilio de eso de los permisos para lo de Eugenia?